Cambio de prioridades en el Ministerio de Trabajo: la reducción de jornada semanal de 40 a 37,5 horas pasa a un segundo plano frente a la gestión de la crisis de la DANA. El Ministerio que dirige Yolanda Díaz ha pospuesto la reunión decisiva con los agentes sociales del 11 de noviembre sobre el nuevo horario laboral para centrarse en las medidas de protección a los trabajadores y apoyo a las empresas afectadas por las lluvias torrenciales. Esta convocatoria, en la que se esperaba el golpe en la mesa del Ministerio frente a la negativa de las patronales CEOE y Cepyme, se retomará tan pronto las circunstancias lo permitan, pues el reloj juega en contra de una de las medidas estrella de Sumar para 2025.
“Esto es casi un milagro en un mercado de trabajo que hasta hace poco siempre expulsaba a los temporales”, afirman desde Trabajo.
En lugar esta reunión, el Consejo de Ministros en convocatoria extraordinaria aprobará el un nuevo paquete de medidas que tratan de evitar -como se hizo con la crisis de la Covid-19 la destrucción masiva de empleo-. Según los últimos datos de Trabajo, se han presentado ya cerca de 400 expedientes de ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) de fuerza mayor, que afectan a casi 8.700 trabajadores (8.664 personas). “Esto es casi un milagro en un mercado de trabajo que hasta hace poco siempre expulsaba a los temporales a los trabajadores en el momento de las crisis”, subrayó a RNE el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey.
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Permiso retribuido no recuperable
En el mercado de trabajo, la nueva medida principal ante la DANA será el permiso retribuido no recuperable que facilitará que los trabajadores que justificadamente no puedan acudir a sus centros de trabajo, no pierdan su salario ni sus cotizaciones. Vía Real Decreto-ley, podrán acogerse al mismo aquellas personas para las cuales el desplazamiento pueda suponer un peligro para su seguridad y salud o interfiera en las labores de rescate y recuperación de las zonas afectadas, siempre y cuando no sea posible el teletrabajo.
También cuando las personas trabajadoras necesiten atender a sus familiares desaparecidos o hacerse cargo del fallecimiento de los mismos; cuando, como consecuencia de la pérdida de sus viviendas o enseres, no estén en disposición de acudir al trabajo; o cuando, como consecuencia del cierre de colegios, residencias o servicios públicos en general, deban hacer frente a necesidades de cuidados de familiares.
“Vamos a desplegar de nuevo nuestro escudo de ERTEs para que la gente no pierda el empleo, para que se pueda reconstruir la infraestructura productiva valenciana y para que las empresas y los trabajadores tengan un escudo que les proteja; y desde luego vamos a garantizar el empleo para que no haya despidos en circunstancias tan terribles. Este es el momento de poner todas las medidas en el asador para que nadie pueda perder el empleo y para que las empresas puedan a la mayor brevedad posible recuperar la actividad”, aseguró Pérez Rey.
Reducción de jornada
De ahí que la reducción de jornada haya quedado pospuesta: “Nuestros ojos están en Valencia, hemos decidido suspender la reunión para la reducción de jornada porque ahora todos nuestros esfuerzos, pero también los de los interlocutores sociales están centrados en salvar la situación. Esa es nuestra prioridad y ahora mismo todo lo que no sea centrarnos en ayudar a los trabajadores y a las empresas no cabe en nuestra agenda”.
Cuando próximamente se celebre está reunión, el Departamento de Yolanda Díaz espera “un sí o un no definitivo” por parte de CCOO, UGT, CEOE y Cepyme a su última propuesta para llevar, por ley, la jornada laboral semanal desde las 40 horas actuales a 37,5 horas. No obstante, ya tiene sobre la mesa la negativa de CEOE y Cepyme, que ya han adelantado su rechazo a una medida que, en sus palabras, supone una “intromisión en la autonomía de la negociación colectiva, consagrada en el artículo 37.1 de la Constitución”. Pese a la oposición ya manifestada de las patronales a sumarse a un acuerdo con Gobierno y sindicatos, los representantes empresariales sí tenían previsto acudir a la reunión.
Movilizaciones en el horizonte
Para la vicepresidenta segunda y ministra Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, el discurso empresarial de no reducir la jornada laboral por ley porque supone una intromisión a la autonomía de la negociación colectiva “no es real”, sino que forma parte de un “excusario” para no tomar una de las medidas “más necesarias” para mejorar la productividad y la vida de los trabajadores. El ‘no’ de las patronales abre un nuevo escenario en esta negociación: Trabajo buscará un acuerdo con CCOO y UGT para llevar cuando sea posible al Congreso la rebaja de la jornada, donde tendrá que garantizarse apoyos suficientes para su aprobación, informa Europa Press.
El rechazo de CEOE y Cepyme a la oferta de Trabajo traerá, previsiblemente, otras implicaciones: que las ayudas que se habían propuesto hasta ahora para ayudar a las empresas más pequeñas a transitar hacia las 37,5 horas semanales decaigan. Dicha propuesta contemplaba la concesión de ayudas directas por un importe global de hasta 375 millones de euros dirigida a las pymes de menos de cinco trabajadores de los sectores de hostelería, comercio, agricultura, limpieza y peluquerías.
Entre tanto, los sindicatos siguen con su agenda en favor de la reducción de jornada. Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, mantendrán sendas reuniones con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y con el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, como parte de la ronda de contactos. En el horizonte, junto a las reuniones con las formaciones políticas, “con toda seguridad, cuando avancen las semanas”, los sindicatos irán también a un proceso de movilizaciones para impulsar las 37,5 horas, según señaló recientemente el secretario general de CCOO, Unai Sordo.