Despedimos 2024 con un año récord en cifras de empleo femenino. Por primera vez en la historia, las mujeres cotizantes superaron la barrera de los 10 millones. En junio, se batió el récord con 10,11 millones de trabajadoras. De esta forma, su participación en el mercado laboral se sitúa en cifras cercanas al 47%. Eso sí, lograr la paridad, que se alcanzará cuando haya el mismo número de hombres y mujeres cotizantes (50%), se anticipa complejo y avanza a un “ritmo más lento del deseado”, según ha reconocido reiteradamente el secretario de Estado de la Seguridad, Borja Suarez, en sus intervenciones.
Desde esta posición en el mercado laboral, el próximo ejercicio puede ser el año para las trabajadoras, siempre y cuando el algoritmo parlamentario permita avanzar con las propuestas estrella de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. La más destacada sin duda la reducción de la jornada laboral hasta un máximo de 37,5 horas a 31 de diciembre de 2025. Pero no será la única. Queda pendiente el acuerdo para la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que, aunque podría aprobarse entrado el año, tendrá carácter retroactivo a partir del 1 de enero, como ya ocurrió en 2024.
Este año 2024 hemos conquistado muchos derechos. El próximo 2025 seguiremos ganando tiempo para la vida. pic.twitter.com/NaLC3CEL5r
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) December 30, 2024
Conciliación y autónomas
Sujetas a la aprobación de los presupuestos están otras medidas con gran impacto para las trabajadoras: la ampliación de 16 a 20 semanas del permiso de maternidad, el permiso parental retribuido para el cuidado de hijos menores de ocho años o el cheque de 200 euros por hijo. Para las autónomas, este año entrarán en vigor los nuevos 15 tramos de cuotas, que irán desde una mínima de 200 a los 590 euros, ajustándose a sus rendimientos netos. La rebaja en los mínimos desde los 225 a los 200 euros beneficiará a las mujeres, que suelen ubicarse en los tramos más bajos.
La reducción de la jornada laboral beneficiará especialmente a las mujeres que trabajan por cuenta ajena. Tendrá un impacto en sectores muy feminizados como el comercio o la agricultura: “La reducción de jornada tiene un singular impacto de género, lo hace de manera directa sobre nueve millones de personas que tienen nombre de mujer que son cajeras, dependientas, reponedoras o que trabajan en la agricultura”, destacó en la presentación del acuerdo con los sindicatos Yolanda Díaz.
Especial impacto en jornadas reducidas
La medida tiene un especial impacto en las jornadas reducidas y parciales, que son principalmente femeninas: siete de cada diez mujeres tienen este tipo de empleo. Para este tipo de trabajadoras, la reducción de jornada implicará una subida salarial, ya que la posición del ministerio de Yolanda Díaz es que no tiene sentido que se reduzca aún más su jornada, sino que se eleve en proporción su salario. La reducción de jornada irá acompañada de medidas para garantizar el cumplimiento efectivo del tiempo de trabajo, a través de un nuevo sistema digital de registro horario interoperable con la Inspección de Trabajo.
Si para las empleadas por cuenta ajena la reducción es una buena noticia, desde el ámbito de las autónomas, especialmente aquellas con uno o dos trabajadores la medida se ve con preocupación. “Al final, vamos a ser las autónomas quienes tendremos que asumir más trabajo y sacar adelante aquel que no puedan hacer mis empleadas, porque hay negocios donde no se puede contratar más personal”, explica una afectada que prefiere el anonimato. Según las estimaciones de UPTA, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de España, las mujeres autónomas en España trabajan unas doce horas y media diarias, 7,5 horas más a la semana que los hombres autónomos.
SMI: 1.200 euros
Para las mujeres, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es otra de las cuestiones que tendrá un impacto significativo. Casi una de cada cinco trabajadoras percibe esta remuneración o una inferior. El grupo de expertos aún no tiene cerrado sus cálculos, pero ha transcendido una horquilla de en torno al 4% para situarse en una cifra próxima a los 1.200 euros en 14 pagas. Actualmente, el salario mínimo en España es de 1.134 euros brutos en 14 pagas, el equivalente a 1.323 euros mensuales, si se incluyen las extraordinarias, o 15.876 euros en su cómputo anual.
El objetivo es que, tal y como reconoce la Carta Social Europea, el salario mínimo represente, al menos, el 60% del salario medio neto. En 2023, el salario medio fue de 2.273 euros brutos al mes, con un aumento del 7,3% (154,2 euros) en relación con 2022, según la EPA. Así, la retribución media bruta anual alcanzó los 27.276 euros. Considerando esta encuesta, el salario mínimo debería haber sido de 16.366 euros en 2023. Sin embargo, el SMI de 2024 fue un 3% inferior.
Permiso por nacimiento de 20 semanas
El resto de las medidas con gran impacto en la conciliación familiar están sujetas a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2025. Es intención del Gobierno presentarlos a principios de 2025, con el objetivo de que puedan aprobarse en el primer trimestre del año. En estas cuentas públicas se incluirá la ampliación del permiso de nacimiento de las 16 a las 20 semanas, una propuesta que el año pasado con la prórroga presupuestaria ya se quedó en el cajón.
A su vez, los PGE deberán resolver la transposición de la obligación de la Directiva de Conciliación del permiso parental retribuido para el cuidado de hijos menores de ocho años. España continúa siendo uno de los pocos países de la Unión Europea sin incorporar esta obligación, a pesar del compromiso del Gobierno de coalición de retribuir, al menos, cuatro semanas. El retraso ya ha costado a España la remisión del caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y una propuesta de sanción que crece a razón de 9.760 euros diarios desde el pasado 2 de agosto.
El desafío para 2025 será convertir estas medidas en realidades tangibles para millones de trabajadoras. Si bien estos avances prometen mejorar la calidad de vida de muchas mujeres, el éxito dependerá de su implementación efectiva y de cómo pueda adecuarse a un tejido empresarial dominado por las pymes.