El año 2024 está llegando a su fin y pase lo que pase se va a recordar con una etapa complicada a nivel económico, que ha traído muchos quebraderos de cabeza a todos, tanto a nivel fiscal, como de ingresos. Ya sea por los problemas causados por la inflación o simplemente por todo lo que genera el resto de dudas que hay alrededor de nuestro sistema económico, no estamos ni mucho menos en nuestro mejor momento. El problema es que eso no tiene visos de que vaya a mejorar, al menos en el corto plazo, porque en 2025 se prevé un duro golpe en lo que a impuestos se refiere, ya que van a subir algunos de los más importantes.
Todo esto se debe a que España tiene un déficit presupuestario estimado de unos 4.500 millones de euros. Esto quiere decir que el Estado gasta más dinero del que ingresa anualmente. Lo que genera problemas a la hora de pagar las pensiones, la sanidad pública o la educación pública, y por eso hay que equilibrarlo de alguna manera.
Ya ha dejado claro el gobierno, por voz de su ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que habrá pronto una subida de impuestos dirigida principalmente a las personas con mayores ingresos y a las grandes empresas. Aunque es muy probable que aunque estos sean los más afectados, también nos cause problemas a todos en mayor o menor medida.
Los impuestos más importantes, al alza
Los impuestos que van a sufrir cambios son principalmente aquellos que dependen del consumo y de la inversión. Para empezar, las cotizaciones sociales asociadas al trabajo subirán 0.80%. La cosa está un poco mejor para los asalariados, puesto que solo tendrán que abonar un 0,13% más, mientras que el otro 0,67% recaerá sobre tu empresa. Aunque la mala noticia es, una vez más, para los autónomos, que tendrán que asumir ese 0,80% íntegramente.
Pero no solo esto, porque por ejemplo, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), también podría verse incrementado. De hecho, los expertos de BussinesInsider aseguran que “es probable que los tramos superiores del IRPF vean un incremento en los tipos impositivos, lo que afectará a aquellos contribuyentes con ingresos más elevados”. Pero no solo eso, ya que también se está especulando con que bajen algunas de las deducciones fiscales presentes hasta ahora, lo que afectaría al grueso de los españoles. Como afectar lo haría aún más si se confirma que junto al IRPF, también sube el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
El IVA, en aumento
Desde la misma publicación explican que, “aunque no se ha confirmado una subida directa de los tipos impositivos, existe la posibilidad de que algunos productos o servicios que tributan a tipos reducidos (como el 10%) pasen al tipo general del 21%”. Lo que encarecería aún más el día a día y la vida de una sociedad que de por sí ya sufre una brutal pérdida de patrimonio por la descontrolada subida de precios que nos atañe en casi cualquier aspecto.
Además, parece ser que está sobre la mesa la idea de recrudecer impuestos medioambientales como el impuesto al diésel, así como la subida de impuestos asociados a los productos de lujo como los yates o los coches deportivos. Algo que seguramente no le afecte a la mayor parte de la población, aunque sí a las mayores fortunas, porque al fin y al cabo, esa era la promesa del Gobierno, subir los impuestos a los que más ganan.