Guerra comercial

Cómo Trump puede acabar con Barbie

La compañía fabricante Mattel ya ha anunciado que se verá obligada a subir los precios de su muñeca más famosa si Trump mantiene los aranceles ya que el 40% de la fabricación la concentra en China y otro 10% en México

¿Quién no ha jugado alguna vez a las guerras de agua con globos? Quieres empapar al rival pero acabas salpicándote. Algo parecido le está sucediendo a Trump con su guerra de aranceles. Su intención es castigar a otros países, como China, México y Canadá, para que pierdan competitividad en Estados Unidos y las empresas americanas ganen peso nacional. Pero también se está haciendo daño a sí mismo. Con los aranceles al coche chino, los americanos acabarán comprando un vehículo que les salga más barato, como un Chevrolet made in USA. El problema es que esta política de aranceles en medio mundo está también salpicando a las empresas estadounidenses, algunos buques insignias americanos como es, por ejemplo, la Barbie. La compañía fabricante Mattel ya ha anunciado que se verá obligada a subir los precios de su muñeca más famosa si Trump mantiene los aranceles porque la mitad de su producción la realiza fuera de las fronteras estadounidenses. El 40% de la fabricación la concentra en China y otro 10% en México.

En su informe de resultados, la empresa comercializadora de Barbie confirma que “la orientación sobre los resultados incluye el impacto previsto de los aranceles estadounidenses sobre las importaciones de China, México y Canadá anunciadas el 1 de febrero, y las medidas de mitigación que tenemos previsto adoptar, como aprovechar la fortaleza de nuestra cadena de suministro y las posibles acciones de precios”.

Son muchas las empresas que tienen la producción fuera de su país o incluso en otro continente porque le sale más barato y es más fácil exportar. Por ejemplo, en la Unión Europea, grandes empresas automovilísticas como Mercedes, Stellantis o Volkswagen ensamblan sus vehículos en México para después exportarlos a Estados Unidos. Y aunque Trump no ha impuesto todavía aranceles a los productos de la Unión Europea, estas empresas, en su mayoría alemanas, ya están perjudicadas.

Lo mismo sucede con Mattel, con sede en California. Para no perder dinero, se vería obligada a trasladar al consumidor los costes adicionales de los aranceles.

Trump ya ha anunciado aranceles del 10% a todos los productos chinos que lleguen a Estados Unidos como represalia por la entrada de fentanilo procedente del país asiático. En el caso de Canadá y México, ha dado un margen de treinta días más para seguir negociando antes de imponer también aranceles del 25%.

Ya lo alertó el Fondo Monetario Internacional (FMI), los efectos inflacionistas de las medidas de Trump se pueden comenzar a sentir en su propio país. Las empresas estadounidenses con fábricas fuera sufrirán aumento de costes pero también los consumidores, los propios ciudadanos estadounidenses, tendrán que pagar más caros los productos que consumen. Por ejemplo, un coche importado les puede costar con los aranceles hasta 3.000 euros más.

Y las subidas de precios pueden forzar a la Reserva Federal a mantener los tipos de interés altos durante más tiempo. El propio presidente de Estados Unidos reconoció que las medidas proteccionistas pueden generar algo de “dolor” a corto plazo.

Las ventas de Mattel no van tan bien como les gustaría y cayeron un 1% en 2024, hasta los 5.379,5 millones de dólares. “Operamos en un entorno macroeconómico que puede afectar a la demanda de los consumidores. Las previsiones tienen en cuenta lo que la empresa conoce a día de hoy, pero siguen estando sujetas a la volatilidad del mercado, a perturbaciones inesperadas, incluidas medidas reglamentarias adicionales que afecten al comercio internacional, como los aranceles, y a otros riesgos e incertidumbres macroeconómicos”, explica la empresa.

Esa incertidumbre se está apoderando de las empresas de medio mundo, también de las españolas. En el sector agroalimentario hay tres productos estrella que son los que más se exportan a Estados Unidos y por lo tanto, estarían más perjudicados si Trump cumple con sus amenazas y extiende los aranceles al bloque europeo. Son el aceite de oliva, el vino y el queso. Según datos de la organización agraria COAG de 2023, las exportaciones agroalimentarias de España a Estados Unidos alcanzaron un valor de 1.728 millones de euros. De esa cifra, el aceite de oliva y el vino fueron los productos más destacados. El aceite de oliva lideró las exportaciones, con un valor de 640,5 millones de euros, seguido por el vino, que generó 340,2 millones de euros y el queso, 57 millones de euros. Tiemblan las empresas pero también los consumidores estadounidenses que percibirán los productos españoles como un lujo para unos pocos. Ya lo dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen, en una guerra arancelaria, todos salen perdiendo.

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