Baja por estrés laboral: qué es y cómo solicitarla

La salud mental en el trabajo es algo muy necesario para poder llevar una buena vida, por eso cada vez más estamos concienciados para que ir a nuestro puesto no sea una tortura y por eso se piden más bajas por estrés laboral

Teletrabajo - Sociedad
Una mujer trabaja desde la comodidad de su hogar (Pexels)

La salud mental es cada vez más importante en cada uno de los aspectos de nuestra vida, sin embargo lo es aún más en lo que se refiere al trabajo, puesto que es donde más tiempo pasamos al día y una de las patas de la misma. Con el paso del tiempo el ambiente que se puede llegar a generar en el puesto de trabajo puede traer muchos problemas diferentes, por eso mismo cada vez es más común ver a gente que no puede más y decide tomar por un camino que les permita librarse de esa carga y enfocarla de una manera distinta, las bajas por estrés laboral:

Trabajar en un buen ambiente es vital para la salud mental

¿Qué es una baja por estrés laboral y cómo solicitarla?

Las bajas por estrés laboral suponen un 30% de las bajas en España y para solicitarla hay que cumplir con los siguientes condicionantes. Porque la salud mental es muy importante, y el estrés laboral, la ansiedad y la depresión se tratan igual que cualquier otra enfermedad. Dependiendo del motivo, la baja puede concedértela el médico o la médica de cabecera que te diagnostique la enfermedad, o la mutua, siempre que se cumplan con los siguientes condicionantes, ya que hay diversos tipos de casos en los que el estrés hace imposible poder trabajar con normalidad:

  • Contingencias comunes: Se da cuando el estrés está provocado por motivos personales, como problemas familiares, financieros o de salud. Se considera como una enfermedad común, por lo que debes acudir a tu médico o médica de cabecera, y empieza a cobrarse a partir del cuarto día.
  • Contingencias profesionales: Se da cuando el estrés viene motivado por el trabajo. Por ejemplo, si hay una excesiva carga de trabajo, acoso laboral o un ambiente hostil con los compañeros. Al estar relacionado con el trabajo, debes tramitarla a través del médico o la médica de la mutua, y empieza a cobrarse a partir del día siguiente de ser reconocida.

Además de lo anterior, también hay que cumplir otros dos requisitos parar acceder a la baja, como son el haberse dado de alta en la Seguridad Social y, en el caso de los trabajadores autónomos, estar también al corriente de los pagos de las cotizaciones. Mientras que en el caso de las contingencias comunes es necesaria una cotización previa de un mínimo de 180 días en los 5 años anteriores. Aunque para las contingencias profesionales, no es necesario este requisito.

¿Cómo demostrar que tengo estrés laboral?

Para pedir una baja por estrés, tendrás que consultar tus síntomas con una persona especialista en salud mental o con un médico. Los síntomas emocionales son los más comunes y a menudo afectan al rendimiento laboral, además de impedirte participar en otras actividades para aliviar el estrés. Cuando estás bajo mucho estrés, puedes experimentar:

  • ansiedad o inquietud
  • más irritabilidad o rabia de lo habitual
  • tristeza o ganas de llorar
  • preocupación por problemas concretos o una ligera sensación de miedo
  • desmotivación o dificultad para concentrarte

El estrés agravado también puede causar varios síntomas físicos, entre ellos:

  • insomnio, pesadillas y problemas para conciliar el sueño
  • dolor de cabeza
  • tensión muscular
  • falta de apetito
  • náuseas o problemas digestivos

En caso de cumplir con estos síntomas se puede solicitar la baja, ya que hay ocasiones en las que este estrés hace que sea imposible cumplir con el trabajo y mantener una estabilidad necesaria en él.

¿Cuánto tiempo se puede estar de baja por estrés laboral?

Según la legislación vigente, la duración máxima de una baja por estrés es de 12 meses consecutivos. Aunque puede haber algunas diferencias, por ejemplo, en casos excepcionales, tu médico o médica de cabecera o el de la mutua puede decidir alargar la baja otros 6 meses más si lo considera necesario. Pasado este tiempo, si todavía no te sientes en condiciones para volver al trabajo, tu caso pasará a un tribunal médico, que estudiará la posibilidad de concederte la incapacidad permanente.