Historia de

Vanesa Chichón: la mejor árbitra de esgrima del mundo

Es la primera española en ser seleccionada entre los mejores árbitros del mundo, y, además, la primera mujer en la historia de la esgrima mundial en alcanzar este prestigioso reconocimiento.

En el deporte, las historias de superación y dedicación siempre logran inspirar. La madrileña de 38 años, Vanesa Chichón, ha forjado su camino en la esgrima española e internacional, hasta convertirse en una de las árbitras más respetadas y reconocidas del mundo. Su trayectoria es un testimonio de esfuerzo, pasión y compromiso, que demuestra que, con perseverancia, cualquier meta es alcanzable, como pertenecer al cuadro de árbitros de los Juegos Olímpicos de París 2024.

Chichón se inició como tiradora de sable y árbitra bajo la tutela del maestro y árbitro internacional José Luis Álvarez, en el Club de Esgrima Leganés. Pronto empezó a compaginar varias responsabilidades: trabajaba en el Comité Olímpico Español, estudiaba Magisterio, competía como tiradora de élite y, en ocasiones, arbitraba en competiciones provinciales y nacionales. Esta combinación de actividades le llevó a demostrar su capacidad para manejar múltiples desafíos y su amor por el deporte.

La transición de ser una competidora de alto nivel hasta convertirse en árbitro internacional no fue fácil. Las numerosas lesiones, la exigencia de la competición de alto nivel, el ritmo frenético dentro de la entidad olímpica y estudiar una carrera universitaria, pusieron sobre la mesa una de las decisiones más difíciles de su vida: dejar la competición.

Es una persona que, quién la conoce, sabe que las decisiones no las toma a la ligera. Se concentra, visualiza, mantiene la calma, relativiza y opta por la mejor opción. En este caso, el arbitraje internacional.

Vanesa Chichón se preparó arduamente para obtener la certificación necesaria. En 2013, sus esfuerzos dieron fruto, cuando obtuvo la licencia internacional en Sable y Espada, dos de las tres armas principales en la esgrima.

Esta licencia marcó el inicio de su carrera internacional. Cada competición era una oportunidad para aprender y mejorar. Vanesa Chichón se enfrentó a numerosos desafíos, incluidos comentarios machistas que buscaban minar su confianza. No obstante, cada obstáculo superado, fortaleció su determinación y su carácter. Desde 2016 estaba dentro de la “Master Listde árbitros de la modalidad de Espada, y una llamada a tiempo, la hizo estar dentro de la de la modalidad de Sable. Fue su primera final mundialista.

La experiencia y dedicación de Vanesa Chichón en el arbitraje no pasaron desapercibidas. Con el tiempo, se consolidó como una de las tres mejores árbitras del mundo en Sable, un logro que pocos pueden igualar. Su habilidad para tomar decisiones rápidas y precisas, su conocimiento profundo de las reglas y su imparcialidad la han hecho destacar en un campo dominado históricamente por hombres.

Además, Chichón no solo fue la primera española en ser seleccionada entre los mejores árbitros del mundo, sino que también se convirtió en la primera mujer en la historia de la esgrima mundial en alcanzar este prestigioso reconocimiento.

Su éxito sin igual se ve acentuado por el hecho de que, por primera vez en los Campeonatos del Mundo Senior de sable masculino, una mujer, Vanesa Chichón, arbitró la final individual, al igual que en el pasado mundial de Milán 2023.

Representa al arbitraje español en los Juegos Olímpicos de París, un honor que refleja su trayectoria y su compromiso con el deporte.

Más allá de su labor en las competiciones, Vanesa Chichón también ha jugado un papel crucial en la formación de nuevos árbitros. Su experiencia y conocimientos son un recurso invaluable para aquellos que buscan seguir sus pasos. Ha impartido talleres y seminarios, compartiendo sus vivencias y enseñanzas con futuras generaciones de árbitros.

Su enfoque en la educación y el desarrollo del arbitraje demuestra su compromiso con la mejora continua del deporte. Chichón entiende que la esgrima no solo se beneficia de buenos competidores, sino también de árbitros capacitados y comprometidos con la justicia y la equidad en cada combate.

La filosofía de Vanesa Chichón se basa en “la justicia y la integridad”. Estos valores son esenciales en su enfoque de cada competición. Para ella, “cada final debe desarrollarse en un marco de igualdad y respeto por las reglas”. Su objetivo es asegurar que “las decisiones tomadas en el terreno de juego sean justas y bien medidas”.

Cree firmemente en “la mejora continua” y en “la importancia de aprender de cada experiencia”. Cada competición, cada interacción y cada desafío son oportunidades para crecer y mejorar. Esta mentalidad de constante evolución ha sido clave en su éxito y en su reconocimiento a nivel mundial.

Vanesa Chichón ha sorteado algunas dificultades de seguridad por ser mujer en competiciones internacionales, pero su determinación y profesionalismo la han llevado a sobrepasar estas barreras. Su participación en los Juegos Olímpicos de París es ya un hito más en una carrera llena de logros. Vanesa no está obligada a dejar el pabellón alto; su reputación ya habla por sí misma. Lo que haga en París será justo y bien medido, como siempre ha sido.

Deja una huella imborrable en el arbitraje de esgrima y es una figura clave en el deporte en los años por venir. Como dijo Sigmund Freud: “Sólo la propia y personal experiencia hace al hombre sabio”.

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