La tercera reunión del año entre el Ministerio de Sanidad y los principales sindicatos nacionales celebrada el pasado jueves terminó sin avances significativos. La esperada reforma del Estatuto Marco de Sanidad, documento clave que regula las condiciones laborales de los profesionales sanitarios, ha entrado en punto muerto. La Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) ha denunciado que la negociación está bloqueada por la negativa del ministerio a comprometerse con mejoras salariales inmediatas.
Según CSIF, Sanidad condiciona cualquier subida económica a la aprobación de futuros Presupuestos Generales del Estado, sin concretar plazos ni fechas. Esta postura ha desatado el malestar sindical y ha encendido las alarmas en un momento clave para la renovación del Estatuto Marco de Sanidad. El conflicto, lejos de solucionarse, amenaza con traducirse en movilizaciones masivas en las próximas semanas.
Las subidas salariales, centro del conflicto del Estatuto Marco de Sanidad
En esta última reunión, CSIF presentó una propuesta detallada sobre una nueva clasificación profesional y la correspondiente retribución económica asociada. El sindicato insiste en que cualquier reforma del Estatuto Marco de Sanidad debe contemplar un cambio estructural en el sistema salarial del personal del Sistema Nacional de Salud (SNS). Esta nueva estructura incluiría mejoras en el sueldo base, trienios, complemento de destino y un complemento por responsabilidad.
Según los sindicatos, la clasificación debe responder a criterios como la formación académica, la especialidad profesional, el desarrollo de carrera y las competencias del puesto. En este sentido, CSIF defiende que los médicos, por ejemplo, deberían contar con un Nivel de Complemento 28 y un nuevo complemento por responsabilidad que refleje la complejidad de su trabajo, dentro del nuevo marco regulador del Estatuto Marco de Sanidad.

Una imagen del Ministerio de Sanidad de España | Shutterstock
Pese a las presiones, el Ministerio de Sanidad mantiene un perfil bajo. Evita pronunciarse sobre el estancamiento de las negociaciones del Estatuto Marco de Sanidad y argumenta que no quiere “enturbiar el proceso”. Esta actitud ha sido interpretada por los sindicatos como una falta de voluntad política para afrontar los cambios necesarios.
CSIF ha advertido que, si no se atienden sus demandas antes del 3 de abril, iniciarán un calendario de movilizaciones en defensa de una reforma real del Estatuto Marco de Sanidad. Entre las medidas previstas se encuentran concentraciones, manifestaciones, paros parciales e incluso huelgas de todas las categorías profesionales del sistema sanitario.
Las retribuciones básicas, competencia estatal
Uno de los puntos más polémicos en la negociación del Estatuto Marco de Sanidad es que, según recuerda CSIF, las retribuciones básicas y complementarias fijas del personal estatutario dependen exclusivamente del Estado, no de las comunidades autónomas. Por tanto, cualquier mejora salarial debe partir del compromiso directo del Gobierno central. Algo que, hasta ahora, no ha ocurrido.
La propuesta sindical insiste en que el nuevo Estatuto Marco de Sanidad debe reflejar ese cambio estructural en el sistema retributivo, adecuando las condiciones económicas al nivel de formación y responsabilidad de cada profesional. Se trata de una reivindicación histórica del sector médico y sanitario, que lleva años exigiendo una reclasificación profesional y salarial acorde a sus funciones reales.

Una manifestación del sindicato de médicos Amyts en Madrid | EFE
La situación ha derivado en una fractura interna entre los distintos colectivos sanitarios. Los médicos, en concreto, se muestran particularmente críticos con el actual borrador del Estatuto Marco de Sanidad, filtrado semanas atrás. Consideran que no solo no mejora sus condiciones laborales, sino que incluso las empeora, marginando sus demandas históricas.
En respuesta, el pasado miércoles se presentó en Barcelona la Agrupación Profesional por un Estatuto Médico y Facultativo (APEMYF), formada por 15 organizaciones médicas implantadas en 11 comunidades autónomas. Su objetivo es claro: crear un frente común que luche por un Estatuto Marco de Sanidad propio para los facultativos, que les garantice una representación real en la negociación de sus condiciones laborales.