El nuevo escenario sanitario que se perfila tras la renovación del concierto de Muface ha dejado sobre la mesa cifras que preocupan a funcionarios, aseguradoras y responsables del sistema público. El progresivo trasvase de mutualistas hacia la sanidad pública, la salida de DKV del sistema y el envejecimiento de la población adscrita a las aseguradoras marcan un punto de inflexión en el modelo que Muface ha mantenido durante décadas.
Los últimos datos publicados por Muface, correspondientes al cierre del año 2024, reflejan una transformación profunda. Durante el último convenio, que estuvo en vigor desde 2022 hasta finales de 2024 (aunque se prorrogó unos meses por problemas en la licitación del nuevo concierto), los mutualistas adscritos a la Seguridad Social aumentaron un 33%, mientras que las aseguradoras perdieron un 4,2% de su cartera conjunta.
Muface: un modelo en transición
La evolución del número de afiliados evidencia un cambio de tendencia en el sistema sanitario de Muface. A finales de 2024, 506.756 mutualistas habían optado por la sanidad pública, frente a los 380.884 de finales de 2021. En apenas tres años, 125.691 funcionarios y familiares han abandonado las aseguradoras privadas para integrarse en el sistema de salud de sus comunidades autónomas.
Este crecimiento en las filas de la Seguridad Social contrasta con la pérdida conjunta de las aseguradoras que colaboraban con Muface en el anterior concierto. La suma de mutualistas asegurados en Adeslas, Asisa y DKV pasó de 1,10 millones a 1,05 millones entre 2021 y 2024. El descenso de 46.806 personas supone una pérdida significativa, aunque menor al crecimiento observado en el sistema público.
El trasvase evidencia que Muface se enfrenta a un desafío de fondo: el modelo tradicional de concertación sanitaria comienza a mostrar síntomas de desgaste. Mientras tanto, más funcionarios optan por un proveedor público frente a las aseguradoras privadas.
Adeslas y Asisa pierden peso en la mutualidad

Fachada de una clínica privada de Asisa en Barcelona | EFE
Entre las aseguradoras, Adeslas sigue siendo la más elegida dentro de Muface, con 504.040 mutualistas a cierre de 2024. No obstante, también ha sufrido una caída del 3,5% respecto al inicio del anterior convenio, lo que se traduce en 18.674 usuarios menos. Por su parte, Asisa ha experimentado un retroceso aún mayor: un 9,1% de pérdida, al pasar de 387.682 a 352.081 mutualistas, lo que representa una reducción de 35.599 personas.
Ambas compañías ven cómo se reduce su peso relativo dentro de Muface, en un contexto donde el sistema público parece ganar terreno. La pérdida de mutualistas no solo implica un ajuste económico, sino también una reformulación estratégica para adaptarse a las nuevas dinámicas del colectivo funcionario.
La salida de DKV, el gran quebradero de cabeza del nuevo concierto

La fachada de un edificio de la compañía | DKV
Uno de los cambios más relevantes en el nuevo concierto sanitario de Muface es la salida de DKV, que hasta ahora era la tercera aseguradora participante. Aunque DKV fue la única que incrementó su número de mutualistas entre 2021 y 2024, con una subida del 3,8% hasta alcanzar los 201.318 asegurados, la entidad ha decidido abandonar el sistema. Esta decisión obliga a todos sus asegurados a elegir entre Adeslas, Asisa o la sanidad pública.
La salida de DKV genera un vacío importante en algunas regiones. En Cataluña, por ejemplo, DKV acumulaba 58.669 mutualistas, más que Adeslas y Asisa juntas. En Madrid, la cifra era menor, con 5.638 asegurados. Sin embargo, este cambio forzará un reacomodo masivo dentro de Muface, y es previsible que parte de los usuarios de DKV migren hacia la sanidad pública.
Este fenómeno podría acelerar la tendencia ya observada en los últimos años, favoreciendo aún más la incorporación de mutualistas al sistema público y debilitando el modelo concertado que ha sostenido Muface históricamente.