El auge de las plataformas de compraventa de segunda mano, como Vinted y Wallapop, ha generado un mercado paralelo de gran dinamismo en España. Estas plataformas no solo han permitido a miles de usuarios deshacerse de objetos que ya no usan, sino que también han creado un nuevo canal de ingresos para muchos. Sin embargo, este auge no ha pasado desapercibido para la Agencia Tributaria, que recientemente ha intensificado su vigilancia sobre las actividades de venta en estas plataformas.
Un mercado en auge bajo la lupa fiscal
Vinted y Wallapop, entre otras plataformas, han experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. Lo que comenzó como un simple intercambio de objetos entre particulares se ha convertido en un negocio para muchos usuarios que ven en estas aplicaciones una forma fácil de generar ingresos extra. Según datos de la propia Wallapop, la plataforma cuenta con más de 15 millones de usuarios solo en España. Mientras que Vinted, de origen lituano, ha ido ganando terreno con su propuesta enfocada principalmente en la moda.
Sin embargo, el crecimiento de estas plataformas ha despertado el interés de la Agencia Tributaria. Hacienda ve en estas transacciones un potencial foco de fraude fiscal. Según la normativa vigente, cualquier ingreso obtenido por la venta de bienes, incluso de segunda mano, debe ser declarado en la declaración de la renta, siempre que se obtenga una ganancia. Esto ha llevado a que muchos usuarios se pregunten hasta qué punto sus ventas ocasionales en Vinted o Wallapop pueden ser objeto de control por parte del fisco.
¿Qué dice la ley sobre vender en Wallapop o Vinted, entre otras plataformas?
La legislación española establece que las ganancias obtenidas por la venta de bienes usados deben ser declaradas como ganancia patrimonial en la base imponible del ahorro en la declaración de la renta. En términos simples, si vendes un artículo por más de lo que te costó, deberías tributar por esa diferencia. Sin embargo, la realidad es que muchas personas no guardan los recibos originales de compra. Y eso dificulta la prueba del precio de adquisición.
Es importante destacar que, según la normativa actual, las ventas ocasionales y de pequeña cuantía no suelen estar sujetas a una fiscalización estricta. No obstante, el escenario cambia si las ventas son recurrentes y de montos significativos. Lo que podría hacer que la Agencia Tributaria considere que se trata de una actividad económica que debería estar sujeta a las obligaciones fiscales correspondientes, como el alta en el régimen de autónomos y la liquidación de IVA e IRPF.
Las nuevas directrices de la Agencia Tributaria
En los últimos meses, la Agencia Tributaria ha intensificado los controles sobre las ventas en plataformas de segunda mano. Se trata de un esfuerzo por detectar posibles casos de fraude fiscal. Este control se enmarca dentro de la estrategia más amplia del organismo para aumentar la recaudación y combatir la economía sumergida. La Agencia Tributaria ha anunciado que empezará a cruzar datos de las plataformas con las declaraciones de los contribuyentes para identificar posibles discrepancias.
Esta vigilancia incluye:
- Análisis de las cuentas bancarias asociadas a las plataformas de compraventa
- Revisión de los movimientos de dinero
Aunque en principio se enfocará en casos de ventas frecuentes o de alto valor, la medida ha generado preocupación entre los usuarios. Muchos de ellos desconocen las obligaciones fiscales que podrían derivarse de sus actividades en estas plataformas.