El nuevo gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, se estrenará esta semana en una reunión clave del Consejo del Gobierno del Banco Central Europeo (BCE). Bajo la presidencia de Christine Lagarde, el 12 de septiembre se reunirán en Fráncfort los veinte gobernadores de los bancos centrales europeos. El mercado espera una rebaja de 0,25 puntos en los tipos de interés. Y la institución española representada por Escrivá tendrá pleno derecho de voto.
Es probable que en esta cita se dé al nuevo gobernador español una bienvenida informal -e incluso podría recibirle particularmente Christine Lagarde-, aunque no hay nada preestablecido, informa Laura Vilamor. Y partir de aquí empieza una nueva etapa en la que Escrivá ya tiene varias citas a corto plazo: cada dos semanas tendrá reuniones virtuales con el BCE para asuntos más técnicos, como el presupuesto del organismo. Y el 17 de octubre, la siguiente cita de política monetaria presencial en Eslovenia.
Es complejo anticipar cómo será la sintonía entre Lagarde y Escrivá, especialmente en este ámbito de las finanzas donde prima lo políticamente correcto. En este sentido no ayuda el carácter ‘particular’ del exministro, que -como señalan quienes le conocen- puede resultar impredecible. Pero su bagaje expolítico probablemente facilite la sintonía entre ambos a la hora de tomar decisiones de política monetaria.
“Estoy seguro de que entre ellos no va a haber ningún problema, porque los dos comparten perfil político como exministros. Y cuando me refiero a un perfil político, da igual si es de derechas o de izquierdas, es la estrategia. Es preocupante que la política monetaria europea sea cada vez menos independiente, menos orientada al objetivo marcado de contener la inflación y lograr la estabilidad de precios. Y por el contrario, esté más orientada a perpetuar y disfrazar los excesos fiscales de los países”, explica a Artículo14 Daniel Lacalle, doctor en Economía y economista jefe de Tressis.
En su opinión, aunque el BCE ha dado una sensación mediática restrictiva, en la práctica avala el exceso fiscal de los Estados con una mayor expansión monetaria. Y bajo el mecanismo antifragmentación permite la compra de deuda extraordinaria de un país para contener su prima de riesgo. “Escrivá estará tratando de impulsar en el BCE lo que le diga Sánchez. Pero le doy el beneficio de la duda; él dice que es muy independiente y técnico, ahora tiene la oportunidad de demostrarlo”, afirma Lacalle.
Es un honor inmenso volver ahora como Gobernador a la casa en la que empecé mi actividad profesional y donde aprendí lecciones que he aplicado a lo largo de toda mi carrera
Desempeñaré mi tarea con la máxima responsabilidad pic.twitter.com/V16m7cU4Bm
— José Luis Escrivá (@joseluisescriva) September 6, 2024
Politización
El riesgo de politización de la institución europea se advierte también por el economista José Carlos Díez, profesor de Macroeconomía y Finanzas Internacionales en la Universidad de Alcalá de Henares y ceo de Global Economic Analysis. Bajo su punto de vista, un ejemplo claro fue la dilación del BCE en comenzar a subir los tipos de interés, una medida que tiene un “coste político claro”. “Cuando tocaba subir, tardaron mucho en reaccionar porque son políticos y no están pensando en cómo actuar contra la inflación y el rigor de la política monetaria, sino en cómo reaccionará Macron o qué pasara con las elecciones alemanas. Vemos que se incluyen variables en la política monetaria que los economistas claramente entendemos que no deben estar”, detalla Díez a Artículo14.
Ambos coinciden en que la capacidad de influencia de José Luis Escrivá en las decisiones del Consejo de Gobierno del BCE será limitada. Díez recuerda que este órgano de decisión está participado por veintiséis miembros (además de los veinte gobernadores, los seis miembros del comité ejecutivo) y las decisiones son por unanimidad, por lo que un voto en contra no será determinante, sin atreverse a predecir si a partir de ahora España será paloma (a favor de políticas monetarias más expansivas) o halcón (lo contrario).
“El BCE funciona por mayorías, por lo que en realidad en las reuniones la capacidad de España no es mayor ni menor. No ocurre así en otros organismos como la Reserva Federal, dónde existe un voto prioritario ante la falta de consenso que pueda determinar una decisión”, detalla Daniel Lacalle.
Casi un 30% (26,9%) de los veintiséis miembros que forman el Consejo de Gobierno han sido ministros en sus países. Además de Largarde y Escrivá, es el caso del vicepresidente del BCE, Luis de Guindos (España), de Mário Centeno (Portugal), Edward Scicluna (Malta), Yannis Stournataras (Grecia), Peter Kazimír (Eslovaquia) y Olli Rhen (Finlandia).
Prestigio internacional
Bajo la gobernanza de Pablo Hernández de Cos, el Banco de España no sólo mantuvo, sino que elevó su prestigio, muy especialmente fuera de España, como públicamente ha reconocido el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, durante su comparecencia en el Congreso. Hernández de Cos no ha dudado en conceder entrevistas a medios financieros con gran influencia internacional, como el Financial Times o la agencia Bloomberg.
Para José Carlos Díez, esta exposición pública, el nivel de publicaciones y el nivel académico juega un papel clave, genera corrientes que llegan a marcar la política monetaria. “De esta forma se tiene autoridad para influir en los debates del Consejo. Es positivo que el gobernador del Banco de España tenga influencia en el BCE”, señala. Recuerda que en clave nacional, su antecesor claramente ha demostrado su independencia con informes críticos sobre el sistema de pensiones, el salario mínimo, el déficit público… “No es previsible que Escrivá haga ninguna crítica al Gobierno desde el Banco de España”.
Desde que se oficializó su nombramiento, el ministro de Economía ha sido el encargado en poner en valor la figura de José Luis Escrivá como “el candidato ideal” para dirigir el Banco de España y defender la independencia de la institución: “está plenamente garantizada” y blindada por la normativa desde hace 30 años. “La independencia del Banco de España no está comprometida en ningún caso y esto quiero dejarlo muy claro”, remarcaba el ministro en una entrevista en el programa ‘Al Rojo Vivo’, de La Sexta. Así, espera que los análisis [del Banco de España] sean transparentes, rigurosos y los datos y supuestos utilizados estén disponibles para que sean replicables, tal y como ha sucedido hasta ahora. “Esto es lo importante y lo que asegurará que efectivamente se mantenga el componente de autonomía y de independencia del propio banco”, ha enfatizado.
Tras la promesa de su cargo el pasado viernes ante el Rey y el traspaso de la cartera de Transición Digital y Función Pública, que ocupaba desde noviembre de 2023 a Óscar López, hoy comienza la nueva etapa de monsieur Escrivá.