El SMI sube 50 euros más al mes de los cuales 20 irán a Hacienda

El salario mínimo tributará al Fisco como en Alemania y Francia. La estimación que baraja el Gobierno es de una recaudación de 2.000 millones de euros para las arcas del Estado

Por primera vez en la historia, desde 1963 que se estableció, los trabajadores que cobren el salario mínimo interprofesional van a tener que tributar por ello. Hasta ahora, el ministerio de Hacienda había elevado año a tras año la cantidad mínima exenta para que pudiera llegar todo el dinero íntegro al empleado. Pero este 2025, Maria Jesús Montero se ha plantado. Pese al pulso que ha mantenido con su socia de gobierno y vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, ha prevalecido el pago al Fisco. El compromiso que firmó el ministerio de Trabajo y los sindicatos fue de un incremento de 50 euros más al mes en catorce pagas, 700 euros más al año, situando el SMI en los 1.184 euros. Pero con la tijera de Hacienda, los trabajadores tendrán que tributar por esos 700 euros cobrados de más este año de tal manera que Hacienda, grosso modo, se quedaría con 300 euros y en la práctica la subida se quedará en 400 euros anuales.

No significa que todos los beneficiarios del SMI, que suman 2,5 millones de personas, vayan a tener la misma retención puesto que hay desgravaciones y diversas variables según, por ejemplo, tengas o no hijos menores a tu cargo. Según el portavoz de Gestha, Técnicos de Hacienda, Carlos Cruzado, de los 2,5 millones de receptores, realmente pagarán medio millón lo que supone aproximadamente el 20% del total. Que son, por ejemplo, solteros sin hijos que no tienen otras desgravaciones que ya existen para las rentas más bajas. Aún así, la estimación que baraja el Gobierno es de una recaudación de 2.000 millones de euros para las arcas del Estado.

El ministerio de Hacienda, para justificarse, recuerda el salto de gigante que ha dado el incremento de los que menos cobran desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa. De los 10.302 euros al año hasta los 16.576 euros brutos anuales. Es decir, ha subido un 61% en menos de una década, con un incremento por encima de la inflación. E insisten, “la mayor parte de trabajadores que ganan el SMI seguirán sin sufrir retenciones por el IRPF. Y la minoría que pueda sufrir una retención pagará muchos menos impuestos que los que pagaría con el IRPF vigente con el Partido Popular.”

Hacienda plantea varios ejemplos: un contribuyente con pareja y que tiene un hijo menor de tres años no sufrirá ninguna retención en el IRPF. Con el PP, un trabajador con este sueldo pagaba 839 euros al año por IRPF. En el caso de un contribuyente con pareja y que tiene un hijo mayor de tres años tendrá una retención de 99 euros al año frente a los 1.109 euros que pagaría con el modelo del Partido Popular.

También recurre el departamento de María Jesús Montero a la situación del salario mínimo en otros países europeos y cómo, por ejemplo, en Alemania, Francia, Países Bajos o Polonia ya se tributa por él. “Lo relevante, dicen, es garantizar que el salario que reciban los trabajadores que cobran el SMI se sitúe en torno al 60% del salario medio. Y eso se cumple actualmente. Lo que no pueden hacer las fuerzas progresistas y de izquierdas es estigmatizar los impuestos”.

Si nos fijamos en los últimos datos que publica Eurostat, estos países a los que se refiere Hacienda, tienen un salario mínimo mucho más elevado que el español. En la Unión Europea, 22 de los 27 países tienen un salario mínimo fijado, que oscila entre los 551 euros al mes y los 2.638 euros al mes en doce pagas. España en ese ranking ocupa la séptima posición, representando el objetivo del Gobierno que es el 60% del salario medio tal y como dicta la Carta Social Europea. El país que ocupa el puesto número uno, la medalla de oro en la Unión, es Luxemburgo, con un salario mínimo que ya les gustaría a la media española, en los 2.647 euros al mes. Le sigue Irlanda, con 2.281 euros mensuales y Países Bajos, en tercera posición, con 2.193 euros. Si el SMI en Alemania tributa es también en parte a que su cuantía es bastante más elevada que en España, en los 2.161 euros mensuales. En la parte más baja de la lista estarían Hungría, con un salario de 706 euros al mes y Bulgaria, con 550 euros mensuales.

El ministerio de Trabajo sostiene que, la pedagogía fiscal a la que alega la parte socialista del Gobierno, debe aplicarse pero para los que más cobran. Lo ha dicho durante su intervención tras el Consejo de ministros, Yolanda Díaz. “La pregunta es quién tiene que pagar impuestos. Soy partidaria de hacer pedagogía, pero la justicia fiscal empieza por arriba y no por abajo” y ha recalcado que es una medida especialmente feminista, ya que el perfil del trabajador que cobra el salario mínimo es de una mujer, mayor de 35 años y que está empleada en el sector servicios. “El objetivo de este ministerio es reducir la desigualdad en España. La estrategia del SMI tan discutida en el país refleja dos formas de entender España, una forma en la que nos hemos empeñado que es justamente subir los salarios, tener empleo de calidad, estable y emprender mayores situaciones de bienestar social y la estrategia del PP que se basó en devaluación salarial, Rajoy fue el único que congeló el salario mínimo. Son cantidades muy importantes para familias que no tienen nada”, explicaba la vicepresidenta segunda.

Su ministerio quiere dar un paso más allá y que el salario mínimo se actualice de forma automática cada año, algo parecido con lo que sucede con la revalorización de las pensiones. Teniendo en cuenta siempre el baremo del 60% del salario medio y para ello convocará en un plazo máximo de dos meses a los agentes sociales, sindicatos y patronal, para tratar este asunto. No será fácil sacarlo adelante puesto que tendrá que llegar también al Parlamento y sortear las diferencias entre partidos políticos. Con o sin retención, con carácter retroactivo desde el 1 de enero de este 2025, los trabajadores que menos cobran verán de nuevo una subida en su nómina, que poco a poco, se va acercando a la media que cobran los españoles.