La crisis en la Seguridad Social ha alcanzado un punto crítico. Los secretarios y subdirectores provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) han convocado una huelga los días 10 y 13 de marzo, en protesta por el deterioro de sus condiciones laborales y la falta de respuesta del Gobierno a sus demandas.
La decisión de ir a la huelga ha sido tomada sin el respaldo de ningún sindicato y ha sido notificada tanto al Ministerio de Trabajo y Economía Social como a la Dirección General del INSS. Los convocantes advierten que los paros podrían prolongarse si no se atienden sus reivindicaciones. Eso amenaza con agravar el colapso del sistema y retrasar la gestión de prestaciones esenciales como las pensiones y el Ingreso Mínimo Vital (IMV).
¿Por qué la Seguridad Social va a la huelga?
El motivo principal de la huelga es la sobrecarga de trabajo y la falta de recursos en la Seguridad Social. Según los trabajadores, los cambios normativos y organizativos de los últimos años han supuesto una carga adicional que no ha sido compensada con mejoras estructurales ni con refuerzos de personal.
Los empleados públicos que han convocado la huelga son técnicos con funciones directivas en el ámbito provincial, responsables de la gestión de prestaciones fundamentales como la jubilación, la incapacidad permanente y la viudedad. Además, supervisan la tramitación del IMV, una ayuda que ha aumentado exponencialmente el volumen de trabajo en la Seguridad Social.
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Los trabajadores denuncian que llevan años operando con una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) obsoleta y con una carga administrativa que ha ido en aumento sin los recursos suficientes para asumirla. Afirman que, pese a haber presentado sus quejas en repetidas ocasiones al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, no han obtenido respuesta alguna.
El colapso en la gestión de las pensiones
El colapso en la Seguridad Social no es nuevo. Sin embargo, la huelga podría agravarlo aún más. Las pensiones de jubilación, incapacidad permanente y viudedad representan el 37% del gasto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Por lo que cualquier interrupción en su gestión podría generar retrasos en los pagos y problemas para millones de ciudadanos que dependen de estas prestaciones.
Los huelguistas advierten que el actual sistema de planificación de recursos humanos de la Seguridad Social es “nefasto” y que llevan décadas esperando la creación de una Agencia de la Seguridad Social que nunca llega. En su opinión, la falta de inversión y modernización ha dejado al sistema en una situación de colapso técnico.