Las mujeres se afianzan en la función pública: ellas representan seis de cada diez personas que trabajan en el sector público en España. En los dos últimos años, el número de trabajadoras en este ámbito ha crecido más de un 12% y, con datos de enero de 2024, alcanzan los 1,76 millones de empleadas de un total de casi tres millones de personas (2,968 millones). Este crecimiento se explica porque a partir de enero de 2023 en los datos de las comunidades autónomas se incluye el personal laboral temporal, además del personal en formación y prácticas, que también tiene en cuenta el Gobierno desde dicha fecha.
Si se considera la comparativa del último año, apenas hay variación sobre el número total de trabajadores públicos, pero sí hay cambios relevantes si se tiene en cuenta la administración en la que trabajan: los empleados totales en la administración local (ayuntamientos y diputaciones) bajan de 600.000 personas (una cifra que se sobrepasó en 2023), tras la pérdida de casi 26.000 puestos de trabajo; en tanto que en las comunidades autónomas y en la administración pública estatal hay un crecimiento del 1%. Para entender la situación de las mujeres en la administración pública empecemos por lo básico.
¿Cuál es la representatividad de las mujeres en la función pública?
Dos son los datos a tener en cuenta. Por una parte, cuál es la administración dónde trabajan. A enero de 2024, del total de mujeres en la administración pública(1,76 millones), el 73% se ubica en las comunidades autónomas, más del 17% en los ayuntamientos y algo menos del 10% en la administración general del Estado.
La segunda, cuál es la proporción de mujeres en cada una de ellas. Es también en las comunidades autónomas donde ellas son amplia mayoría, siete de cada diez trabajadores. En los ayuntamientos y diputaciones suponen la mitad del personal laboral y en los ministerios y otros organismos estatales, el 32%.
Esta menor representatividad en el ámbito nacional se explica por el peso que dentro de los empleados públicos tienen los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Estos suman más de la mitad (52%), casi 277.000 personas, entre Fuerzas Armadas, Policía Nacional y Guardia Civil). Y aunque el número de mujeres no deja de crecer, la trayectoria histórica hace que su presencia sea aún muy inferior a la media (13,6%).
Si se considera exclusivamente la administración del Estado y el personal de justicia, las mujeres sí son mayoría. Ellas también lo son en los altos cargos dentro de los ministerios.
¿Qué ha cambiado en el último año?
La evolución del personal al servicio de las administraciones públicas ha sido desigual, pero las mujeres han dado muestras de resistir mejor los cambios. Lo más significativo en el último año, ha sido la reducción del personal en el ámbito local. De los casi 26.000 puestos destruidos, los hombres se han llevado la peor parte (suponen casi el 60% del total, a pesar de ser menos).
Además las mujeres se afianzan en las administraciones regionales, aunque como se contabilizan empleos temporales hay que tener en cuenta que no significa que las casi 21.000 nuevas personas contabilizadas en las comunidades autónomas sean funcionarios de carrera. Pero el 90% de estas nuevas posiciones están ocupadas por mujeres. Una tendencia similar se aprecia en el ámbito estatal. En este caso, el empleo creció en más de 6.700 plazas, que fueron ocupadas prácticamente en su totalidad (98%) por mujeres.
¿Cuántas mujeres son funcionarias de carrera?
En términos generales, de los 1,76 millones de mujeres en la función pública, el 47% tienen la consideración de funcionarias de carrera. En las autonomías, solo la mitad del total de mujeres tiene esta categoría. En concreto, de los más de 1,28 millones mujeres que trabajan en la administración regional, 632.500 son funcionarias de carrera. Otro 40% de empleadas se encuadra en lo que se define como 'otro personal', que incluye al personal eventual, interino y en prácticas, y un 11,5% se encuadra en personal laboral, categoría en la que se encuadran las asesoras o altos cargos, entre otros.
En el caso de la administración del Estado, las funcionarias de carrera se elevan al 61%, son casi 74.200 del total de 121.000 mujeres que trabajan al servicio nacional. También son mayoría (53%) si se considera el personal en esta categoría y el 42% de los 80.500 trabajadores estatales con la consideración de personal laboral.
La peor noticia para las mujeres es que también suponen casi siete de cada diez empleos temporales. En la categoría de 'otro personal' estatal se encuentran más de 12.500 mujeres de un total de casi 18.700 empleados públicos. Este es uno de los problemas en el ámbito del funcionariado: las mujeres además de estar más afectadas por la temporalidad, tienen empleos más precarios.
En la administración local (ayuntamientos y diputaciones), las funcionarias de carrera suponen menos del 30%. Este es el ámbito, con mayor incertidumbre laboral para las mujeres, ya que la mitad del talento femenino es personal laboral.
¿Qué comunidades autónomas tienen más mujeres en la administración?
Considerando el total de mujeres que trabajan en la administración pública, la comunidad autónoma con mayor participación del talento femenino es el País Vasco. En el polo opuesto, en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla donde no hay administración local, ellas tienen una representatividad inferior al 40%. Son tres comunidades autónomas -Andalucía, Cataluña y Madrid- las que aglutinan el 45% de los empleados en el sector público. Todas ellas con una importante participación de mujeres: 56%, 61% y 57%, respectivamente.
En la última década, la participación de las mujeres como empleadas de la administración pública ha pasado del 53,5% en 2014 a casi el 60% en 2024. Y no parece que sea una tendencia que vaya a cambiar en el corto plazo.