Tener hijos es una de las decisiones más importantes en la vida de cualquier persona. Además de la emoción y la ilusión que trae consigo, implica una responsabilidad financiera significativa. En España, el coste de criar a un hijo ha aumentado de manera considerable en las últimas dos décadas, impulsado por diversos factores económicos como la inflación, el aumento del coste de la vida y las nuevas necesidades de las familias.
Según un estudio reciente publicado por Raisin, se estima que criar a un hijo en España puede costar más de 330.000 euros desde su nacimiento hasta su emancipación.
La evolución del coste de criar a un hijo en España
A lo largo de los años, el coste de criar a un hijo ha experimentado un aumento del 50 %. Hap asado de aproximadamente 218.849 euros hace dos décadas a 334.343 euros en la actualidad. Este incremento refleja la evolución económica del país, el encarecimiento de servicios esenciales —como la educación, la salud y la alimentación— y la prolongación de la dependencia económica de los hijos debido a la precariedad laboral juvenil y el retraso en la edad de emancipación.
En 2024, el estudio de Raisin revela que la crianza de un hijo hasta los 31 años supone un gasto de 334.343 euros, mientras que en el caso de las niñas, el coste es ligeramente inferior, ascendiendo a 324.894 euros. Esta diferencia de casi 10.000 euros se debe, en gran medida, a la tendencia de las mujeres a independizarse antes que los hombres. Eso reduce el tiempo de dependencia económica.
El impacto de la edad en la emancipación
Uno de los factores más determinantes en el coste de criar a un hijo en España es la edad de emancipación. En la actualidad, la media de edad a la que los hombres se independizan es de 31,3 años, mientras que las mujeres lo hacen a los 29,4 años. Sin embargo, esta cifra ha aumentado en los últimos dos años, retrasándose entre 0,3 y 0,6 años respectivamente.
Este retraso en la emancipación está ligado a la situación económica de los jóvenes en España. La precariedad laboral, los contratos temporales y los bajos salarios dificultan que los jóvenes puedan asumir la independencia económica a una edad más temprana. Eso obliga a las familias a continuar asumiendo parte o la totalidad de los gastos de sus hijos durante más tiempo.
Principales gastos asociados a criar a un hijo
El coste de criar a un hijo varía en función de numerosos factores como la localización, el acceso a servicios públicos o el estilo de vida de cada familia. A continuación, detallamos algunos de los principales gastos que las familias españolas deben asumir a lo largo de los años:
- Educación. Uno de los principales costes que impactan el presupuesto familiar es la educación. Si bien la educación pública en España es gratuita, los gastos asociados como material escolar, actividades extracurriculares y, en muchos casos, educación privada o concertada, pueden representar una carga económica importante. Además, solo el 20,60 % de los menores de tres años está escolarizado en guarderías públicas. Eso obliga a muchas familias a recurrir a centros privados o a contratar servicios de cuidado, elevando considerablemente el gasto durante los primeros años de vida del niño.
- Alimentación. A medida que el hijo crece, la alimentación también juega un papel relevante en los gastos familiares. Desde la compra de alimentos básicos hasta las dietas específicas por razones de salud o estilo de vida, el coste de alimentar a un niño puede variar considerablemente. Con la inflación que ha afectado a productos esenciales, este es un gasto que ha crecido sustancialmente en los últimos años.
- Sanidad. Aunque la sanidad pública cubre muchos servicios en España, ciertos tratamientos, medicamentos y consultas especializadas no siempre están completamente subvencionados. El caso más evidente es la oftalmología y las ortodoncias.
- Ropa y calzado. Durante los primeros años de vida, el crecimiento acelerado de los niños implica un gasto constante en ropa y calzado. A medida que crecen, aunque la frecuencia de compra disminuye, la necesidad de prendas adecuadas para la escuela, actividades deportivas y eventos sociales sigue siendo un gasto significativo.
- Vivienda. Aunque la vivienda no está directamente relacionada con la crianza de los hijos, el tamaño del hogar y la adecuación del espacio a medida que los hijos crecen puede requerir cambios, desde reformas hasta mudanzas a viviendas más grandes. Todo ello afecta el presupuesto familiar.
- Celebraciones y ocio. Las celebraciones como cumpleaños, Navidad y comuniones, así como el ocio familiar, suponen otro gasto relevante en el presupuesto anual de las familias. Estas ocasiones especiales, aunque variables según las costumbres familiares, representan un gasto que no se puede ignorar.