El primer trimestre del año finalizó con 9,857 millones de mujeres ocupadas. Se trata un buen dato en valores absolutos, teniendo en cuenta que son cifras históricas de empleo femenino. Por primera vez, en los dos trimestres anteriores de 2023 se superaron los 9,9 millones de trabajadoras, algo que no había ocurrido nunca antes… sin embargo, el análisis en comparación con sus homólogos masculinos constata que el mercado laboral lastra a las mujeres.
Varios datos lo refrendan. Entre enero y marzo de 2024, la ocupación femenina cayó en 86.800 personas, el mayor descenso desde el segundo trimestre de 2020, en plena crisis de la COVID-19, cuando ellas perdieron más de medio millón de empleos. De esta forma, la ocupación de las mujeres bajó un 0,87% en comparación con el último trimestre de 2023. Se trata a su vez del mayor retroceso porcentual desde el primer trimestre de 2021.
Este porcentaje duplica la caída registrada por los hombres (-0,46%), tras bajar en 52.900 personas -un número inferior en 33.900 al de mujeres-, a pesar de que el total de hombres ocupados, 11,39 millones, es superior al de las féminas, según los datos de la última Encuesta de Población Activa difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Temporalidad
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, destacó el descenso de la tasa de temporalidad hasta mínimos históricos del 15,7%. “Por fin somos un país que combate la precariedad, incluso en un trimestre adverso para el mercado laboral”, indicó en sus redes sociales.
Sin embargo, si se visualiza el dato desde el ángulo de la temporalidad que padecen las mujeres, la foto empeora. Un dato resume su condición: por cada hombre con un empleo parcial hay 2,6 mujeres en esa condición.
Y es que la empleabilidad de las mujeres continúa afectada por la temporalidad: el 21,63% de las mujeres ocupadas tiene jornada a tiempo parcial, es decir, 2,13 millones de mujeres. Y de estas, el 44,5% (948.700) reconocen que no han podido encontrar trabajo a jornada completa.
En cuanto a las ramas de actividad, el 88,8% del empleo femenino se concentra en el sector servicios, seguido de la industria (7,9%), la agricultura (2,1%) y la construcción (1,3%).
Menos mujeres activas
Esta caída de la ocupación femenina, mayor que en los hombres, se produce a pesar de que el número de mujeres activas bajó en 47.300, mientras que el número de hombres activos subió en 24.600. De esta forma, el número de mujeres activas (11,42 millones) es inferior al de los hombres (12,80 millones).
Y ello explica una brecha de género recurrente, las mujeres sufren mayores tasas de paro que sus homólogos masculinos. En el primer trimestre, la tasa de paro femenina se situó en el 13,73%, tras crecer en 0,40%, frente al 11% de los hombres (+0,59%).
Existen grandes diferencias entre comunidades autónomas. Ceuta y Melilla son las más afectadas por altas tasas de paro femenino, con un 37,03% y un 35,12%, respectivamente, si bien el INE advierte de que por el tamaño de la muestra puede haber errores estadísticos. Por encima del 20% se sitúa Andalucía, mientras que en el polo opuesto Navarra, es la única que está por debajo del 9%.
Hay un dato positivo para las mujeres en este primer trimestres. Ellas tuvieron mejor resistencia a la caída del empleo. De hecho, el número de hombres que pasó a engrosar las listas del paro (77.500) prácticamente duplicó al de las mujeres (39.500).
Datos desestacionalizados
Considerando los datos de la EPA en su conjunto, sin desglosar el género, los datos muestran dos caras. En el primer trimestre de 2024, la ocupación disminuyó en 139.700 personas (-0,6%), el peor dato desde 2020. Según explican los analistas de BBVA, se trata de una caída mayor de la esperada, pero que en realidad se ve afectada por causas estacionales.
"Descontado este factor y el efecto de calendario, el INE estima que el número de ocupados avanzó el 0,5% trimestral; cabe destacar que la creación de empleo fue menor que la apuntada por los registros de afiliación a la Seguridad Social", indican en su análisis los expertos de la entidad bancaria. Así fue como lo valoró, también desde el punto de vista desestacionalizado, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, quien afirmó que "el principal mensaje es que continúa la dinámica positiva del mercado de trabajo".
En cuanto al comportamiento por sectores, BBVA explica que la estacionalidad negativa provocó una reducción del número de ocupados en todos los sectores. Sin embargo, excluido el componente estacional se estima que los servicios (141.000) y la industria (7.000) habrían creado empleo entre enero y marzo. Por el contrario, el sector primario y la construcción habrían destruido puestos de trabajo.
Para la CEOE, estos datos pueden interpretarse como un signo de alerta. En su opinión, "es pronto para confirmar un cambio de tendencia en el mercado laboral, aunque hay factores que pueden estar empezando a tener un impacto negativo, como la incertidumbre política y regulatoria, y el aumento de los costes empresariales".
Por su parte, CC.OO. y UGT lanzaron mensajes positivos. Para la secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales de UGT, Cristina Estévez, los datos muestran que la creación de empleo continúa a "muy buen ritmo", en tanto que para la secretaria de Acción Sindical y Empleo de CCOO, Mari Cruz Vicente, demuestran la "fortaleza" del empleo.