ASML, la gigante neerlandesa de tecnología de semiconductores, ha sido protagonista de una caída inesperada en el mercado bursátil tras anunciar unas proyecciones de ventas que no cumplieron con las expectativas de los inversores. Este desajuste ha arrastrado a la baja a otras empresas del sector, tanto en Europa como en Asia. Afecta a todo el ecosistema de fabricantes de chips y equipos para la industria tecnológica. La caída de ASML en bolsa ha sido considerable. Ha perdido un 16% de su valor en un solo día, equivalente a 49.200 millones de euros de su capitalización de mercado.
ASML es un agente clave en la industria de semiconductores. No solo por su tamaño, sino por ser uno de los pocos proveedores de litografía ultravioleta extrema (EUV), una tecnología esencial para la fabricación de chips avanzados. Esta dependencia del mercado global hacia ASML hace que cualquier movimiento significativo en la empresa tenga un impacto directo en otras compañías de tecnología de semiconductores.
Después del desplome de ASML, otros gigantes del sector, como Nvidia y AMD, también vieron cómo sus acciones cayeron en el mercado estadounidense. Perdieron un 4,7% y un 5,2% respectivamente. La situación se replicó en Asia, donde empresas como Tokyo Electron en Japón y SK Hynix en Corea del Sur sufrieron importantes pérdidas. La caída de ASML no es solo un problema de la empresa, sino un reflejo de la incertidumbre generalizada en el mercado global de chips.
¿Qué ha pasado con ASML? Las razones detrás de la caída
La razón principal detrás de la fuerte caída en el valor de ASML se debe a las proyecciones que la compañía ha presentado para 2025. Aunque ASML había indicado anteriormente que sus ventas netas se ubicarían en un rango de entre 30.000 y 35.000 millones de euros, las nuevas previsiones apuntan a que se alcanzará solo el límite inferior de este rango. Esta corrección a la baja ha generado inquietud entre los inversores, quienes esperaban un crecimiento más sólido.
Precios de las acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York
Además, los pedidos netos para el tercer trimestre de 2024 también decepcionaron a los analistas. ASML reportó pedidos por un valor de 2.600 millones de euros. Una cifra muy por debajo de la estimación de consenso de 5.600 millones de euros. Esta diferencia significativa en las expectativas ha provocado una ola de ventas en el mercado, reflejando el nerviosismo de los inversores.
El CEO de ASML advirtió que la recuperación del sector de semiconductores está siendo más lenta de lo que se esperaba inicialmente. Y señaló que algunos clientes están siendo más cautelosos debido a la incertidumbre económica global.
La presión del mercado chino
Otro factor que ha influido en el mal desempeño de ASML es la presión que enfrenta en su negocio en China. Debido a las restricciones de exportación impuestas por Estados Unidos y los Países Bajos, la empresa ha tenido que reducir su volumen de ventas en este mercado clave. En su informe financiero más reciente, ASML indicó que aproximadamente el 49% de sus ventas provienen de China. Sin embargo, para el próximo año esperan que esta cifra caiga al 20%.
El logotipo de Nvidia | Alpha Coders
A pesar de que China es un mercado crucial para ASML, las tensiones políticas y las restricciones comerciales entre Occidente y el gigante asiático han dificultado su expansión en este país. Esto ha llevado a una disminución significativa en los pedidos procedentes de clientes chinos, lo que impacta directamente en los ingresos futuros de la compañía.
Las consecuencias en el sector de los chips
La caída de ASML ha sacudido a toda la industria de semiconductores. Empresas europeas como ASMI y BE Semiconductor también experimentaron caídas. Y grandes fabricantes de chips asiáticos como TSMC y Samsung vieron reducciones en sus acciones. Esta reacción en cadena ha afectado a los índices bursátiles globales, arrastrando consigo al Nikkei 225 en Japón y el Kospi en Corea del Sur.
Además de la corrección en las expectativas de ventas, las crecientes preocupaciones por el impacto de las políticas restrictivas de exportación y los problemas geopolíticos han generado una visión más cautelosa en el sector de semiconductores. Las empresas temen que las limitaciones impuestas por el gobierno estadounidense, como las que recientemente han restringido las ventas de chips avanzados de Nvidia a ciertos países, puedan endurecerse. Todo ello afectará aún más la demanda global.