En la séptima jornada del juicio a Luis Rubiales llegaba el turno de los otros tres acusados por coacciones: el exseleccionador femenino Jorge Vilda, el ex director de la Selección masculina Albert Luque y el exdirector de Marketing Rubén Rivera.
En el avión de vuelta es el escenario en el que se centran esas supuestas coacciones. Así recordaba los primeros momentos.
“Había conversaciones justo al lado mío, gente de gabinete, de prensa de la Federación, Timón, cuervo, Matallanas, Rafa del Amo… hablaban en torno al impacto mediático en torno al beso, buscar un consenso un comunicado… Algo para parar todo aquello que estaba pasando”, proseguía Vilda. “La gente de prensa estaba muy activa. Yo deduzco que se ha hablado con ella pero escuché que ella no iba a salir a hablar”. Llamativo también que sin ser preguntado por el Seleccionador Masculino, Vilda recalca que Luis de la Fuente iba dormido todo el viaje.
La conversación con Rafa Hermoso
Las coacciones que se le imputan a Vilda tienen que ver principalmente con la conversación que mantuvo con el hermano de Jennifer Hermoso en el vuelo de vuelta procedente de Sidney. Rafa Hermoso había declarado que en aquella charla, si su hermana no colaboraba, quizá se le “cierren las puertas de la Selección”. Esta es uno de las principales argumentos por los que la instrucción vio indicios de coacción.
Sobre esta conversación Vilda declaró largo y tendido. “Fue voluntad propia que yo tuve en mi asiento, viendo la relevancia, me empecé a preocupar porque se le estaba restando importancia al gran éxito. Pensé que todo estoiba a tener impacto negativo en Jenni. Pensé en llegar a la normalidad”, recordaba.
“Yo fui a hablar con el hermano para normalizar la situación, pensando en el futuro”. “Se como afecta la presión mediática y me estaba preocupando como repercutiría a Jenni”.
“Cuando yo me levanto en dos ocasiones porque él estaba dormido. A la tercera vez ya está despierto, sale de su asiento, ahí en muy corto espacio, mantenemos la conversación en el pasillo, la escucharon otros familiares”.
Seleccionador absoluto desde el año 2015 profundizaba así sobre la citada conversación con el hermano de Hermoso. “Yo lo que le dije es que si le dije es que si podíamos buscar una fórmula para normalizar la situación. Si que salir y hablar o hacer algún tipo de comunicación. Él me dijo que iba a hablar con ella”, declaraba Vilda.
“Nunca le hablé de consecuencias profesionales al hermano de Jenni. Yo con Jenni Hermoso nunca he hablado” mantenía el exseleccionador.
Rafa Hermoso según Vilda por tanto, “falta la verdad o miente” en palabras de Vilda.
Sobre la razón de no ir a preguntar a su jugadora, Vilda declaró: “Yo en ese momento no quería importunarla (a Jenni), estaba con sus amigas más cercanas Laia, Misa, Alexia Irene y después de escuchar a Jenni Hermoso aquí (porque no hemos vuelto a hablar) y que se sentía dolida porque yo no le había preguntado.Le tenia que haber preguntado por como estaba”, reconocía el exseleccionador quien no vio indicios de nada delictivo en todo lo que había ocurrido.”Allí lo que todo el mundo veía y sentía era alegría y jolgorío, a nadie se le encendió una voz de alarma”, mantenía Vilda.
También fue preguntado sobre su asistencia a la Asamblea del 25 de agosto, Vilda, “Me llamaron para que fuera a la Asamblea y el resto del staff”, recordaba su participación en aquel día en el que la imagen del aplauso a Rubiales se hizo viral.
Sobre el beso
Vilda negó ver el beso en directo. “En la entrega de medallas yo estaba en la fila el penúltimo y no lo pude presenciar”, continuaba Vilda. “En la entrega de la copa escuche algo del beso, pero no le di ninguna importancia, a mi hija la tenían que ingresar”, recordaba.
