Todavía no ha llegado al Parlamento y el asunto de la reducción de la jornada laboral está ya generando desencuentros en el seno del Gobierno de Sánchez. Yolanda Díaz y Carlos Cuerpo se han vuelto a reunir por segunda vez en una semana para intentar acercar posturas sobre la tramitación y han llegado a un acuerdo: el próximo 27 de enero se abordará en la comisión delegada del Gobierno para Asuntos Económicos el texto para la reducción de la jornada laboral. Era el compromiso que Trabajo quería arrancar de Economía, para que inmediatamente después, se pueda llevar en el Consejo de Ministros del día siguiente, ese mismo martes 28 de enero. Aunque este segundo trámite no queda claro todavía.
En su primer cara a cara el lunes, salieron los dos ministros sin ningún acuerdo en firme. Dijeron fuentes de Trabajo y Economía que había sido una reunión “con ánimo cordial y constructivo” y que iban a seguir negociando pero no tuvo más recorrido.
El objetivo de Yolanda Díaz, y así se firmó en el pacto de Gobierno, es que se pueda reducir la jornada laboral de las 40 horas semanales actuales a las 37,5 horas y que se aplique ya este año 2025. Si no se tramita con urgencia, se desbarata el calendario y podría alargarse a 2026, que es lo que ha dejado caer en varias ocasiones el ministro Carlos Cuerpo. Pero Díaz no está dispuesta a ceder y quiere llevar su propuesta estrella de esta legislatura pese a quien le pese, incluso si eso supone enfrentarse con otro colega de Gobierno. Lo ha dicho en varias ocasiones, “yo me comprometo con mi país y cumplo lo que digo. Creo que la política concebida como una manera de prometer cosas y después incumplirlas es lo que hace que ensanche, sin lugar a dudas, los votos, a la extrema derecha. Hacer promesas e incumplirlas es muy grave en democracia. Y yo creo que soy clarísima, lo que digo lo cumplo. Nos merecemos, como país, darle una alegría a la gente trabajadora. Estoy sorprendida que a estas alturas el PSOE diga que no quiere cumplir con el acuerdo de gobierno de nuestro país. Yo pensé que una vez que se había marchado Nadia Calviño las cosas iban a cambiar en el Gobierno de España. Y ya ven, tenemos personas diferentes en el Ministerio de Economía y los comportamientos son los mismos”.
La Patronal se ha negado a esta reducción que supone, en la práctica, trabajar media hora menos al día sin que eso suponga una merma en el salario. Aseguran desde CEOE que aumentarían los costes laborales, inasumibles para algunas pequeñas empresas, y que se reduciría la productividad, en un momento en el que no llegamos a la media de la Unión Europea. Es más, desde la Patronal aseguran que para llegar a los niveles comunitarios de productividad, deberíamos ampliar el tiempo trabajado a las 41,2 horas semanales.
Después de varios reproches públicos y reuniones en privado, en esta ocasión, el contacto entre ambos ministros sí ha sido más fructífero. Se produce justo después de que haya trascendido el malestar de los sindicatos, que se han alineado con la ministra Díaz sobre la necesidad de una tramitación urgente. Es más, tuvieron una conversación acalorada con la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por este asunto según publica El Español. Tras el acto sobre vivienda que presidió el lunes el presidente de Gobierno, Montero estuvo conversando con el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo y con el secretario general de UGT, Pepe Álvarez y le pidieron que acelerara el ritmo para la tramitación de la reducción de la jornada y que se respete la literalidad del texto firmado con Trabajo. Y una amenaza si no se cumple con lo pactado: habrá movilizaciones si no llega al consejo de Ministros.
Se lo dijeron a Montero en privado pero también lo han confirmado los sindicatos en público. Unai Sordo matizó que no hubo bronca pero sí una conversación en la que se dejó claro que “el acuerdo sobre jornada laboral suscrito con el Gobierno es intocable. Para que sea viable tiene que tramitarse de manera urgente para cumplir con los plazos de entrada en vigor que se recoge en el acuerdo. Le decimos al Gobierno que cualquier tipo de matiz que pueda haber dentro del ejecutivo que lo resuelvan entre ellos pero CCOO no va a asumir que se modifique lo pactado y que se tramite cuanto antes por vía de urgencia. Si no se lleva al consejo de Ministros evidentemente va a hablar movilizaciones, haremos seguimiento de las cuestiones de cada grupo y habrá movilizaciones en caso de que se pretenda desnaturalizar el acuerdo. Si las medidas que se pactan son regresivas o cuestionan el fondo del acuerdo nos vamos a movilizar”.
Habrá que ver si finalmente llega al consejo de Ministros el 28 de enero. Entonces comenzará otra yincana, su tramitación en el Congreso y las trabas de Junts. Pero ese será otro capítulo.