Santander

Botín impulsa el liderazgo femenino, pero aún faltan mujeres en la cúpula del banco

Una de las primeras decisiones de Ana Botín como presidenta ejecutiva fue elevar el número de consejeras. Banco Santander tiene como objetivo alcanzar un 35% de directivas senior en 2025

Desde la llegada de Ana Botín a la presidencia ejecutiva del Banco Santander hace justo diez años las mujeres han ganado protagonismo en la entidad financiera. Sin embargo, hay aún reto pendiente: su ascenso a la cúpula del banco. “Las mujeres somos mucho más modestas. Según datos mundiales, cuando una mujer se postula [a un puesto] está no al 100%, sino al 120% cualificada y cuando los hombres se postulan tienen el 50% o 60% de lo que se necesita”, afirmaba la presidenta hace un año.

La promoción del talento femenino forma parte de su agenda. Una de sus primeras decisiones fue elevar su presencia en el consejo de administración. En los seis primeros meses de su mandato las mujeres consejeras pasaron del 19% al 33%. Esta representatividad hay que verla con perspectiva, por aquel entonces la media de las grandes empresas de la Unión Europea era del 17,8%.

En febrero de 2015,  se sentaban en el consejo como independientes Sol Daurella Comadrán, Esther Giménez-Salinas, Isabel Tocino y Sheila C.Bair. Una década después, el máximo órgano de administración cumple ya con la futura Ley de Paridad, que requiere, al menos, un 40% de presencia del sexo menos representado en el consejo de administración.

Desde 2019, Banco Santander mantiene esta ratio, con seis mujeres en un consejo compuesto por 15 miembros. Del primer consejo de administración conformado por Ana Botín, la única consejera que continúa es Sol Daurellaambas son las dos únicas empresarias españolas en el Club Bilderberg-. Junto a ellas participan otra española, Belén Romana, y tres mujeres foráneas, Homaira Akbari (estadounidense), Gina Díez Barroso (mexicana) y Pamela Ann Walkden (británica).

Con datos del Informe Corporativo de 2023, son tres las altas directivas no consejeras de un total de 14 miembros, lo que supone una representatividad del 21,43%. En el conjunto del Ibex 35, se sitúa en el 24,74%, según datos de la CNMV. Tras la última remodelación del pasado mes de julio, en la cúpula directiva, que suma casi 40 altos ejecutivos, la presencia de mujeres también está limitada a tres altas ejecutivas, según informó Expansión. La incorporación del talento femenino a los más altos centros de decisión de la entidad es el reto.

Un 35%,de directivas senior

En la actualidad, las mujeres representan el 53% de la plantilla del Banco Santander a nivel global. Un 31,4% de ellas están en posiciones directivas senior, un nivel ejecutivo selecto que solo alcanza uno de cada cien empleados. Para 2025, la entidad se ha fijado como objetivo alcanzar una participación del 35%.

Como muestra de su compromiso, el consejo de administración y el equipo directivo se han comprometido a lograr esta tasa como parte de su incentivo a largo plazo. Esta retribución variable a largo plazo incluye, además de las métricas asociadas a rentabilidad o el retorno al accionista, un 20% ligado a objetivos ESG, dentro de los cuales la incorporación de mujeres a los puestos directivos senior representa una quinta parte.

En detalle

La entidad presidida por Ana Botín cerró el último ejercicio 2023 con una plantilla de 212.764 empleados en todo el mundo, de la que más de la mitad son mujeres. A pesar de los avances, el talento femenino en los últimos años no está en la misma proporción en los niveles directivos, especialmente cuando se trata del equipo directivo senior.

Este lo componen un grupo reducido de ejecutivos, entre los que incluyen ‘group senior executive vice-president’, ‘executive vice-president’ y ‘vice-president’. Desde 2018, dada su presencia internacional y con el objetivo de unificarlas dentro de todo el grupo, las posiciones dentro del banco pasaron a denominarse en inglés.

En 2018, sólo un 20% de mujeres formaba parte de este colectivo. Tres años después, se superó la barrera del 25%, llegando al 26,3%. El año pasado, se consiguió rebasar el objetivo del 30% fijado para 2025 y, por ello, se revisó la meta, que ahora ha quedado establecida en el 35% para el próximo año.

Al cierre de 2023, según los datos del Informe No Financiero, un total de 723 mujeres formaban parte de este talento directivo senior, que en conjunto está compuesto por 2.303 directivos -el equivalente al 1% de la plantilla total- con un salario medio a nivel grupo en todos los países y sin distinción de género de 368.162 euros.

Como en otras grandes homólogas del Ibex 35, a medida que disminuyen las responsabilidades aumenta la proporción de mujeres. En el siguiente escalafón, que la entidad denomina otro nivel directivo y que está compuesto por 31.219 empleados, el 14,6% del total, la participación de mujeres se sitúa en el 41,2%; en tanto que, en el resto de la plantilla, ellas son mayoría y superan el 55%.

Mejora la equidad salarial de género

Junto con la participación de mujeres en todos los niveles de la entidad, otro de los objetivos del grupo es la equidad salarial de género, que se calcula comparando salarios entre empleados que desempeñan la misma función y se encuentran al mismo nivel. Según destacó su presidenta ante los accionistas el pasado 22 de marzo, “hemos logrado ya, con dos años de antelación, nuestro objetivo de equidad salarial entre hombres y mujeres”.

En 2018, este indicador se situaba en el 3%, reduciéndose hasta el 1% en 2022. El año pasado, cerró en un 0,44%, dato que supone alcanzar el objetivo marcado para 2025 y que la entidad se propone mantener.

Para promover la igualdad de género, el grupo desarrolla programas para atraer talento femenino con perfil tecnológico y digital (`Women in Tech´), que ha permitido que el 30,1% de los puestos dirigidos a perfiles STEM estén ya ocupados por mujeres, o `Mujeres con S´, un programa de mentores orientado a acelerar la carrera profesional de las mujeres, que ya cuenta con cerca de 7.000 personas en 10 países.

Ana Botín tiene la senda trazada para alcanzar las metas ya fijadas en Plan Estratégico de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), ahora queda seguir avanzando. Así lo reconocía el pasado mes de marzo: “es fundamental poder medir y entender qué es lo que hace que las mujeres no promocionen, ponerse compromisos públicos y luego tomar medidas, es decir, dar pasos concretos para conseguir la promoción de las mujeres”. 

 

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