Desde el debate electoral contra el presidente Joe Biden de finales de junio gana enteros entre los analistas la posibilidad del retorno a la Casa Blanca del expresidente Donald Trump, a quién los mercados perciben como más favorable para la economía. Expectativa que se ha visto reforzada con el tiroteo de este fin de semana.
“Es probable que las elecciones sean una victoria aplastante. Esto probablemente reduzca la incertidumbre”, dijo a Reuters Nick Ferres, director de inversiones de Vantage Point Asset Management, aludiendo a las encuestas que mostraban un aumento del apoyo a Ronald Reagan después de un intento de asesinato en 1981.
Ahora falta por ver cuál sería el impacto concreto que tendría en la economía la vuelta del empresario al Despacho Oval, pero algunos analistas empiezan a atisbar los primeros efectos.
“La reacción del mercado ante una presidencia de Trump se ha caracterizado por un dólar estadounidense más fuerte y una profundización de la curva de los bonos del Tesoro estadounidense, por lo que podríamos observar algo de eso la próxima semana si se evalúa que sus probabilidades de elección han mejorado aún más después de este incidente”, señaló Rong Ren Goh, de Eastspring Investments a Reuters. El impacto en nuestros bolsillos dependerá de cuánto se revalorice el dólar.
Una primera consecuencia está clara: viajar a Estados Unidos este verano sería más caro. En 2023, visitaron el país alrededor de 825.000 españoles y, entre este año y próximo podrían recuperarse las visitas pre-Covid19 y acercarse al millón, según los datos de Brand USA, organización dedicada a la promoción del turismo del país. Por el contrario, para los estadounidenses sería más atractivo viajar a Europa.
Pero más allá del intercambio turístico, hay otras consecuencias económicas que conviene tener en cuenta. A continuación, las claves básicas para entender su impacto:
¿Qué pasa en la economía española cuando el dólar se encarece?
“Un dólar más caro impacta en los países que realizan importaciones en dólares, como así ocurre, por ejemplo, con España que es un importador neto de hidrocarburos y se ve obligada a pagar una mayor factura energética, ya que sus euros valen menos dólares”, explican en SelfBank.
¿Dónde compra España el petróleo y el gas?
El principal mercado de abastecimiento del crudo es Estados Unidos, desde donde se importa más del 17%, según los últimos datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). Entre enero y mayo de de 2024, España importó 4.919 millones de toneladas de crudo de Estados Unidos sobre un total de 28.459 millones. Le siguen en importancia Brasil y México, cuyas compras también se realizan el dólares.
Por su parte, entre enero y junio de 2024, Argelia se ha reforzado como principal suministrador de gas natural, con el 37,3% del total, por delante de Rusia (21,9%) y de Estados Unidos (18,6%), según datos del boletín estadístico de Enagás.
¿Qué implica una subida del precio de los hidrocarburos?
La subida del coste de los hidrocarburos tiene varios efectos. El más directo es el incremento del coste del transporte por el alza de los carburantes, que a su vez puede tener un efecto arrastre sobre la cesta de la compra, llegando a afectar a la inflación. Además, se encarecen los productos fabricados con derivados del petróleo, como por ejemplo productos de plástico, fibras artificiales, productos químicos o fertilizantes, entre otros. Esta circunstancia explica que el alza del dólar afecte a la agricultura y la alimentación más allá del efecto lógico del transporte.
¿Qué importamos desde Estados Unidos?
Más allá del crudo, la eventual revalorización del dólar implicaría a su vez un encarecimiento de los bienes y servicios que se compran a Estados Unidos. En 2023, los combustibles y aceites minerales representaron el 35% del total, seguidos de los productos farmacéuticos (22,5%), las máquinas y aparatos mecánicos (8,5%), los aparatos ópticos, de medida y médicos (5,2%) y las aeronaves y vehículos espaciales (4,3%) representaron las principales importaciones españolas del mercado estadounidense, según datos del ICEX.
En paralelo, un dólar más fuerte podría incentivar la inversión exterior de Estados Unidos. Tal y como explica el ICEX, este es el primer inversor en España, principalmente en actividades inmobiliarias (22,8% del total), seguido del comercio mayorista e intermediario o suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado.
¿Y cómo beneficia a España?
Un euro más débil frente al dólar tendría un efecto positivo desde el punto de vista de las exportaciones, pues las hace más atractivas. En la balanza comercial con Estados Unidos, la partida más importante para España es la venta de maquinaria y aparatos mecánicos, seguida de maquinaria y bienes de equipo. Además, podría animar al sector del aceite de oliva (que se engloba en el capítulo de grasas y aceites animales o vegetales), que en 2023 sumó más del 4% de las ventas a este país.
Al margen del dólar, una posible victoria de Trump implicaría cambios de calado en la política económica. “Trump siempre ha sido más ‘pro mercado’: la cuestión clave de cara al futuro es si la política fiscal sigue siendo irresponsablemente laxa y las implicaciones que eso podría tener para la (renovada) inflación y la trayectoria futura de las tasas de interés”, añadió a Reuters Nick Ferres.
Independiente de esta posibilidad a corto plazo se desconoce cómo afectará a los mercados, que si algo no les gusta es la incertidumbre. “El espectro de la violencia política introduce un nivel completamente nuevo de inestabilidad potencial. Es incertidumbre y volatilidad, y por supuesto a los mercados no les gusta eso. No es un entorno que nadie quiera ver”, aseguró a Reuters Jack Ablin de Cresset Capital. Entretanto, los inversores internacionales, incluida la Bolsa española, estarán muy pendientes de la evolución del mercado americano.