La igualdad entre mujeres y hombres no es solo una cuestión de justicia, sino también de progreso económico y social. Así lo defiende la profesora Almudena Sevilla (Valladolid, 1973), que ha dedicado su carrera a investigar sobre economía y género, además de impulsar el crecimiento de las académicas y el aumento de profesionales en este sector. En enero de 2025 fue distinguida como comendadora de la Orden del Imperio Británico, un reconocimiento de su labor investigadora y sus contribuciones para mejorar la sociedad, un premio a un compromiso que comenzó en Estados Unidos, donde cursó su doctorado gracias a una beca de posgrado de la Fundación ”la Caixa”.
– ¿Qué le inspiró a estudiar economía, una disciplina en la que las mujeres suelen estar poco representadas?
Siempre se me han dado muy bien las matemáticas y me recomendaron que estudiase Administración y Dirección de Empresas (ADE), que por aquel entonces compartía muchas asignaturas con Economía. En primero de carrera me topé con la microeconomía y fue un flechazo. Es una disciplina muy formal, pero a la vez muy humana porque permite encontrar soluciones a problemas del mundo real a partir de datos. En ese momento tuve claro que quería dedicarme a investigar cómo pueden las decisiones económicas mejorar la sociedad, por lo que, al terminar ADE, continué con Economía.
Minoría
– ¿Cuándo se dio cuenta de que las mujeres eran minoría?
En la facultad éramos tantas chicas como chicos, pero esa equidad se fue perdiendo a medida que avanzaba en mi carrera académica. Cuando llegué a la Universidad de Brown para hacer el doctorado gracias a una beca de posgrado en el extranjero de la Fundación ”la Caixa” me di cuenta de que solo había una mujer que fuera profesora. Fue entonces cuando empecé a moverme, hablando con las estudiantes de ciencias puras, que estaban organizadas y contaban con el respaldo de la universidad. Recuerdo perfectamente la cara de sorpresa del decano cuando le hice ver que Ciencias Económicas era una especialidad dominada por hombres y enseguida quiso actuar al respecto.
Red femenina
– Su impulso ha continuado hasta fundar una red que apoya a las mujeres que se dedican a la economía.
Después de 10 años trabajando por la igualdad en la asociación profesional de economistas británicos, la Royal Economic Society, me di cuenta de que los progresos eran muy lentos y que necesitábamos un cambio de estrategia. No bastaba con señalar los problemas, era necesario crear espacios concretos donde las mujeres pudieran aprender, apoyarse y avanzar juntas. Por eso fundé la UK Women in Economics Network, con la idea de conectar a economistas en la academia, el sector público y la empresa privada. Nuestros eventos tienen una demanda muy superior a la capacidad disponible, lo que demuestra que, a pesar de los avances en este campo, sigue habiendo una gran demanda de estos espacios que van más allá del simple networking y ofrecen oportunidades reales de desarrollo y aprendizaje.
– Recientemente ha sido nombrada comendadora de la Orden del Imperio Británico. ¿Qué significa esta distinción?
Recibir este título ha sido una sorpresa enorme y un honor increíble, ya que es una condecoración que se otorga a grandes personalidades de las artes y las ciencias, como Stephen Hawking, por ejemplo. Es un reconocimiento tanto de mi trabajo académico como de mi labor por la igualdad de la mujer y me hace mucha ilusión, aunque también me genera una sensación de responsabilidad. En lo social, creo que estos reconocimientos son importantes porque dan visibilidad a las investigaciones sobre economía y género, algo que es fundamental para que más mujeres y hombres se animen a estudiar esta materia.
Estereotipos
Almudena Sevilla: “La igualdad de oportunidades no es solo una cuestión de equidad y justicia, también es necesaria para aprovechar recursos muy valiosos para la sociedad”.
– En sus investigaciones analiza los frenos estructurales que afectan a las mujeres, como los estereotipos de género.
Con nuestras investigaciones hemos demostrado que algunas ideas extendidas, como «las niñas no son buenas en matemáticas» o «las madres deben quedarse en casa al cuidado de los niños», contribuyen a las brechas de género en la educación y el mercado laboral. Incluso en países con altos niveles de igualdad sigue existiendo una fuerte asociación entre los hombres y las carreras técnicas, y entre las mujeres y las humanidades. Estos estereotipos a menudo son subconscientes, pero influyen tanto en la confianza y las aspiraciones de las niñas como en las expectativas y las decisiones de las familias y el profesorado.
– ¿Qué impacto económico tienen estos estereotipos?
Estas ideas preconcebidas hacen que el entorno aleje a las niñas de las carreras científicas y tecnológicas, lo que entorpece la igualdad de género. Además, suponen un costo para la economía, ya que, al no aprovecharse posibles vocaciones en esas disciplinas, se reduce la innovación y la productividad. Cada niña que no desarrolla su potencial representa una pérdida de talento y un freno para el crecimiento. La igualdad de oportunidades no es solo una cuestión de equidad y justicia, también es necesaria para aprovechar recursos muy valiosos para la sociedad.