El contrato a tiempo parcial tiene rostro de mujer. Siete de cada diez personas en esta modalidad de contrato es una mujer, que está en esta fórmula de trabajo porque no tiene otra opción. Más de la mitad de ellas querría trabajar más horas. En comparación con el año 2022, el empleo a jornada parcial en mujeres ha crecido casi un 13%. Con este punto de partida, Comisiones Obreras (CCOO) ha reclamado al Gobierno una modificación del contrato a tiempo parcial.
En una asamblea de sectores feminizados y precarizados, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, apremió al Gobierno a modificar el contrato a tiempo parcial, puesto que “hay millones de horas” que se hacen a lo largo del año, que se llaman horas complementarias, que hoy en día tendrían que formar parte de las jornadas laborales ordinarias de cientos de miles o de millones de mujeres en España. “Hemos avanzado reduciendo la temporalidad, hemos avanzado subiendo el salario mínimo interprofesional, pero el Gobierno tiene que atreverse a atajar la parcialidad”, apostilló.
Brecha salarial
El contrato a tiempo a parcial es uno de los factores que impactan negativamente en la brecha salaria. En este sentido, Sordo indicó que las brechas de desigualdad por sexos "persiste en la sociedad española", con una brecha salarial en torno al 18%, el mejor dato en "los últimos 15 años, pero sigue siendo un dato grave".
El salario medio de las mujeres es de 24.359 euros, frente a los 29.381 euros de los hombres, según los últimos datos de la encuesta de estructura salarial del INE publicada el pasado mes de junio. Por lo que respecta a la distribución salarial, el 24,2% de las mujeres tuvo un salario anual menor o igual que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2022, frente al 10,3% de los hombres. Según explica el INE, en esta situación influyó el mayor porcentaje de mujeres que trabajaron a tiempo parcial.
Para Sordo, el empleo a tiempo parcial explica una parte de la brecha salarial y "la otra tiene que ver con la estructura salarial y con los sistemas de pluses. En general, las mujeres tienen más discontinuidades en sus carreras profesionales porque el gran problema de la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres sigue siendo la feminización de los cuidados en el marco de la vida privada de las familias. Las mujeres se siguen ocupando muy prioritariamente de los cuidados de niños, mayores y de personas dependientes, y esto lastra sus carreras profesionales y es lo que produce en buena parte la brecha salarial y la brecha de pensiones".
Según CCOO, los principales sectores feminizados son los cuidados, educación, alimentación y sanidad privada, "en muchos casos infravalorados de modo histórico", con condiciones de precariedad: a tiempo parcial no deseada y con brecha salarial.
"La parcialidad es otra arista de la precariedad laboral, pues se relaciona con la temporalidad y los bajos salarios por hora. Además, las mujeres se concentran en mayor medida que los hombres en las ocupaciones y sectores con mayor parcialidad; pero al mismo tiempo, dentro de esa misma ocupación también son ellas las que desarrollan en mayor medida los contratos a jornada parcial. Esto provoca una enorme brecha de género en la parcialidad", concluye el informe 'Trabajo a tiempo parcial: precariedad laboral y brechas de género', en el que Lucía Gorjón, investigadora sénior de Iseak es coautora.
Transposición
El Consejo de Ministros aprobó el pasado mes de febrero el anteproyecto de ley para la transposición de la Directiva (UE) 2019/1152 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de junio de 2019, relativa a unas condiciones laborales transparentes y previsibles en la Unión Europea, que entre otras medidas reconoce a la persona trabajadora un nuevo derecho de previsibilidad en las condiciones de trabajo, lo que supone conocer de antemano las condiciones esenciales del mismo y los criterios por los que pueden cambiar.
Asimismo, se refuerza la obligación de información escrita sobre las condiciones de trabajo; también los contratos inferiores a cuatro semanas deberán constar por escrito. Se establece que se deberán comunicar por escrito las modificaciones de los elementos esenciales de la relación laboral y que el contrato se presumirá indefinido ordinario y a jornada completa si se incumple el deber de información.
Por otra parte, las conversiones de trabajo a tiempo completo en parcial y viceversa, así como el aumento o disminución del número de horas en contratos a tiempo parcial tendrá carácter voluntario para la persona trabajadora y no podrán adoptarse de manera unilateral por la empresa. Además, la duración máxima del periodo de prueba no podrá ser ampliable por convenio y no se podrá obstaculizar el pluriempleo de la persona trabajadora o ser causa de trato desfavorable en la empresa.
Para CCOO es necesario abordar una regulación más garantista para las personas trabajadoras a tiempo parcial, como por ejemplo, la transformación de contratos de tiempo parcial en
contratos de tiempo completo cuanto la suma de horas ordinarias más las complementarias alcance un determinado porcentaje (por ejemplo el 80%) de las de tiempo completo, durante un periodo determinado de tiempo (por ejemplo dos años). O bien que, sin llegar a la transformación del contrato a tiempo completo, se consolidaran las horas complementarias como ordinarias, cuando su uso continuado se diera en algún porcentaje establecido y durante un periodo de tiempo fijado. También se podría establecer una retribución adicional en las horas complementarias, “en pago” por la mayor flexibilidad que le otorgan a la empresa.
Por último, el líder de Comisiones Obreras opinó que otra cuestión clave es desplegar una potente agenda de cuidados en España: "Necesitamos que se refuercen los servicios sociales y los servicios públicos para atención a los cuidados de las personas dependientes porque esto es lo que puede liberar a las mujeres, junto con un avance en la cultura igualitaria que sigue necesitando España, es lo que puede liberar a las mujeres de esos lastres".
Las mujeres están ganado representatividad en el sindicato, tras el incremento "espectacular" en la afiliación en los últimos años. Ya suponen el 49,27% del total de afiliados de Comisiones Obreras -y 44% de los representantes-, con más de 460.000 mujeres.