Cómo invertir en bonos y aprovechar el mejor momento del mercado

La renta fija capta la atención de los inversores con la bajada de los tipos de interés. Dentro de los bonos existen diversas opciones, soberanos, corporativos o de alto rendimiento, y diferentes fórmulas de adquisición

No es casualidad que en 2025 todo el mundo en los mercados hable de invertir en bonos. Tras años en los que la renta fija era vista como una opción poco rentable, ahora muchos analistas coinciden en que vivimos uno de los mejores momentos en mucho tiempo para considerar esta estrategia. La volatilidad en las bolsas, los aranceles, la posibilidad de recesión y las señales de desaceleración económica han devuelto a los bonos al centro del escenario financiero.

Todo ha cambiado desde que los bancos centrales, encabezados por la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE), iniciaron uno de los ciclos de subidas de tipos más intensos para controlar la inflación. Desde el pasado verano, con las primeras señales de estabilización y la posibilidad real de más recortes de tipos en los próximos meses, el panorama para la renta fija se ha transformado de forma radical.

“La renta fija recupera un papel relevante en la estrategia del inversor medio“, explican desde Tressis. “Hoy vuelve a aportar valor como fuente de ingresos regulares y como pilar de estabilidad”. Las rentabilidades actuales son sensiblemente más altas que en años anteriores y además existe la posibilidad de una revalorización adicional si los tipos bajan.

Cómo funcionan los bonos en la práctica

Invertir en bonos puede parecer complicado a primera vista, pero su mecánica es muy intuitiva. Al comprar un bono, el inversor está prestando dinero a un gobierno o empresa. A cambio, recibe pagos periódicos de intereses, conocidos como cupones, y la devolución del capital al vencimiento. Como explica Sofía Antón, directora de Aurigabonos, “un bono con cupón fijo garantiza pagos regulares que no cambian, mientras que un bono de cupón cero ofrece toda su rentabilidad a través de la diferencia entre el precio de compra y el valor de amortización”.

Valores de la Bolsa - Economía
Animación digital de los precios de los mercados de valores
Shutterstock

Imaginemos un ejemplo sencillo. Un inversor compra un bono del Estado alemán con valor nominal de 10.000 euros, un cupón anual del 3% y vencimiento a 5 años. Cada año cobrará 300 euros en intereses y al cabo de cinco años recibirá los 10.000 euros prestados. Sin embargo, si el inversor tiene la intención de vender el bono antes de los 5 años, debe tener en cuenta que el precio de mercado del bono va cambiando en función de los tipos de interés y de la situación del mercado, lo que puede provocar que gane más o menos dinero cuando venda ese bono.

Diferentes tipos de bonos y sus riesgos

Una vez que entendemos cómo funcionan los bonos, toca ver las diferentes alternativas de inversión disponibles para el ahorrador medio. Dentro del universo de los bonos, existen muchas opciones. Están los bonos soberanos, como los emitidos por Alemania o Estados Unidos, considerados más seguros. Luego están los bonos corporativos de grandes empresas, que suelen ofrecer más rentabilidad, pero también algo más de riesgo. Y también están los bonos high yield o de alto rendimiento, que ofrecen intereses más elevados, pero a cambio de asumir mayores probabilidades de impago.

“Para quienes priorizan seguridad, los más aconsejables son los bonos corporativos de alta calidad y la deuda pública a medio plazo”, subrayan desde Tressis. En cambio, para inversores dispuestos a asumir más volatilidad, el high yield (alta rentabilidad por mayor riesgo) o la deuda de mercados emergentes siguen ofreciendo rentabilidades superiores.

Por supuesto, invertir en bonos también implica riesgos. El primero es el riesgo de crédito, es decir, que el emisor no pueda devolver el dinero. Otro riesgo importante es la sensibilidad a los tipos de interés. Como recuerda Sofía Antón, si los tipos de interés suben, el precio de los bonos cae y viceversa.

La inflación es otro factor que no debe olvidarse. Una inflación alta reduce la rentabilidad real del bono. Por ello, algunos inversores están apostando también por bonos ligados a la inflación, que ajustan sus pagos a la subida de los precios.

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell.
Federal Reserve

Estrategias de inversión en bonos accesibles para inversores minoristas

La inversión en bonos puede hacerse de forma directa o a través de fondos y los ETF (fondos cotizados). La compra directa permite saber exactamente qué se posee, pero exige gestionar vencimientos, cupones y riesgos de crédito. Los fondos y ETF, en cambio, ofrecen diversificación automática y son más sencillos de gestionar, a cambio de unas comisiones que hay que valorar.

Antes de invertir, el inversor debería revisar siempre tres datos esenciales: la duración del bono (el plazo hasta su vencimiento), la calificación crediticia del emisor (que mide el riesgo de impago) y el rendimiento actual. En este punto, es importante entender qué significa la TIR o tasa interna de retorno. La TIR refleja la rentabilidad total que ofrece un bono, teniendo en cuenta tanto los intereses periódicos que paga como la diferencia entre el precio de compra y el valor que se recuperará al vencimiento. Es el indicador clave para saber realmente cuánto se ganará manteniendo el bono hasta el final de su vida.

Mar Barrero, directora de análisis de Arquia, aconseja especial atención en 2025 a los bonos de corto plazo y a los fondos monetarios, donde la TIR sigue cerca del 3%. “La volatilidad de los bonos de mayor duración sigue siendo elevada”, advierte. Para perfiles más conservadores, ella sugiere mantener posiciones en activos de corto plazo mientras el mercado de tipos se ajusta.

¿Es ahora un buen momento para invertir en bonos?

La respuesta, según casi todos los expertos, es que sí. Según Barrero, es previsible que los bancos centrales, incluso la Fed, bajen algo más los tipos y eso “debería mejorar el rendimiento de los fondos”. Para el inversor que compre directamente bonos “también es buen momento para asegurar un cupón y un rendimiento que probablemente en unos meses será más bajo”, explica.

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, pronuncia un discurso en una conferencia de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE en Fráncfort del Meno (Alemania), el 17 de abril de 2025.
EFE/EPA/RONALD WITTEK

Eso sí, para inversores europeos existe un matiz importante: invertir en bonos en dólares implica asumir riesgo de tipo de cambio. Si el euro se fortalece frente al dólar como sucede en estos momentos, las ganancias en euros podrían verse reducidas. Es un riesgo a tener en cuenta, aunque también existen opciones para cubrirse parcialmente de esta exposición.

En cualquier caso, como bien señala Sofía Antón, “el gran error de muchos inversores novatos es no evaluar correctamente el riesgo de crédito o la duración de los bonos que compran”. Y es que, aunque la renta fija ofrece más estabilidad que la bolsa, no está completamente exenta de riesgos.

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