Como cada Navidad, hay quienes les va a tocar encerrarse en la cocina para sacar el menú de Nochebuena o Nochevieja (o ambas) para toda la familia. Suelen ser siempre los mismos, y además de invertir mucho tiempo cocinando, preparando el mejor mantel y la mejor cubertería, los platos de fiesta (para los gallegos los de Sargadelos, por supuesto) también les va a tocar desembolsar un buen pico haciendo la compra. Porque Papá Noel y los Reyes Magos son de morro fino y les gustan los langostinos cocidos y el mejor embutido. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto en marcha su observatorio de precios para vigilar la evolución de los productos más típicos en estas fechas. Y este año, por culpa de la inflación, vuelven a subir de media un 5,2%, frente a las subidas, por ejemplo, de un 8% en 2021. De hecho, uno de cada tres alimentos típicamente navideños está en máximos históricos.
En total, la OCU ha analizado dieciséis productos de gran demanda en supermercados y mercados de grandes ciudades. Hay diez de esos productos que suben de precio. El que más, las ostras, un 19%, la granada, un 17%, el cordero lechal (16%), la lubina (12%), el jamón ibérico de cebo (11%), el besugo (10%), la piña (10%), las angulas (9%), los percebes gallegos (8%) y el redondo de ternera (6%). Y hay algunos, los menos, que o bien se mantienen de precio como el año pasado, como es el caso de la lombarda, o bajan de precio. Nos saldrán más barato que en 2023 las almejas (-19%), el pavo (-6%), los langostinos (-5%), la pularda (-3%) y la merluza (-1%).
Según Enrique García, portavoz de la OCU, “como cada año, desde OCU hacemos este observatorio de precios de 16 productos de gran demanda en estas fechas en siete ciudades de España. Son los típicos como el cordero, el jamón, el besugo, la merluza o los percebes. Se trata de productos que suben de forma significativa en el mes de diciembre y en este primer control, este año han subido un 5,2%, es la segunda mayor subida de los últimos cuatro años y contrasta con el 2023, cuando la subida media fue del 0%. Hay diez que suben de precio y solo hay seis productos que bajan, como el pavo, los langostinos, la pularda y la merluza. Con esta subida del 5,2% y seis productos en máximos históricos, de nuevo estas navidades serán las más caras desde que OCU analiza los precios, desde 2015. Se trata de una subida a la que hay que añadir las subidas del resto de productos”.
O hacemos un menú alternativo, o alguno de estos productos siempre están en la mesa navideña de cualquier familia. Los pudientes tendrán ostras; los más humildes, algún tipo de jamón.
Pero hay seis de los productos analizados cuyo precio se ha situado en máximos históricos. Son el cordero, el redondo de ternera, el besugo, la lombarda, la piña y la granada. Las cenas más clásicas, serán las más caras.
Por eso es tan importante pensar con tiempo qué queremos cocinar y no esperar al último momento porque cuanto más tarde vayamos al supermercado, más cara nos saldrá la cesta de la compra. Hay que aprovechar las ofertas y sustituir los productos más caros por otros más asequibles, como por ejemplo, en lugar de carne de ave, pavo o pularda.
La OCU advierte de que el precio de los alimentos sigue siendo un 35,5% más caro que hace tres años. Y que por eso sería necesario suspender la segunda subida del IVA prevista para enero y en cuanto a la carne y el pescado, que fueran considerados alimentos básicos y su IVA pasara del 10% actual al 2%
“Los precios de alimentación en general han subido un 35% en los últimos tres años. Por eso le hemos pedido al gobierno que baje el IVA de la carne y del pescado. También pedimos que se anticipen las compras, que se compren alimentos congelados que son más baratos o comprarlos primero y congelarlos hasta las celebraciones familiares. Esto es muy aconsejable en el caso del pescado y el marisco. Y por supuesto, buscar productos sustitutivos, con recetas igual de buenos pero no tan tradicionales. Buscar otros productos con menos demanda y de igual calidad puede rebajar el coste de estas celebraciones navideñas”, explica el portavoz de OCU.
Para los que solo se sientan como comensales, quizás sea bueno saber el tiempo dedicado a la cocina, el dinero invertido en la compra y el mimo con el que se aderezan, año tras año, estas comidas y cenas. De este modo, levantarse a recoger la mesa no se hará tan pesado para compensar el esfuerzo de los anfitriones. Y llevar el postre. Y el champán. Y dar las gracias.