Yusra Mardini, atleta olímpica y refugiada siria, vive “un nuevo capítulo”

La nadadora olímpica que tuvo que huir de Siria cuando llegó la guerra afirma: "hoy nos levantamos no sólo como supervivientes sino como arquitectos de un mañana más brillante"

La nadadora siria olímpica Yusra Mardini @yusramardini

Yusra Mardini es todo un símbolo para los refugiados sirios. La nadadora olímpica tiene una historia de lucha y superación que consiguió culminar en los JJOO de Río 2016. París fueron sus terceros Juegos como miembro del equipo de refugiados. Los nuevos acontecimientos del país le ofrecen un “nuevo capítulo, donde nos levantamos no sólo como supervivientes sino como arquitectos de un mañana más brillante”, asegura. Hoy Yusra tiene su propia fundación además de ser embajadora en UNHCR y protagonizar un documental sobre su vida, pero hace nueve años, vivió el peor infierno posible.

Una huida de película

Cuando la guerra llegó a Siria, Yusra y su hermana Sarah, ambas nadadoras que competían a nivel internacional, decidieron dejar un país en donde vivían entre bombas, una de ella cayó en la piscina donde entrenaba “incluso en el colegio nos sentíamos inseguras”. Cuando decidieron salir del país vivieron una huida de película, en la que Yusra fue crucial para salvar hasta a 17 personas de morir ahogadas. Junto a su hermana se embarcó en un bote en dirección a la isla griega de Lesbos, pero a la media hora el barco se paró “como estaba lleno de niños, me tiré al agua para que no volcara”, confesó Mardini “me dolía todo por el frío pero lo que me preocupaban eran los más pequeños”, aseguraba en el documental de Netflix `The Swimmers´. En él revela como tuvo que nadar durante tres horas y media hasta llegar a la costa “en busca de refugio y esperanza”.

Llegaron a Alemania y a partir de recibir asilo en el país germano, volvió a la natación con el deseo de ser olímpica algún día. Lo consiguió, y en Río fue una de las diez integrantes del Equipo Olímpico de Refugiados.

Con su fundación Yusra Mardini tarta de concienciar sobre el gran drama que viven los más de 120 millones de refugiados que hay en todo el mundo. En una de esas campañas de concienciación, Mardini volvió al lugar donde su huida comenzó. “Nunca pensé que volvería a esta isla, ya que los recuerdos de ese viaje me han perseguido durante años. Hoy, puedo decir con orgullo que he vuelto a Lesbos, con un sentimiento agridulce en mi intestino, y he nadado una vez más. Esta vez, no es por desesperación, sino por una buena causa. Hace unos días nadé 12 km con voluntarios, refugiados de diferentes países en Lesbos. Los 12 km simbolizan la distancia entre Turquía y Lesbos, un viaje que miles emprenden cada año en busca de seguridad y una vida mejor. Creando conciencia a través del deporte, el evento The Swim for Good refleja nuestro compromiso con la concienciación a través del deporte. Cada golpe es un llamado a la acción para apoyar a aquellos que lo arriesgan todo en estos cruces” explicaba la nadadora.

El nuevo futuro

Tras los nuevos acontecimientos, Mardini ha querido expresarse al mundo en su cuenta de Instagram: “Siria, hoy marca el comienzo de un nuevo capítulo, un capítulo de esperanza, resistencia y curación. Durante años, cargamos con el peso del dolor inimaginable, pero también con el espíritu inquebrantable que nos define como sirios. Como alguien que huyó de la destrucción pero nunca dejó de amar a nuestra patria, siempre he creído en nuestra fuerza para elevarnos por encima de todas las probabilidades. Esta libertad es un testimonio de tu coraje, tus sacrificios y tu negativa a renunciar a un futuro mejor. Juntos, podemos reconstruir los olivares, dejar que el jazmín florezca de nuevo, y crear una nación donde la paz y la dignidad prosperen para todos. Honremos a aquellos que perdimos forjando una Siria digna de sus sueños. Hoy, nos levantamos no sólo como supervivientes sino como arquitectos de un mañana más brillante“, ha escrito en un post acompañado de una pulsera que siempre cuelga de su muñeca con la silueta de su país.

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