La vuelta al cole en los deportes se traduce en que las principales competiciones dan también el pistoletazo de salida. La Liga F lo hará el segundo fin de semana de septiembre, pero desde esta noche la Primera División Femenina se viste de gala para dar inicio al nuevo curso 2024/2025.
Será la tercera temporada desde su creación y desde que está categorizada como profesional. También, con Beatriz Álvarez al frente de su presidencia, y la primera tras el convenio firmado a principios de la pasada temporada, que por cierto sigue sin rubricarse en su totalidad.
Arranque sin convenio
Quizá ese sea el mayor debe de la Liga F. Si nada cambia de aquí al 7 de septiembre, cuando el balón eche a rodar en el primer partido de esta campaña, la liga de fútbol femenina va a comenzar sin haber rubricado el convenio que se prometía para finales de mayo principios de junio.
Las negociaciones comenzaron a enquistarse y los pequeños flecos parece que se han convertido en retales. Una vez que el sueldo mínimo ya se pactó en el anterior, las mejoras y garantías pasaban por los días libres, los periodos de descanso, las bajas maternales y otros derechos que los sindicatos creían que debían mejorarse. Sin embargo, no ha podido ser, y una vez cerrado el periodo vacacional, la Liga F vuelve tal y como la dejamos. Al menos en cuanto a convenio se refiere. Eso sí, durante el verano, y antes del inicio de los JJOO quedó sellado el primer Convenio de Coordinación de la historia del fútbol cuyo objetivo es desarrollar el fútbol femenino tanto profesional como amateur.
Los retos pendientes
Tal como nos avanzaba la propia Beatriz Álvarez a nuestro medio, los retos de cara a la nueva campaña pasan por dinamizar la presencia en las gradas de los estadios y aumentar el seguimiento a través de televisión. Los derechos televisivos siguen siendo una de las principales fuentes de financiación y que el producto sea lo más consumido posible resulta indispensable para el futuro de la Liga F. Hasta ahora DAZN es la poseedora de la Primera femenina y emitirá los ocho partidos semanales (240 totales de toda la temporada) durante las próximas cinco campañas. El desafío es hacer crecer esas audiencias aún copadas por el todopoderoso Barça.
La presidenta además inició el curso pasado una ronda de consultas en todos los equipos para detectar cuales eran los principales objetivos y necesidades. La competencia y la desigualdad entre los equipos es uno de los temas que siempre salía entre estas consultas, especialmente entre Atlético de Madrid, Real Madrid y Fútbol club Barcelona. De hecho, el menor nivel de muchos de los equipos de la liga le pasó factura en algunos partidos en Champions al Barça donde el nivel es muy superior al de la Liga F. Los halagos constantes de voces tan relevantes como la de Aitana Bonmatí a otras ligas europeas como la inglesa dejaban claramente ver su descontento con competitividad que faltaba en la española.
Los cambios
Uno de los principales cambios los ha protagonizado el equipo catalán Levante Badalona. El nuevo nombre responde a una evolución del anterior Levante las Planas, que para poder cumplir con el compromiso de crecimiento de la Primera División femenina ha tenido que mudarse de instalaciones, barrio y estadio. En el nuevo, podrán jugar en césped natural, una de las mayores críticas (propias y de los equipos rivales) y exigencias que habían tenido en los últimos tiempos.
El calendario
El calendario también supuso un punto de desencuentro entre RFEF y Liga F pero, finalmente, con la intervención del Consejo Superior de Deportes, tanto las fechas de la liga como la final de la Copa de la Reina (7-8 de junio) quedaron dispuestas a finales de agosto. Un calendario asimétrico (es decir que no coinciden los partidos ligueros de ida y vuela) que fijó la primera jornada para el segundo fin de semana de septiembre. El primer clásico de este curso lo viviremos en Madrid el 17 de noviembre durante la jornada 10 y el derbi entre Atlético de Madrid y Real Madrid se disputará en el marco de la jornada 6 el próximo 13 de octubre.