La presidenta ejecutiva de Adolfo Domínguez, Adriana Domínguez, no teme que la reciente victoria de Donald Trump en Estados Unidos y el posible aumento de los aranceles a productos europeos vaya a afectar a la marca debido su “poca dependencia del mercado americano” y a su resiliencia a la subida de precios, según ha señalado Domínguez en las jornadas Inspirational Women Series de Esade Alumni, en Madrid.
“Hemos conseguido lidiar con aranceles más difíciles como, por ejemplo, en el mercado brasileño, donde llegaban hasta el 100%, y al ser una marca diferenciada nuestra resiliencia a la inflación es más fuerte”, ha señalado Domínguez.
En este sentido, ha destacado que la apuesta por una diferenciación mayor más centrada en los gustos del cliente permite que sus ventas se mantengan a pesar del aumento de los precios, en referencia tanto a los costes arancelarios como a la situación de inflacionaria de los últimos años.
Actualmente, la internacionalización de la marca supone el 56% de la actividad y se encuentra concentrada en México, Portugal, Japón y Oriente Medio, así como en las grandes ciudades de Latinoamérica, donde considera Domínguez que es “más complicada” la consolidación de las tiendas debido a la inseguridad política y económica.
Esta expansión internacional mantiene su foco en el mercado mexicano, donde recientemente ha abierto cuatro nuevos establecimientos y alcanza un total de 134 tiendas. Con todo, la directiva ha subrayado que la firma mantiene su apuesta empresarial en España, donde “resolver los problemas en el lugar de origen” ha sido un principio rector de la empresa ante la internacionalización de la marca.
Adriana Domínguez llegó al puesto de ejecutiva de la empresa en 2017, donde tuvo que hacerse cargo de la reestructuración de la compañía, que arrastraba problemas desde la crisis financiera del año 2008, momento en el tenía hasta 720 tiendas repartidas a nivel mundial. “En el mercado rétail es muy complicado reestructurarse y realizamos un ejercicio de transformación salvaje en el que tuvimos que tomar decisiones muy incómodas”, ha destacado Domínguez.
Para ello, la compañía mantuvo comunicaciones con los trabajadores de la empresa a todos los niveles y consiguió rediseñar la cultura empresarial de una compañía consolidada desde hacía varias décadas, centrándose en áreas como logística o sistemas que habían estado “menos cuidadas” que el “punto fuerte” de la marca, como es el producto.
A su vez, la pandemia supuso un importante obstáculo para Adolfo Domínguez, así como para todo el sector del textil, que acarreó una gran deuda para la empresa. “Toda la deuda que hubiéramos utilizado para crecer la hemos usado para sobrevivir tres meses y todavía la estamos pagando”, ha indicado Domínguez.
En este sentido, la empresa consiguió en el primer trimestre fiscal de este ejercicio, de marzo a mayo de 2024, reducir su deuda en un 47% en comparación al mismo periodo del año anterior.
Innovación
El modelo empresarial de Adolfo Domínguez destaca por adelantarse en materia de sostenibilidad e innovación, según ha destacado la presidenta ejecutiva. Así, la compañía comenzó a desarrollar en 2020 el modelo llamado ADN Box a través del cual el cliente recibe una “caja sorpresa” con cinco prendas diferentes que puede decidir quedarse o devolver si no cuadran con su estilo.
La elección de estas prendas se realiza a través de formularios que incluyen datos tanto de las prendas como de los gustos del cliente y utiliza la inteligencia artifical para decidir que artículos incluye la caja.
A su vez, para Adriana Domínguez la sostenibilidad implica un “cambio constante“, por lo que las empresas deben estar atentas a los nuevos cambios que se dan en el mercado, y destaca que la compañía lleva cuatro años haciendo campañas de sostenibilidad.