BBVA y Sabadell, ¿matrimonio o divorcio?

Ambos bancos han celebrado sus juntas de accionistas con la OPA hostil como tema principal. El Sabadell insiste en que es un banco autónomo y el BBVA confía en el éxito de la OPA, “beneficiosa para todos”

BBVA - Economía
Fachada del edificio La Vela en la ciudad de BBVA en Madrid Kilo y Cuarto

Dos juntas de accionistas en menos de 24 horas. Primero la del Banco Sabadell, la primera desde que anunció el retorno de su sede social a Cataluña. Allí se aprobó la distribución del dividendo y la renovación de César González-Bueno como consejero delegado. Al día siguiente fue el turno de la junta del BBVA en Bilbao y en su orden del día, la aprobación de las cuentas anuales o la propuesta de reelección de Carlos Torres como presidente de la entidad. Pero en el fondo, lo que planeaba sobre ambas reuniones de accionistas era una sola idea: la OPA hostil y dos criterios completamente opuestos en cada banco.

El presidente del BBVA mantiene su intención de comprar el Sabadell pese al rechazo abierto del banco. “En un contexto global cada vez más fragmentado, Europa y España necesitan bancos con la escala y fortaleza necesarias para canalizar inversiones a proyectos estratégicos”.

Josep Oliu, del Sabadell, quiso marcar la singularidad de su banco y su autonomía frente a posibles adquisiciones hostiles. “De los bancos españoles, nosotros somos el catalán. Tanto para los accionistas de Banco Sabadell, a los que se les está ofreciendo ser accionistas de BBVA, como para los accionistas que ya lo son de BBVA, creo que genera más valor mantener los proyectos de ambos bancos de forma independiente”.

Resultados

Una guerra abierta entre dos entidades donde todavía nada está definido. Queda el informe de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) que debe presentar su análisis sobre los riesgos que presenta la propuesta del BBVA y la decisión del Consejo de ministros, clave para el futuro de ambas entidades.

Ha sido un buen año para las entidades, pese a que han tenido que hacer frente al impuesto de la banca. Han subido como la espuma su cotización en Bolsa, la morosidad está en mínimos y las peticiones de hipotecas parecen no tener techo pese a los altos precios de la vivienda. “2024 ha sido un año magnífico para BBVA, en el que hemos superado, por primera vez, los 10.000 millones de beneficio, con una rentabilidad del 20%. Y de nuevo, destacamos entre los bancos europeos por nuestra capacidad única de combinar crecimiento y rentabilidad. Solo con bancos sólidos y competitivos, la región podrá impulsar su transformación y consolidar su liderazgo en el mundo”, ha explicado Torres.

En dos ocasiones ha recibido Torres el aplauso de los accionistas, con los resultados récord del banco y para hablar del dividendo. “Desde 2019, el valor de la inversión se ha multiplicado por cuatro, superando ampliamente a la banca europea y española”, ha dicho. En el orden del día de la junta figuraban también la reelección como consejeros ejecutivos por tres años del propio Torres y del consejero delegado, Onur Genç.

Empleo

A los sindicatos les preocupa que la OPA conlleve despidos. Si desaparece un banco, habría cierre de oficinas, las que entraran en duplicidades y sobreexposición comercial como sucedió con Bankia. El propio presidente del BBVA reconoció con el anuncio de la operación que habría despidos “pero siempre desde el diálogo y sin medidas traumáticas”.

Desde CCOO y UGT han exigido que la OPA no se lleve por delante puestos de trabajo. “No vamos a permitir que el coste de la unión recaiga en la plantilla” y que se plantee un programa de salidas “coherente con una empresa que declara beneficios millonarios”. También en el turno de preguntas ha habido espacio para hablar de inversión en defensa y se ha pedido a la dirección del banco que no colabore en “carrera armamentística en Europa” y que no contribuya a “financiar a empresas que participan en el genocidio en Gaza”.

CNMC

El calendario de la OPA se ha ido alargando desde que en mayo de 2024 se planteó esta operación por parte del BBVA. La CNMC tendrá que pronunciarse a finales de marzo o principios del mes de abril lo que atrasará el procedimiento hasta junio o incluso septiembre. Después deberá ser el ministerio de Economía el que revise la operación y decida si debe trasladarla al Consejo de Ministros. Es una decesión que tomará Carlos Cuerpo en un plazo de quince días desde que reciba la resolución de la CNMC. En un mes, el Consejo de Ministros se pronunciará y entonces volvería a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Un procedimiento enrevesado y complejo que está camino de cumplir ya un año.

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