Volver a competir tras haber sido sepultada por un alud, la historia de Nuria Castán

La snowborder española disputa en Baqueira este fin de semana la primera competición de la temporada, donde defiende el subcampeonato

Conversamos con Nuria Castán Barón (Reus, 1997) durante su viaje a Baqueira, cuando le quedan unos cien km para llegar. La pillamos ya cansada, después de doce horas de viaje, desde que salió de su casa en Austria a eso de las 5.50h am. Lo de atender a los medios quizá no es su fuerte, ella ama el deporte al que se dedica por la naturaleza y la adrenalina.

En cuanto fluye la conversación distinguimos a una mujer valiente, fuerte, que afronta una nueva temporada de Freeride en el WorldTour “con muchas ganas y sin presión”. Esa que no ha querido ponerse a pesar de las muchas expectativas que hay a su alrededor. “Voy a intentar ir como el año pasado, con el objetivo de disfrutar. Quiero dar mi mejor versión sin pensar en los resultados, que creo que es mejor filosofía”, admite. Y eso que parte como una de las favoritas, el año pasado se hizo con el subcampeonato del mundo, lo que le valió también para ser nombrada “Rider of the year 2024“.

Ninguna mujer ni hombre español había logrado jamás algo así, “fue muy emocionante” recuerda ella. Cuando echa la vista atrás, no sabe muy bien de dónde pudo venirle su pasión por el snowboard. Lo que sí que tiene claro es que no era de familia. “No había nadie en casa que practicase este deporte, yo soy un poco la oveja negra” comenta entre risas.

La pequeña Nuria recuerda la nieve cuando sus padres le llevaban “como turista una vez al año” pero tras ponerse unos esquís con 3 años y “a los 8 vi tablas de snowboard y me picó la curiosidad” y desde que en su club le ofrecieron participar en la categoría junior, lo empezó a vislumbrar. Cuando probó el snowboard y el freeride, su modalidad, lo materializó en un camino profesional excelente. “Es muy diferente, para mí es la mejor disciplina, estás en la montaña, en la naturaleza, no es artificial, tiene una esencia que no tienen otras”, asegura.

Un punto y a parte

A pesar de su rendimiento deportivo, la historia de Nuria Castán se paró con punto y a parte en abril de 2023.  La montaña de Verbier (Suiza) le avisó de su peligro hace casi dos años. Durante la final del Challenger, un alud le sepultó y aunque llevaba puesta la mochila anti avalanchas, le pilló tan desprevenida que no tuvo tiempo de activarla.

Durante diez minutos en los que pensaba que su vida acababa. Boca abajo, sin poder moverse antes de ser rescatada gracias a la rapidez y a la pericia de sus compañeras. “Pensé que iba a morir” confiesa Nuria, y eso lo cambió todo.

Enfrentarse al miedo

“Cuando ya estaba en el pozo es cuando decidí hacer terapia”, nos explica sobre el proceso que inició cuando volvió a casa. El miedo que siempre había tenido a quedar sepultada en la montaña se hizo real. La terapia para superar el estrés post traumático y volver a amar su deporte fue clave.

“El miedo es algo que depende también de como seas tú como persona. Yo siempre me he identificado con la resiliencia, desde bien pequeña. Necesitaba vencer al miedo y cuanto antes mejor”, asegura. “El riesgo cero no existe en la montaña, y en mi caso, tras haber estado a punto de morir, si quería volver a competir tenía que enfrentarlo” reconoce Nuria Castán.

Su terapeuta le aconsejó volver al lugar donde todo ocurrió y eso es lo que hizo cuando empezó la temporada pasada, una experiencia dura pero absolutamente liberadora. “Empecé a recordar todo otra vez, lo reviví todo. Yo quería sentir, sacar todas las emociones para luego cerrar el ciclo. Eso me hizo sentir super empoderada. Sacar toda la vulnerabilidad, abrazarla y fortalecerme de todo ello”, admite la snowboarder.

“A veces hay que vivir cosas que parecen del fin del mundo pero es lo único que te va hacer crecer y te va a hacer más fuerte”, una lección de vida que ahora afronta la nueva Nuria.

Mayor visibilidad

Ser española y dedicarse profesionalmente a un deporte de invierno, no siempre es fácil. Ella eligió Innsbruck (Austria) para no desaprovechar ni un día de entreno. “En los Pirineos tenemos un montón de opciones pero a finales de diciembre había unas condiciones donde apenas podía entrenar, en Austria tenía tres meses más esa nieve”, nos cuenta.

“Está claro que el freeride no ha tenido nunca esa visibilidad pero se va conociendo poco a poco. Ahora hay referentes, el hecho de que se compita en Baqueira a nivel nacional ayuda a que se conozca más”, nos comenta la snowboarder.

Además del snow Nuria Castán ha querido siempre compatibilizar su camino profesional con su otra pasión, el diseño gráfico. “En invierno no trabajo pero en verano tengo mis proyectos allí de autónoma”, explica.

Este fin de semana la catalana puede volver a estar entre las mejores del mundo, llevando a España a escribir un nuevo capítulo exitoso en los deportes de invierno. Quede como quede la clasificación, sabemos que sólo el hecho de disfrutar en la montaña es la verdadera victoria para ella.

 

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