Pocos sectores y posiciones escapan a la brecha de género. Esta alcanza también a los banqueros mejor remunerados en Europa, aquellas posiciones más altas que perciben más de un millón de euros de retribución al año. En el caso de España, el universo de banqueros que perciben estos salarios es muy pequeño: solo 235 personas forman parte de este selecto club, aunque si ahondamos en la presencia de mujeres, el número queda reducido a veinticinco mujeres. Son datos del último informe de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), que incluyen a quienes trabajan tanto en entidades bancarias como en firmas de inversión.
Hay una excepción: Ana Botín, presidenta del Banco Santander, es la banquera mejor pagada de Europa, con una remuneración de casi 13,2 millones de euros (entre fijo y variables) en 2022. Descartando este caso, en las entidades bancarias españolas, no hay ninguna mujer que perciba más de tres millones de euros, pero si 29 hombres.
En la franja de dos a tres millones de euros, sólo hay dos mujeres, frente a 35 hombres. Una de ellas fue María Dolores Dancausa, que en calidad de consejera delegada de Bankinter percibió en sueldo de 1,57 millones en 2022 entre retribución fija y variable. Desde el pasado mes de marzo, Dancausa es presidenta no ejecutiva de la entidad y Gloria Ortiz, su sucesora en el cargo.
En los Informe de Buen Gobierno Corporativo solo aparecen detalladas las remuneraciones de los consejeros, por lo que no es posible identificar los salarios de las altas directivas que hayan percibido más de un millón de euros. En la franja de entre 1 y 2 millones de euros, únicamente hay nueve mujeres, frente a 125 banqueros masculinos.
La brecha es aún mayor en la banca de inversión, un entorno que hasta la fecha continua siendo muy masculino y al que apenas han accedido las mujeres. Únicamente, tres ejecutivas en firmas de inversión en España se incluyen en este selecto club de salarios por encima de un millón de euros, de un total de 24 personas.
Radiografía en Europa
La situación de España es similar a la que se enfrentan las mujeres en banca en el resto de la Unión Europea, según informa Leticia Fuentes desde Bruselas. Las últimas cifras de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) indican que más del 90% de los banqueros mejor pagados del bloque son hombres, y para las firmas de inversión, la cifra asciende a más del 96%, lo que subraya la gran magnitud de la brecha salarial de género en el sector financiero.
También los datos recopilados por los reguladores de la UE incluyen por primera vez un desglose por género, revelando que el número de banqueros en la UE que ganan más de un millón de euros al año superó por primera vez los 2.000 (se situó en 2.017) en 2022, desde 939 en 2014, excluyendo al Reino Unido. En firmas de inversión, que se incluyen por primera vez, se identifican 325 gestores con este salario, de los solo once (el 3,38% son mujeres).
En el año 2022, había un total de 5.024 bancos operando en la Unión Europea. Aproximadamente 2,15 millones de individuos estaban empleados por instituciones de crédito en toda Europa, donde algunos empleados bancarios atienden a más de doscientos clientes cada uno. Los ingresos más altos están concentrados en las mayores economías de la UE, que son hogar de los principales centros financieros como Frankfurt, París y Milán. En Alemania, solo el 7,4% de los banqueros mejor pagados son mujeres.
En cuanto a liderazgo, aunque figuras como Jane Fraser de Citigroup y Ana Botín de Banco Santander marcan hitos importantes como mujeres en altos cargos ejecutivos, la representación femenina sigue siendo baja en los niveles superiores de la industria bancaria. Un estudio de 2021 del Banco de Inglaterra que contabilizaba miembros de consejos, jefes de auditoría y otros puestos clave, mostró que poco más del 20% del personal bancario senior en el Reino Unido eran mujeres, más del doble que en 2001.
El Banco Central Europeo (BCE), liderado por una mujer -Christine Lagarde- sí considera el equilibrio de género como una prioridad al evaluar las designaciones del personal superior. Esto forma parte de la legislación bancaria de la UE que reconoce que juntas directivas diversas en términos de género, edad y antecedentes son más eficientes, al ser menos propensas a caer en el pensamiento de grupo.
En declaraciones a Euronews, un portavoz de la Federación Bancaria Europea admitió que la representación femenina en los altos rangos del sector es menor de lo ideal, aunque mencionó que el cambio está en marcha, con un número creciente de mujeres en puestos de alta dirección.