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¿Cuál es el mejor país del mundo para una mujer trabajadora?

Suecia e Islandia encabezan el Índice de Techo de Cristal 2025. España mejora y entra en el top 10, pero aún arrastra brechas de género significativas. EEUU siguen sin permisos parentales remunerados

En honor al Día Internacional de la Mujer, The Economist publicó su índice anual de “techo de cristal”, una clasificación que evalúa las condiciones laborales de las mujeres en los países de la OCDE. El informe de 2025 sitúa a Suecia en el primer lugar, seguida de Islandia y Finlandia. Noruega y Portugal completan los cinco primeros puestos. España alcanza la octava posición, reflejando avances significativos en materia de igualdad. Sin embargo, la brecha con los países nórdicos evidencia que todavía queda camino por recorrer.

En los países vecinos a España, Portugal escala posiciones gracias a una brecha salarial especialmente baja (6,1 %) y a sus costes accesibles en el cuidado infantil. Francia, en cambio, pierde peso en el índice, tras retroceder ligeramente en representación femenina tanto en el ámbito empresarial como parlamentario.

En el caso de Estados Unidos, no obtiene una buena posición debido a que no cuenta con una licencia parental obligatoria a nivel federal, siendo el único país de la OCDE que no cuenta con esa política. Lizzy Peet, investigadora de datos de The Economist, considera que no es un dato alarmante, ya que el país estadounidense suele situarse por debajo del promedio de la OCDE en este ámbito. Aun así, el país norteamericano mejora en presencia femenina en puestos de liderazgo (42,9 %), lo que explica su leve ascenso en el ranking. El Reino Unido también escala cuatro posiciones por motivos similares.

Permiso parental: compromiso por la igualdad

El índice compara las condiciones laborales de las mujeres de 29 países mediante diez indicadores: desde la participación femenina en el mercado laboral y la brecha salarial de género, hasta la representación en cargos directivos, las políticas de permisos parentales y los costes de cuidado infantil.

En el caso de Estados Unidos, Peet afirma que “la licencia parental obligatoria obliga a muchas mujeres a abandonar la fuerza laboral, lo que contribuye a que todavía exista una brecha de género considerable y a que la representación de las mujeres en puestos directivos sea un poco menor de lo que debería ser”.

Los países nórdicos lideran

En 2025, Suecia desbanca a Islandia, que había liderado el ranking durante dos años consecutivos, gracias a mejoras en la presencia femenina en puestos directivos y en consejos de administración. “Los países con menor mujeres en puestos directivos y menos mujeres ascendiendo en la escala corporativa tienden a tener brechas salariales más amplias“.

El 43,7% de los cargos directivos en el país nórdico están ocupados por mujeres, el porcentaje más alto de toda la OCDE y el 37,7% ocupan puestos en consejos de administración. Además, la brecha salarial se sitúa en un 7,3%, muy por debajo de la media del 11,4% del organismo internacional. En su caso, Suecia siempre ha tenido un índice muy positivo en igualdad desde la publicación del informe del Foro Económico Mundial en 2006.

 

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Suecia e Islandia en la cabeza

Según el informe, el modelo nórdico no es nuevo. Desde hace décadas, estos países han apostado por políticas públicas orientadas a facilitar el acceso femenino al mercado laboral, con medidas como licencias parentales igualitarias, horarios flexibles y sistemas educativos que fomentan la equidad desde etapas tempranas. En el caso de Islandia, su descenso en el ranking se responde a que el indicador del número de mujeres en puestos directivos cayó del 39,6% al 36,8%. “El hecho de que haya bajado en puntos porcentuales ha perjudicado su posición en el ranking, pero, en general, le va muy bien en muchos indicadores, especialmente en comparación con Estados Unidos”, indica la investigadora de The Economist.

En el polo opuesto, Japón, Turquía y Corea del Sur repiten en los tres últimos lugares por undécimo año consecutivo, penalizados por su baja presencia femenina en el liderazgo y en los parlamentos: menos del 17 % en dirección y menos del 20 % en política.

España avanza con nuevas políticas

La octava posición de España en el ranking refleja avances notables, impulsados en parte por la implementación de políticas recientes. En agosto de 2024, se aprobó la Ley Orgánica 2/2024 de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres, que establece la obligación de una representación mínima del 40% de mujeres en órganos de decisión tanto en el ámbito público como privado. También la Ley 11/2018 obliga a las empresas a hacer pública la información acerca de las diferencias salariales entre hombres y mujeres y la brecha salarial por género.

En el conjunto de la OCDE, la brecha salarial se mantiene estancada en el 11,4 %; y en países como Australia y Japón incluso ha repuntado ligeramente tras la pandemia. Si bien en España, la brecha salarial se acorta gracias al aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). En aproximadamente una década, la diferencia entre lo que cobran hombres y mujeres en agregado en un año se ha reducido en más de seis puntos porcentuales. Las estadísticas muestran que esta variable ha pasado del 24% en 2013 al 17,09% en 2022, lo que permite pensar, al observar la tendencia, que para el final de 2024 se habrá reducido aún más, según el informe de UGT sobre discriminación salarial hacia las mujeres.

Informe Women in Business

Según el informe Women in Business 2025 de Grant Thornton, España cuenta con un 38,4% de mujeres en puestos directivos, una cifra muy positiva, en términos generales. No obstante, ha habido una caída en los puestos de mujeres en puestos de CEO de un 19,3%, lo que representa una disminución de siete puntos porcentuales. En el caso de las presidentas, el porcentaje es de un 4,5%. También muestra cifras positivas: la presencia del talento femenino en la alta dirección ha tenido un incremento de 4,6 puntos porcentuales en los últimos cinco años y de 12,8, durante el último decenio.

Esta tendencia sugiere que, lejos de avanzar en la igualdad dentro del ámbito empresarial, se están produciendo retrocesos en la inclusión de mujeres en los más altos niveles de decisión: “Es una preocupación clave, ya que estas posiciones tienen un impacto directo en la promoción de políticas de equidad dentro de las organizaciones”.

El techo, todavía presente

Este es el decimotercer año que ‘The Economist’ publica su Índice de Techo de Cristal. Desde 2013, el estudio ha pasado de cinco a diez indicadores y de 26 a 29 países, incorporando variables clave como las bajas parentales y la presencia parlamentaria femenina. Pese a las mejoras, la conclusión es que el techo de cristal sigue intacto en muchas economías avanzadas: “Aumentar la presencia de mujeres en la base no basta si no hay representación real en la cima”.

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