La victoria de Donald Trump ha dejado en estado de shock y pesimismo a la Unión Europea. Si cumple las promesas de su campaña electoral, la subida de aranceles -un 10% más en la UE y hasta un 60% en China- anticipa una guerra comercial que desestabilizará los flujos comerciales e impactará en la economía europea. En medio de la marejada que se avecina si las medidas anunciadas llegan a puerto, los hipotecados, lejos de naufragar, pueden ser uno de los más beneficiados. La presión arancelaria requerirá válvulas de escape por parte de la Unión Europea: una de las más inmediatas es la rebaja de los tipos de interés, cuya decisión depende del Banco Central Europeo (BCE).
“El arancel del 10% sobre los productos europeos es probablemente manejable, pero el del 60% sobre los productos chinos puede ser muy perturbador, bien por reducir la demanda china, bien por desencadenar una devaluación masiva del yuan, y/o incentivar a los productores chinos a competir más ferozmente con los proveedores europeos fuera del mercado estadounidense”, explica Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM. En su opinión, los gobiernos nacionales europeos no están en una posición ideal, ya que tanto Francia como Alemania se encuentran en medio de dificultades políticas internas, mientras que los populistas de la UE querrán impulsar su ventaja. El BCE es la única institución europea con capacidad para responder con rapidez en la configuración actual.
¿Qué puede hacer el BCE?
“Los mercados esperan bajadas de tipos más agresivas por parte del BCE, en aras de estimular la economía de una eurozona, tan dependiente del mercado exterior. Un mercado exterior que puede verse comprometido por las políticas arancelarias del nuevo gobierno americano”, corrobora Pedro del Pozo, director de Inversiones Financieras en Mutualidad de la Abogacía. La próxima reunión del Consejo de Gobierno de la institución monetaria está prevista para el 12 de diciembre. Y los expertos ven con mayor probabilidad un recorte de los tipos de 50 puntos básicos con el objetivo de sostener la economía europea.
Frente a estos riesgos para las perspectivas de crecimiento de la eurozona, los analistas de ING entienden que la institución que preside Christine Lagarde se verá obligada a anticiparse y a reaccionar más ágilmente de lo que ha venido haciendo hasta ahora. “Aunque normalmente el BCE no especula sobre posibles cambios de política en otras partes, sería casi irresponsable no tener en cuenta las elecciones estadounidenses. Al menos, si el banco central quiere adelantarse a la curva, tras haber tardado en abordar la creciente inflación y posiblemente retrasado en detener las subidas de tipos el año pasado. Ahora parece decidido a adelantarse a la tendencia y devolver los tipos de interés a un nivel neutral lo antes posible”, señalan.
Las previsiones de ING ante los riesgos que la administración entrante de Trump plantea para la eurozona, es que el BCE recorte ahora las tasas de interés a alrededor del 1,75% para el próximo verano, por debajo de los niveles neutrales. Bajo su punto de vista, la institución tendrá que conjugar durante un largo periodo de tiempo los riesgos desinflacionarios a corto plazo y los riesgos inflacionarios a largo plazo: “Si bien esto será un intento de apoyar el crecimiento en la eurozona, el panorama de inflación a largo plazo no ha cambiado. Es probable que la “inflación verde”, la demografía y los cambios en la globalización sigan aumentando las presiones sobre los precios a largo plazo”.
Euríbor
“El Euríbor apenas ha tenido tiempo de reaccionar a los resultados de las elecciones americanas y las proyecciones del mercado sobre los tipos del BCE. Pero si entiende que habrá una desescalada de tipos más agresiva de lo venía esperando, lógicamente corregirá a la baja. De momento, el mercado ya ha descontado la rebaja de tipos en diciembre, lo que se vislumbre para 2025 marcará la tendencia futura del índice hipotecario”, señala a Artículo14, Laura Martínez de iAhorro.
Un día después de conocerse la victoria de Trump, el Euríbor diario retomó su senda bajista con un descenso de 0,079 puntos, hasta el 2,563%, frente al 2,642% del día anterior. De esta forma, la tasa intermensual se sitúa en el 2,563%. Aunque se trata de los primeros datos del mes, esta cifra representa una variación de -1,405 puntos respecto al mismo mes del año pasado. Paradójicamente, durante toda la primera presidencia del Donald Trump, el Euríbor se mantuvo en negativo.
FED
Entretanto, tal y como estaba previsto la Reserva Federal recortó el 7 de noviembre los tipos de interés en 25 puntos básicos, por lo que los ha dejado en el rango objetivo del 4,50% al 4,75%. Esta reducción se sucede a la decretada el pasado septiembre de medio punto, cuando se redujo el precio del dinero por primera vez desde marzo de 2020. La entidad ha subrayado que los riesgos para optimizar empleo e inflación están “más o menos equilibrados”. “Los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha seguido creciendo a un ritmo sólido. Desde principios de año, el mercado laboral, por lo general, ha perdido fuelle, y la tasa de paro ha subido, aunque sigue siendo baja. La inflación ha seguido avanzando hacia el objetivo del 2% fijado por el Comité, pero sigue siendo algo elevada”, ha resumido la FED.
Los analistas de Renta4 esperan que los tipos se dirijan de forma progresiva, al ritmo que marquen los datos, hacia su nivel neutral en torno al 3,5% en 2025, si bien las decisiones a futuro se podrían ver comprometidas tanto por la presión adicional al alza en la inflación de la implementación del programa político de Trump (aranceles, inmigración, mayor producción local), que limitaría los recortes de tipos, como por el “intervencionismo” en la Fed, intentando acelerar las bajadas de tipos (mandato de Powell finaliza en mayo 2026).