Muface ha iniciado un nuevo ciclo que redefine las bases de su modelo de asistencia sanitaria concertada. Tras más de cinco meses de incertidumbre, conflictos y parálisis institucional, la mutualidad ha conseguido finalmente encauzar su futuro. Con el cierre de la tercera licitación en apenas 150 días, la mutualidad se prepara para poner en marcha el concierto más decisivo de los últimos años. Asisa y Adeslas han sido las únicas aseguradoras que han concurrido a este último proceso, mientras que DKV ha decidido quedar fuera del modelo. Esta retirada marca un antes y un después para los mutualistas y, especialmente, para aquellos que deberán tomar una decisión clave: cambiar de entidad o acogerse al sistema público de salud.
El nuevo concierto sanitario de Muface no solo redefine las relaciones con las compañías aseguradoras, sino que introduce por primera vez una modificación estructural con implicaciones directas para todos los usuarios. Ahora habrá dos periodos anuales de permutas para el cambio de entidad. Hasta ahora, este proceso solo se permitía en enero. Con el nuevo modelo de mutualidad, también se abrirá una ventana de cambio en junio, estableciendo una nueva dinámica de mayor flexibilidad.
Este doble periodo de permutas en Muface estará vigente durante los años 2025, 2026 y 2027. Así lo recogen los pliegos de la tercera licitación. La mutualidad busca así ofrecer mayor margen de maniobra a sus usuarios, que podrán decidir con más libertad si continúan con su aseguradora o si optan por un cambio hacia el modelo público. En este nuevo marco, la mutualidad da un paso adelante en su proceso de modernización, intentando dejar atrás una de las etapas más tensas de su historia.
El caso de 2025: una excepción en el calendario de Muface

Un montaje con el logotipo de MUFACE y la fecha límite del acuerdo | Kilo y Cuarto
Pese a que el nuevo modelo contempla dos plazos anuales para la elección de entidad, el calendario de 2025 tendrá una particularidad relevante. Durante enero, los mutualistas ya pudieron cambiarse entre el modelo público y el privado, como es habitual. Sin embargo, Muface abrirá un periodo extraordinario adicional tras la firma definitiva del concierto sanitario. A diferencia de lo previsto inicialmente en los pliegos, este segundo plazo no será en junio, sino que dependerá directamente de la fecha efectiva de firma del contrato.
Este matiz es particularmente relevante para los usuarios de DKV. Estos mutualistas, al no contar con su aseguradora en el nuevo concierto, deberán realizar una elección determinante. Una vez rubricado el acuerdo, el mutualismo de DKV tendrá un mes para decidir si se cambia a una de las entidades adjudicatarias o si pasa al sistema público. Muface, además, ha aclarado en una comunicación oficial que, en caso de no realizar ningún movimiento, se considerará por defecto la adscripción al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Es decir, el usuario pasará automáticamente al sistema público de salud. Algo que algunos funcionarios ya han calificado como una “trampa burocrática”.
En cambio, los mutualistas que ya estén en Asisa o Adeslas no tendrán que hacer ningún trámite si desean continuar con su entidad actual. Solo deberán notificarlo si desean cambiar o dar el paso hacia la asistencia pública. Muface ha querido simplificar así el proceso para la mayoría de usuarios, al tiempo que obliga a tomar decisiones activas solo en los casos excepcionales.
Un proceso marcado por tensiones y subidas de prima

Myriam Pallarés es la directora general de Muface | Kilo y Cuarto
El nuevo concierto sanitario de Muface llega tras una tormenta institucional que ha dejado cicatrices profundas. Desde octubre del año pasado, el modelo ha estado bajo presión. La segunda licitación fue paralizada a solo dos días de cerrar el plazo de presentación de ofertas. Para intentar atraer a las aseguradoras, el Gobierno incrementó la prima en un 41,2%, lo que supuso una inyección de 330,5 millones de euros al proceso.
Este aumento fue el tercero en apenas cinco meses. Muface había elevado previamente las primas un 17,2% en la primera licitación y un 33,5% en la segunda. La escalada evidencia las dificultades para hacer viable el modelo y garantizar una cobertura sanitaria adecuada a más de un millón de mutualistas y beneficiarios. Finalmente, el pasado 4 de marzo, Asisa y Adeslas formalizaron sus ofertas en la tercera convocatoria, sentando las bases para el nuevo contrato.
El proceso de adjudicación de Muface aún debe pasar por varias etapas antes de materializarse. Primero, las ofertas deben someterse a una evaluación técnica y económica. Luego, la Dirección General del modelo deberá hacer una propuesta formal de adjudicación. Solo entonces se podrá firmar el contrato definitivo, valorado en 4.808,5 millones de euros. Hasta ese momento, el futuro de la mutualidad sigue dependiendo del calendario administrativo.