Solicitar la jubilación es un proceso importante que debe de realizarse con cautela y teniendo en cuenta la base reguladora y el IPC, que tienen una relación directa. Por norma general, lo mejor es evitar los primeros seis meses del año, que no ayudarán a que la cuantía a percibir sea más alta.
La edad de jubilación llega en España para los nacidos entre 1958 y 1975, personas que comenzarán ahora a solicitar la pensión correspodiente por los años cotizados a lo largo de sus vidas. Sin embargo, la mayoría no suele ser conocedora de que hay meses que son mejores que otros para pedir esta cuantía. Esto es esencial para evitar perder poder adquisitivo, sobre todo si se tiene en cuenta que ahora mismo la inflación en nuestro país alcanza el 3,4%.
Para entender los ingresos por jubilación, es importate tener en cuenta la reformas de pensiones impulsada por Jose Luis Escrivá, que introdujo el mecanismo de revalorización de pensiones según el índice de precio al consumo (IPC) del ejercicio anterior al de la revalorización. Las pensiones de este 2024 se han revalorizado con carácter general en un 3,8%.
Los mejores meses para solicitar tu pensión
Por norma general, los meses con un IPC más alto suelen ser los de la segunda mitad del año, sobre todo noviembre y diciembre. La clave está en que cuanto más alto sea el porcentaje de la tasa de inflación, mayor será la cuantía a percibir por la persona solicitante de la pensión.
De este modo, un trabajador jubilado en diciembre podría cobrar más que alguien jubilado en enero, aunque su tiempo de cotización y edad sean las mismas. Esto es debido a que el IPC, índice que juega un papel esencial en las pensiones de jubilados, es mayor conforme va avanzando el año. Por ello, a nivel orientativo, la mejor fecha para jubilarse es a partir de julio, una vez que ya se han superado los seis primeros meses del año.
Por otro lado, es importante destacar que la solicitud de pensión por jubilación deberá realizarse en los tres meses anteriores y posteriores de finalización en la empresa.
Los factores que influyen en la pensión
Además de los años cotizados y la edad, tambiéninfluye la base reguladora, cuantía sobre la que se calcula la prestación; y la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC) o inflación. Este último indicador suele tener a aumentar, así lo ha hecho en los últimos meses. Algo que no beneficia a los destinatarios de las pensiones.
En función de la base de cotización, la pensión a percibir será mayor o menor. Por ello, saber calcularla es esencial para orientarse en lo que el jubilado va a recibir una vez que deje de trabajar.
Esta se calcula en base a la remuneración mensual bruta que recibe el trabajador. Incluye las pagas extra prorrateadas, ya que se tienen en cuenta 12 bases de cotización al año, y otros elementos como las vacaciones no disfrutadas o las horas extras. En la base de cotización no se incluyen dietas y otros conceptos como gastos de transporte.
Además, es importante tener en cuenta que la Seguridad Social fija cada año unos topes máximos y mínimos para las bases de cotización de las diferentes profesiones y sobre ellas, se calculan las cotizaciones sociales (cuotas de cotización). Estas son las cantidades que deben aportar al mes tanto las empresas como los trabajadores y que sirven para financiar el sistema público de pensiones de reparto. La base de cotización de cada trabajador se puede consultar en la nómina mensual o en la vida laboral.