INVERSIÓN DE 190 MILLONES

El Gobierno apuesta por Paradores como alternativa al turismo masivo

Raquel Sánchez al frente de la red pública de hostelería tiene como meta contribuir a desconcentrar destinos y diversificar la oferta en pleno debate por el impacto del turismo de masas

De izq. a dcha.la presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, la secretaria de Estado de Turismo, Rosario Sánchez, y el director de Turespaña, Miguel Sanz.
De izq. a dcha., la presidenta de Paradores, Raquel Sánchez; el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu; la secretaria de Estado de Turismo, Rosario Sánchez; y el director de Turespaña, Miguel Sanz.

Desde la inauguración del primer Parador el 9 de octubre de 1928 en Gredos, Paradores ha sido un instrumento a favor de la política turística española. Y este espíritu se mantiene casi un siglo después con Raquel Sánchez, exministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, al frente de la cadena desde diciembre de 2023.

El Gobierno acaba de anunciar una inyección de 190 millones de euros dentro de su objetivo de utilizar esta red como una oferta alternativa al turismo de masas. Los objetivos de Sánchez en esta etapa como presidenta de Paradores, los explicó el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, “Paradores es un instrumento que nos ayuda a hacer muchas cosas de las que queremos hacer: descentralizar los flujos de turistas, desconcentrar destinos, diversificar productos y digitalizar experiencias”.

Esta apuesta se difundió un día después de que miles de personas salieran a las calles en Palma de Mallorca en contra de la masificación turística, que está soliviantando a los residentes de las comunidades autónomas y ciudades con mayor número de visitantes. Apenas dos semanas antes hubo una protesta similar en Barcelona, y anteriormente en Málaga y en Canarias, cunas del turismo de sol y playa. La ‘turismofobia’ poco a poco va calando en el debate público en un país que en el que el turismo es la mayor industria nacional.

La posición del Gobierno es clara. Desde el Ministerio de Turismo se están lanzado mensajes en contra de la turismofobia y se aboga por trabajar en la transformación de un modelo turístico que contribuya a la mejora social, económica y ambiental. “Creo que tenemos la oportunidad de generar un consenso en torno a lo que son los límites del modelo turístico”, afirmó Hereu.

El gran reto es generar “un mejor gobierno del modelo turístico”. Y este desafío, Paradores ofrece una alternativa que sirve de efecto arrastre en las localidades donde se ubican: contribuye a la integración territorial, a la recuperación y mantenimiento del Patrimonio Histórico-Artístico de nuestro país y a la preservación y disfrute de espacios naturales, siendo, a la vez, motor dinamizador de zonas con reducido movimiento turístico o económico.

De ahí, la apuesta del Ejecutivo para mejorar la calidad de la oferta, incrementar el confort de los establecimientos y hacerlos “más sostenibles y eficientes energéticamente”, cuando además proyectan una imagen de calidad turística en el exterior.

Detalle de la inversión

Según explicó el Ministerio, desde Turespaña se están realizando actuaciones para mejorar, recuperar y restaurar 39 paradores declarados Bien de Interés Cultural, con un gasto con fondos europeos que alcanza los 89 millones de euros. El objetivo es que estas actuaciones, “de distinta duración y complejidad, que ahora están en pleno proceso de licitación”, se ejecuten desde este mismo 2024 para estar todas finalizadas en el verano de 2026.

A estas actuaciones hay que sumar otros 11 millones de euros en la redacción de los Planes Directores de los 53 inmuebles históricos de la red de paradores. Por último, la hotelera pública va a invertir con fondos propios otros 90 millones en obras de mejora y renovación en el reto de ser una red de establecimientos hoteleros basada en un servicio de calidad integral, diferenciado, accesible y personalizado, comprometido con el entorno natural, económico e histórico, con el que se pretende potenciar la imagen del turismo español unida a un desarrollo sostenible.

Actualmente, la red de paradores cuenta con 97 establecimientos, más uno en franquicia, que permiten ofertar más de dos millones de plazas. Según datos de 2022 (aún no están disponibles los de 2023), se alojaron 1,5 millones de clientes y se sirvieron más de dos millones de cubiertos en su oferta de restauración.

Nuevo modelo

Jordi Hereu insistió en que “el fenómeno de la turismofobia no representa la realidad de España“, ya que “somos un país de hospitalidad”, y abogó por la triple sostenibilidad y el apoyo a las comunidades autónomas para combatir las externalidades negativas del sector. Al tiempo que aclaró que los efectos negativos del turismo hay que gestionarlos desde cada territorio porque “las competencias para modular la oferta turística corresponden a las comunidades autónomas y a las ciudades”.

“No es la misma realidad en las Islas Baleares o en Barcelona que en muchas otras comunidades autónomas, ya que las soluciones y las estrategias tienen que ser diferentes”, argumentó.

En su opinión, España puede mejorar su modelo turístico para afianzar lo que “es un gran activo de nuestro país y un gran liderazgo en la industria”. En este sentido, insistió en que el Gobierno ya está trabajando en hacer “política efectiva de transformación” con los fondos europeos con una inversión en más de 500 destinos para diversificar el producto.

En cuanto a la proliferación de pisos turísticos, el ministro reiteró que el Gobierno ofrecerá instrumentos que ayuden a conocer mejor la realidad y a poder luchar de manera “más eficaz” contra la ilegalidad en las viviendas vacacionales. “Allí donde se ha desbordado es porque no se han aplicado políticas de control“, sentenció.

 

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