Una de las mayores preocupaciones de todos y cada uno de nosotros es la perder el trabajo, un hecho que nos aterra y nos hace estar muy preocupados por lo que nos pueda pasar al respecto. El desempleo siempre ha sido una lacra en España desde la crisis del 2008 y sucesivamente en las diferentes épocas de represión económica que hemos vivido. Pero por eso mismo, hay veces en las que cuando acabamos fuera de un trabajo en el que llevábamos un tiempo, solo nos queda una solución, el paro. Pero claro, no siempre es posible. Por eso vamos a hablar precisamente de eso, de cuando sí y cuando no somos elegibles para recibirlo.
¿Cuándo tengo derecho a paro?
Para empezar, el mayor y principal requisito para tener derecho a la prestación por desempleo en España es estar dado de alta en la Seguridad Social. Es decir, haber cotizado a la Seguridad Social mientras estabas empleado. La Seguridad Social es el sistema de seguridad pública que proporciona soporte económico a los ciudadanos en situaciones de desempleo, entre otras prestaciones vinculadas a la salud y el bienestar.
Otro de los grandes requisito es que la pérdida del trabajo no haya sido por nosotros, es decir, que se haya debido a algo involuntario, ya que en caso de renunciar voluntariamente al trabajo, no habrá derecho a percibir el paro. Aunque eso sí, hay excepciones, como los casos de mujeres que han sufrido violencia de género o sexual, en los que el contrato de trabajo puede extinguirse voluntariamente, pero por causas ajenas a tu voluntad. Y aquí sí, la trabajadora tiene derecho a percibir la prestación.
Cumplir con el periodo de cotización para cobrar el paro
Lo que se solicita en términos generales es haber cotizado un tiempo concreto para adquirir el derecho de cobrar la prestación por desempleo. La cantidad de días cotizados determina el tiempo durante el que se podrá percibir la cotización y los recoge el Artículo 3 de la Ley de Protección por Desempleo:
- Haber cotizado desde 180 hasta 359 días: 90 días de prestación
- Haber cotizado de 360 hasta 539 días: 180 días de prestación
- Haber cotizado de 540 hasta 719 días: 270 días de prestación
- Haber cotizado de 720 hasta 899 días: 360 días de prestación
- Haber cotizado de 900 hasta 1.079 días: 450 días de prestación
- Haber cotizado de 1.080 hasta 1.259 días: 540 días de prestación
- Haber cotizado de 1.260 hasta 1.439 días: 630 días de prestación
- Haber cotizado 1.440 días: 720 días de prestación
En general, debes haber cotizado al menos 360 días en los últimos seis años antes de perder tu empleo para tener derecho al paro. Sin embargo, el período de cotización requerido puede variar según tu edad y situación específica. Por ejemplo, si eres menor de 25 años, es posible que necesites menos días cotizados para calificar.
Otros aspectos necesarios para poder cobrar el paro
Para poder cobrar el paro hay otros muchos aspectos que afectan. Siendo el primero y principal estar en situación legal de desempleo, es decir, no puedes estar trabajando actualmente ni recibir otro tipo de prestación o subsidio similar. Tampoco podemos olvidarnos de inscribirnos como demandante de empleo para poder percibir la prestación, y rápido porque este registro es esencial para recibir el paro y debe hacerse dentro de un plazo determinado de 15 días después de perder el empleo. Hay que mirar también si no has agotado tu prestación por desempleo anterior, porque tienen que haber transcurrido más de tres meses para poder volver a cobrar el paro.