Las mujeres en el ámbito rural se enfrentan a una doble dificultad, el sesgo de género se acentúa en este ecosistema. Así, se detectan grandes diferencias entre sexos en relación a la tasa de inactividad: un 29,6% de las mujeres frente al 12% de los hombres. La mayor parte de las mujeres inactivas se dedican al trabajo doméstico no remunerado (64,4%), mientras que la proporción de hombres en esta situación es 10 veces inferior. Asimismo, las mujeres continúan sobrerrepresentadas en salarios inferiores a 600 euros, porque predomina el empleo a tiempo parcial, frente a los más de 1.600 euros de los hombres.
Asimismo, sigue habiendo una segregación horizontal -ellas continúan concentrándose en el sector servicios- y vertical del mercado laboral en el medio rural, aunque los valores registrados son menos extremos que hace una década. El empresariado continúa siendo mayoritariamente masculino, mientras que las mujeres predominan en los puestos asalariados. Estas son algunas de las conclusiones del Diagnóstico de la igualdad de género en el medio rural del Ministerio de Agricultura del año 2021 (último disponible que actualiza el realizado en 2011). El documento también constata algunos avances como un aumento de su participación en el empleo o una disminución de la brecha salarial.
Nuevo Plan
Con este punto de partida el PP ha presentado una Proposición No de Ley (PNL) para su debate en la Comisión de Igualdad en la que insta al Gobierno a aprobar un nuevo Plan de Igualdad en el ámbito rural. “Las mujeres del medio rural son determinantes para su vertebración económica y social, pero siguen soportando mayores situaciones de desigualdad que en el medio urbano”, señala el texto. En este sentido, recuerda que el éxodo rural es mayoritariamente femenino, lo que provoca la masculinización de las edades laboralmente activas (en estas zonas hay 111,7
hombres por cada 100 mujeres en edades comprendidas entre 30 y 49 años).
“Por no hablar de las dificultades añadidas que conllevan otras circunstancias como tener una discapacidad o ser víctima de violencia de género”, se recoge en la propuesta. En torno al 15,9% de la población reside en España en el medio rural, lo que representa 7,5 millones de personas. De ahí, la importancia -según el PP- de abordar una nueva estrategia en materia de igualdad adaptada al contexto del mundo. En la PNL, que debe ser debatida, se busca la aprobación, en el plazo de seis meses, en colaboración con las CCAA y la FEMP, y con la participación de las asociaciones de mujeres del mundo rural, un nuevo Plan de igualdad para combatir las desigualdades que aún persisten para las mujeres que viven en zonas rurales.
Objetivos
En su propuesta, el PP pide que se incluya una memoria económica suficiente y una evaluación del cumplimiento todas las medidas llevadas a cabo para abordar las desigualdades en
el medio rural, profundizará en las acciones contenidas en el último Plan para la promoción de las Mujeres en el Medio Rural con el objetivo de visibilizar mejor su situación, desagregando por sexo toda la información referida a personas en todas las actuaciones relacionadas con el medio rural en todos los ámbitos y, en particular, las relacionadas con la política agraria común.
Para los populares, otros retos a incluir en el Plan son combatir las brechas en materia de empleo y emprendimiento en el medio rural con medidas que favorezcan la financiación de los proyectos impulsados por mujeres, fomentar campañas de información que sensibilicen a las mujeres sobre la importancia de su participación en las cooperativas tanto como socias como a nivel
de gestión en los puestos de dirección o mejorar la conciliación y la corresponsabilidad familiar, con acciones singulares que incorporen medidas en materia de flexibilidad laboral y de servicios de apoyo en pequeñas comunidades y municipios.
Además de reforzar las infraestructuras de comunicación y la conectividad digital para fijar población y mejorar las oportunidades en el mundo rural. Junto con el establecimiento de medidas específicas para hacer frente a cualquier tipo de violencia sexual y de género que sufren las mujeres en el ámbito rural, incluidas medidas de sensibilización y concienciación social para prevenirla y combatirla, promoviendo la igualdad de género.