Ángeles Caso y los nuevos billetes de euro

La escritora y columnista de Artículo14 Ángeles Caso participó en el diseño de los nuevos billetes que entrarán en circulación a partir de 2027

Es curiosa la relación que puede unir a dos personas aparentemente tan distintas como Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo y Ángeles Caso, escritora e historiadora española, columnista de Artículo14. Y sin embargo, hay una apasionante historia que vincula a estas dos mujeres. Todo comenzó en el año 2020, cuando Caso recibió una llamada sorprendente desde el Banco de España. La ofrecían participar en un grupo de trabajo europeo para diseñar los nuevos billetes de euro que estarán en circulación el año 2027. Tres años después de esa primera conversación, viajaba rumbo a Frankfurt para poner en común sus ideas.

“Me pidieron que formara parte de ese grupo de doce asesores que pertenecían a diferentes países de la Unión Europea y nos dieron una temática general preestablecida. Un equipo de seis personas, todos ellos profesores de varias universidades europeas, trabajarían en el tema de ríos y pájaros y otro, de otros seis miembros, en el grupo de cultura. Nunca había pensado en hacer algo así pero me pareció un gran reto. Es interesante lo que se representa con el dinero, algo enormemente simbólico y que reúne principios, figuras e ideas que son importantes para una unión de países”, recuerda la escritora.

Y así fue como Ángeles Caso se convirtió en la única española de ese grupo de académicos que ha contribuido al diseño de los nuevos billetes. Un grupo heterogéneo de profesionales hablando en inglés en la sede del BCE ahora que Reino Unido ya no pertenece a la UE. Y emulando la propia diversidad de la Unión, pusieron en común sus ideas una profesora italiana, un arqueólogo chipriota, otra profesora de historia austríaca o un arquitecto francés. Y Ángeles Caso.

Reuniones de trabajo intensas para rediseñar unos billetes de euros, seis en total, para modernizar su apariencia y lograr que sean más representativos de la diversidad e identidad europeas. En total, doce diseños, seis para el anverso y otros seis para el reverso de los billetes de 5 euros, 10 euros, 20 euros, 50 euros, 100 euros y 200 euros.

Los dos temas debían ser: figuras icónicas de la historia de los veintisiete y billetes con elementos de la biodiversidad europea como ríos y aves. Siempre basados en la igualdad, por ejemplo, se eligieron tres personajes masculinos y otros tres femeninos como Beethoven, Marie Curie, Cervantes o María Callas, además de una serie de escenas de lugares imaginarios donde se comparte la cultura, como una escuela, una biblioteca, un teatro o un estadio. En la cara del billete, el personaje, y en el reverso, el elemento que simboliza su legado.

Ángeles Caso reunía las condiciones perfectas para formar parte de este equipo europeo. Es escritora, y por lo tanto tiene esa capacidad inventiva que se les exigía, posee el rigor propio de su formación académica como historiadora y habla varios idiomas, francés, inglés, italiano y portugués.

“Yo pensé que teníamos que reflejar la cultura como algo vivo, figuras que vivieron hace siglos a veces te pueden parecer indiferentes, por eso para mí era importante que los motivos tuvieran que ver con el mundo actual, que la cultura se entendiera como algo vivo, todos participamos del hecho cultural. Mi idea era esa, no nos quedemos en el pasado sino enlazarlo con el presente y no digamos que la cultura es la obra de un genio que ya no está sino que la cultura la mantenemos viva entre todos”.

Había que tener en cuenta las limitaciones del soporte, porque cada billete tiene un color particular y un tamaño determinado. También debían considerar las diversas sensibilidades de cada país. “Por ejemplo, giramos en torno a la idea de Atenea y la lechuza como símbolo de la sabiduría y sin embargo, en el norte de Europa, las lechuzas se perciben como pájaros de mal agüero. Apareció esta idea y se tuvo que eliminar”.

No solo planteaban sus ideas y propuestas, también se nutrieron de los diseños de billetes de otros países, algunos extraordinarios con pájaros tropicales de Latinoamérica. E incluso viajaron hasta la Banca Nazionale, en Roma, donde pudieron ver en persona el proceso de fabricación “y donde me di cuenta de que el dinero es una cuestión de fe, porque es un papel con un valor muy pequeño cuando entra en la cadena de producción pero cuando sale, ese valor se ha multiplicado por mil. Entre todos hemos decidido creer que es así, es una creencia que compartimos”.

Una vez elegidos los motivos finales, el BCE abrirá un concurso de diseño. Y en 2027, todo ese trabajo lo podremos ver y tocar en los billetes que circulen. Y Caso ha hecho muy buen trabajo.