Telefónica, que acaba de cumplir cien años de vida, ha sido y es hoy una compañía con un importante legado femenino. En el imaginario colectivo aún se recuerda a sus acciones como `matildes´, gracias a la campaña publicitaria de 1967 protagonizada por José Luis López Vázquez para llegar a los inversores minoristas. Campaña avanzada para la época con el hombre en la cocina en las tareas del hogar mientras Matilde tomaba café con sus amigas.
Más allá de la anécdota de las `matildes´, con nombre de mujer, Telefónica supuso para muchas mujeres su independencia. Saltando 50, 70,.. 100 años atrás, se puede entender que, entonces, ser telefonista significaba tener autosuficiencia económica con un empleo `moderno´, que nada tenía que ver con las oportunidades laborales en fábricas o en servicio doméstico, que era a lo que la mayoría de las mujeres de entonces podían acceder. Y esa oportunidad laboral para las chicas del cable venía de la mano de Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), fundada el 19 de abril de 1924.
Llegar a ser telefonista no era fácil. Primero había que cumplir una serie de requisitos como ser soltera, tener entre 18 y 27 años, no utilizar gafas y tener cierta altura para poder llegar a ser capaz de separar los brazos 1,55 metros. Y luego, superar unas oposiciones con pruebas de cultura general y de geografía, matemáticas, dictado y lectura, que en sí mismas ya suponían una gran preselección, dada la limitada educación básica de entonces, muy especialmente entre las mujeres.
Si eran seleccionadas, pasaban a formar parte del departamento de operaciones, en un trabajo que aunaba gestión de la red y atención al público, algo que no ha vuelto a suceder desde entonces por la especialización de los departamentos. Ya entonces, la metodología de trabajo estaba pautada en un Manual de la Telefonista, que comenzaba: “Señorita: sus manos, que ahora reciben este folleto, son las que impulsan el sistema nervioso de la nación, al establecer las comunicaciones telefónicas”.
Señorita: sus manos, que ahora reciben este folleto, son las que impulsan el sistema nervioso de la nación, al establecer las comunicaciones telefónicas.
En 1973, la empresa llegó a contar con 11.0000 telefonistas, una figura que desapareció a finales de los años ochenta. En 1988, desde Polopos (Granada), Magdalena Martín se convirtió en la última telefonista en cursar una llamada manual, cerrando así una parte de la historia de la compañía.
En la década de los ochenta el porcentaje de mujeres en la plantilla de Telefónica sumaba el 28%. En 2023 alcanzó el 38,7% de un universo de más de 104.000 empleados. Aunque hasta entonces las telefonistas constituían el 99,7% de la plantilla del departamento de operaciones al que estaban adscritas, en esos años el talento femenino también se fue incorporando a otras funciones en las áreas administrativas y también a trabajos muy masculinizados. En esa época, alrededor del 2% de los celadores eran mujeres, un trabajo manual relacionado con el tendido de los postes para sostener la red, y un 0,8% trabajaban en centrales telefónicas. Coincidiendo con estas fechas de aniversario, Telefónica apagará todas sus centrales de cobre y será un caso de liderazgo en el sector al completar la migración de su infraestructura fija de cobre a fibra, que ha supuesto la clausura de 8.532 centrales antiguas.
Una mujer celadora en Telefónica en los años 80.
Patrocinio Robledo Viana, primera directiva
El 1 de abril de 1973, Patrocinio Robledo Viana se convirtió en la primera mujer directiva de la compañía, que por aquel entonces contaba con 15.435 empleadas. Por primera vez se nombró a una mujer como delegada provincial en Santander, asumiendo toda la responsabilidad de la zona y gestionando un equipo de 650 personas, un 92% de ellos hombres. Patrocinio es madre y abuela de «telefónicas», algo relativamente frecuente en la compañía.
Fue la punta de lanza para otras muchas. Hoy la compañía cuenta con un 32,8% de mujeres en los puestos de dirección y se ha propuesto alcanzar una representatividad del 37% en 2027. En este objetivo, la junta general de accionistas acaba de aprobar incluir la diversidad de género en el incentivo a largo plazo de su presidente, José María Álvarez-Pallete, su consejero delegado, Ángel Vilá -en calidad de consejeros ejecutivos- y la alta dirección. Actualmente, Laura Abasolo, directora general de Finanzas y Control y Responsable de Hispanoamérica, se sienta en el Comité Ejecutivo. Ella es la única mujer que participa en la alta dirección de Telefónica, entendida como la que se reporta así en el informe de buen gobierno corporativo.
Patrocinio Robledo fue la primera directiva de Telefónica.
Eva Castillo, primera consejera
Eva Castillo fue la primera mujer en sentarse en el consejo de administración de la compañía. La entonces responsable de Merrill Lynch Banca Privada para Europa fue designada, en enero de 2008, consejera independente de Telefónica, por su conocimiento de los mercados financieros, de la economía y de las telecomunicaciones. Posteriormente, llegaría a ser directiva de Telefónica (presidenta de Telefónica Europa) y patrona de Fundación Telefónica.
Desde el pasado 13 de diciembre, con el nombramiento por cooptación, ratificado en la junta de accionistas del pasado 12 de abril, de Solange Sobral como nueva consejera independiente en sustitución de un homólogo masculino, el consejo de administración de Telefónica cumple con la futura de Ley de Paridad con un 40% de consejeras, todas ellas en calidad de independientes.
Apoyo al talento femenino
Cien años después de su fundación, Telefónica sigue apoyando el talento femenino con diferentes iniciativas. Una en la que tiene particular empeño es potenciar la incorporación de perfiles altamente cualificados en puestos tecnológicos, un tipo de carreras que con carácter general resultan menos atractivas para las mujeres. A través de Telefónica Tech, la unidad de negocio B2B de Telefónica con servicios alrededor de tecnologías, desarrolla iniciativas como Girls Inspire Tech, desde la cual se impulsan las vocaciones tecnológicas hacia carreras STEM en niñas y jóvenes o `42´, la escuela de programación de Fundación Telefónica, que cuenta con programas especialmente dirigidos a las mujeres.
El deporte también forma parte de su vinculación con la mujer. La nadadora paralímpica Teresa Perales es embajadora de la Fundación Telefónica por su espíritu de superación, valentía y emprendimiento. La compañía apoya la carrera de la campeona olímpica de bádminton Carolina Marín desde 2019, además de impulsar y patrocinar los equipos femeninos, tanto del Movistar Team de ciclismo como del Movistar Estudiantes de baloncesto.
Ayer, Telefónica conmemoró su centenario con el tradicional toque de campana en la Bolsa de Madrid, protagonizado por su presidente, José María Álvarez-Pallete. “El apoyo constante de nuestros accionistas ha sido uno de los pilares fundamentales en la evolución y éxito de Telefónica. Tener acciones es parte del patrimonio de muchas familias españolas y nos sentimos profundamente privilegiados de tener esa responsabilidad. Cada estrategia, cada decisión que hemos tomado, ha sido con el objetivo de crear valor para nuestros accionistas. Vuestra confianza es la razón de nuestro compromiso”, aseguró.
Las ‘matildes’ siguen latiendo hoy al ritmo del siglo XXI en el corazón de una gran operadora y compañía tecnológica global como Telefónica, reflejo a su vez de la modernización de España.