La decisión de dejar en herencia una vivienda o donarla en vida es una de las dudas más frecuentes entre los propietarios que buscan planificar su legado. Ambas opciones tienen ventajas y desventajas. La elección dependerá de diversos factores, como la carga fiscal, la flexibilidad en la transmisión y las circunstancias personales de cada familia. Mientras que la donación en vida ha ganado popularidad en los últimos años, la herencia sigue siendo la alternativa más común debido a su menor carga impositiva.
El auge de las donaciones en vida: ¿por qué cada vez más personas optan por esta opción?
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2023 se realizaron más de 975.000 donaciones. Eso representa un incremento del 45% en los últimos 10 años. Este crecimiento se debe, en gran parte, al aumento del precio de la vivienda. Lo que ha impulsado a muchas familias a adelantar la transmisión de propiedades para facilitar el acceso a una casa a sus hijos o seres queridos.
La principal ventaja de donar en vida es que el beneficiario puede disfrutar de la vivienda de inmediato sin tener que esperar al fallecimiento del propietario. Además, la donación permite establecer ciertas condiciones, como el derecho de usufructo, que otorga al donante la posibilidad de seguir viviendo en la vivienda hasta su fallecimiento.
Las llaves de una vivienda | Europa Press
Sin embargo, el gran inconveniente de la donación en vida es la carga fiscal. En la mayoría de los casos, este proceso implica el pago de tres impuestos principales: el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, la Plusvalía Municipal y el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Dependiendo de la comunidad autónoma en la que se realice la donación, el coste puede ser considerablemente elevado. Sin embargo, algunas regiones han aplicado bonificaciones que reducen el impacto económico de este trámite.
Las ventajas de dejar en herencia una vivienda
Por otro lado, optar por dejar en herencia una vivienda suele ser la opción más económica en términos fiscales. La principal diferencia con la donación es que la herencia solo se puede realizar después del fallecimiento del propietario, lo que implica que el beneficiario deberá esperar para disponer del inmueble.
La gran ventaja de la herencia es que, en la mayoría de los casos, los impuestos que se deben pagar son menores que los de una donación. Aunque el heredero debe hacer frente al Impuesto de Sucesiones y Donaciones y la Plusvalía Municipal, el coste suele ser inferior al de una donación. Especialmente, si se aplican bonificaciones por parentesco.
Las llaves de una vivienda a punto de ser entregadas a su nuevo propietario | Shutterstock
Además, la herencia permite que los herederos accedan a la vivienda sin necesidad de realizar un desembolso inmediato en impuestos. Eso la convierte en una opción más accesible para muchas familias. Sin embargo, una de sus desventajas es la falta de flexibilidad. A fin de cuentas, el propietario no puede establecer condiciones específicas como en la donación.