Es muy difícil encontrar una mujer en la construcción, a pie de obra. Apenas 10.000 trabajadoras en España, menos del 6,2% del total de empleadas en el sector. El PERTE de la vivienda presentado por el Gobierno puede servir como acicate para impulsar este número hasta el 15% del total de trabajadores. Es una reivindicación de la Confederación Nacional de la Construcción, que apuesta por aprovechar el momento para incentivar la contratación de más trabajadoras.
“Promover la participación de las mujeres en los procesos formativos, defender la utilización de lenguaje e imágenes inclusivas, incluir criterios para la promoción y ascensos de forma que no conlleven discriminación indirecta, basándose en elementos de meritocracia objetivos de cualificación y capacidad, estableciendo medidas de acción positiva que contribuyan a superar la infrarrepresentación femenina en algunos grupos o categorías”, explican desde la Confederación de la Construcción.
Una inversión pública de 1300 millones de euros
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado una inversión pública de 1.300 millones de euros en 10 años para impulsar la construcción de la vivienda en España. Es un programa financiado con fondos europeos que permitirá construir 15.000 casas al año a través de sistemas industrializados para abaratar y agilizar el proceso. Es decir, fabricar la mayor parte de la estructura en una fábrica y luego para su montaje final. Con este sistema de estandarización y automatización, el objetivo es llegar a alcanzar las 20.000 unidades en una década.
“Necesitamos transformar la forma de construir para mejorar nuestra forma de vivir, porque la dimensión del desafío lo exige. Acceder hoy a una vivienda digna en condiciones asequibles es un sueño imposible para millones de personas. Lo es en España y también en la Unión Europea. Por eso tenemos que actuar con decisión en todos los poderes públicos”, ha señalado el presidente del Gobierno.
Reducción de tiempos de edificación
Este sistema de construcción permitirá obtener viviendas acabadas más rápido, reduciendo los tiempos de edificación entre un 20% y un 60%. Y otro gran objetivo del gobierno es atraer la mano de obra, especialmente mujeres y jóvenes, y dignificar más el empleo en la construcción y hacerlo atractivo para los trabajadores, con más seguridad, con más formación y con más calidad de vida.
Para la experta en vivienda, Beatriz Toribio, la industrialización es la solución para afrontar el déficit de vivienda que existe en España. “No tenemos otra vía para construir en el medio y largo plazo esos grandes volúmenes, con los estándares de calidad y sostenibilidad que se exigen. Además, es una solución muy importante para el problema de falta de mano de obra que necesita el sector y una base fundamental para que el sector inmobiliario se convierta en una industria, con todo lo que ello implica.
Pero para que la industrialización sea una realidad, este PERTE tiene que ir acompañado de políticas y regulación que favorezcan la financiación de la vivienda industrializada y de formación en los nuevos perfiles que demanda esta industria. Sin olvidar la seguridad jurídica para atraer la inversión y generar el suelo que se necesita para desarrollar esa vivienda. Porque sin suelo y sin inversión, no habrá vivienda”, explica.
Construir a través de módulos es más barato, reduce tiempos y también es más ecológico. Porque el Gobierno con esta iniciativa también pretende aumentar la sostenibilidad de la construcción, además de apoyar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas que apuesten por esta industrialización. Y la mujer debe estar presente en ese proceso.
Para Pilar Hidalgo, directora de Innovación de Cementos La Cruz, el PERTE agilizará la producción, reducirá tiempos y residuos, mejorará el impacto ambiental y contribuirá a mitigar la actual brecha de género “en un sector que históricamente ha sido predominado por hombres. Estas nuevas técnicas optimizarán el uso de recursos, esencial ante la escasez de mano de obra. Lejos de destruir empleo, la transformación digital del sector a través de su industrialización mitigará la falta de personal cualificado y revitalizará la imagen del sector, atrayendo a trabajadores jóvenes y a mujeres. Paralelamente, la formación en estas nuevas técnicas es vital, pudiendo ser una solución al desempleo juvenil en España. En definitiva, el PERTE y la innovación en la construcción abren un panorama de eficiencia, sostenibilidad y nuevas oportunidades laborales para las mujeres”.
Una oportunidad de oro para impulsar la vivienda y de paso, también la presencia de la mujer en la construcción, a pie de obra.