En agosto, el panorama laboral español se enfrenta a un cambio significativo en la normativa de despidos. Un tema que siempre genera controversia y debate. Este ajuste, calificado por muchos como “inesperado”, introduce modificaciones sustanciales en las circunstancias bajo las cuales un trabajador puede ser despedido. Particularmente, aquellos que soliciten cambios en su jornada laboral por motivos de conciliación. Repasemos pues este inesperado cambio en los despidos que entra en vigor en agosto.
¿Cuál es el inesperado cambio en los despidos?
El inesperado cambio en los despidos se encuentra enmarcado en la disposición final novena de la Ley Orgánica de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres, aprobada recientemente por el Gobierno de coalición entre PSOE y Sumar. Publicada el 1 de agosto en el Boletín Oficial del Estado (BOE), esta ley incluye modificaciones que facilitan el despido de trabajadores que soliciten adaptaciones de jornada laboral para conciliar su vida familiar y profesional. Esta medida entrará en vigor el próximo miércoles 21 de agosto, veinte días después de su publicación.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien anteriormente había impulsado medidas para proteger a los trabajadores en estas circunstancias, ahora se va a tener que enfrentar a críticas por esta rectificación. La normativa previa establecía que cualquier solicitud de cambio de jornada por motivos de conciliación podría ser considerada causa de nulidad en caso de despido. Sin embargo, esta protección ha sido eliminada, generando preocupación entre los defensores de los derechos laborales.
¿Cuál será el impacto de este inesperado cambio en los despidos en empresas y trabajadores?
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social | EFE
La eliminación de esta protección ha sido recibida con alarma por parte de los trabajadores y los expertos en derecho laboral. Los trabajadores ahora tendrán más dificultades para reclamar la nulidad de su despido. Anteriormente, cualquier despido en estas circunstancias podía ser impugnado con mayores garantías de éxito. A fin de cuentas, la carga de la prueba recaía en el empleador. Con la nueva normativa, los trabajadores deberán demostrar que su despido fue injusto. Una tarea mucho más difícil y con menores probabilidades de éxito.
Este cambio podría desincentivar a los trabajadores a solicitar adaptaciones de jornada, temerosos de perder su empleo sin la protección que antes ofrecía la ley. La adaptación de jornada ha sido una herramienta crucial para que los empleados puedan ajustar sus horarios sin reducción salarial, con el teletrabajo siendo la opción más solicitada. No obstante, aunque las condiciones y plazos para solicitar estos cambios se mantienen, la eliminación de la protección ante el despido altera significativamente el equilibrio de poder entre empleados y empleadores.
¿Qué razones hay detrás de este inesperado cambio en los despidos?
Una mujer sonríe mientras teletrabaja en su hogar | Pexels
El Gobierno justifica esta modificación como una respuesta a las preocupaciones sobre el abuso del sistema por parte de algunos trabajadores. Una práctica conocida como “picaresca”. Desde la implementación de las medidas de protección, se observó un aumento en las solicitudes de adaptación de jornada. Lo que algunos interpretaron como un intento de blindarse ante posibles despidos. Este fenómeno llevó a que las empresas enfrentaran una mayor conflictividad laboral e inseguridad jurídica.
El cambio también se relaciona con la necesidad de corregir contradicciones legales derivadas de la Ley Orgánica de garantía integral de la libertad sexual y la Ley Trans, que afectaban la protección contra el despido de las víctimas de violencia sexual y de género. Esta justificación, sin embargo, no explica completamente la eliminación de la protección para los cambios de jornada. De hecho, deja espacio para interpretaciones y debates sobre las verdaderas motivaciones detrás de esta decisión.