Un reto para la vida

Nos hemos acostumbrado, sí. Cada mes de octubre, en la segunda quincena, un sábado se tiñe de rosa para celebrar el día mundial contra el cáncer de mama. Cada una de nosotras lo vive con el respeto que provoca el...

La periodista Sara Carbonero posa a su llegada al photocall de la cuarta edición de "Elle for Hope", la gala benéfica de ELLE en apoyo a la lucha contra el cáncer, este miércoles en Madrid. EFE/ Juanjo Martin

Nos hemos acostumbrado, sí. Cada mes de octubre, en la segunda quincena, un sábado se tiñe de rosa para celebrar el día mundial contra el cáncer de mama. Cada una de nosotras lo vive con el respeto que provoca el miedo a una enfermedad que conocemos a través de una amiga, de una madre, de una hermana…o de una misma.

Quien más y quien menos comenta algún caso cercano, se recuerda a sí misma que no debe dejar pasar las revisiones anuales, y se acuerda de esa amiga que lo está pasando mal.

En el gremio del periodismo, esta semana ha sido especialmente emocionante escuchar y ver a Sara Carbonero, por primera vez, hablar a corazón abierto y públicamente , como ella misma dijo, sobre su cáncer, al recoger un premio organizado por la revista Elle y la AECC. Cinco años conviviendo con la enfermedad, porque como ella explica, no le gusta usar palabras de guerra para hablar de algo con lo que va a convivir el resto de su vida, el cáncer. “Una palabra de la que he huido durante años y a la que no me gustaba hacer referencia porque creía que si no la nombraba , no sería una realidad” dijo una emocionada Sara con el rímel corrido por las lágrimas. El discurso de Sara fue tremendamente valiente y a la vez desgarrador. Admirable y duro. Sereno y también cargado de esperanza cuando se dirigió a tantas madres que ahora mismo estarán siendo diagnosticadas, o empezando el tratamiento, como ella en 2019, para lanzarles un mensaje de esperanza “vais a poder ver a vuestros hijos crecer como lo estoy haciendo yo. Hay luz al final del túnel, yo estoy aquí 6 años después gracias a la medicina y al amor”

Una de las necesidades que Sara enumeró para superar un cáncer fue el deporte. ”Medicina, alimentación, deporte y salud mental.”

Hace 10 años que Pelayo es el patrocinador principal y motor de un reto deportivo femenino único en el mundo. En 2015 cinco mujeres españolas que habían superado un cáncer de mama subieron a la cima del monte más alto de África, el Kilimanjaro, mandando un mensaje claro y valiente de que hay vida después del cáncer. Desde entonces cada año el Reto Pelayo ha alcanzado los lugares más remotos del planeta, como en 2017 recorriendo el Círculo Polar Ártico sin asistencia alguna durante 9 días, con una carga de 28 kilos a la espalda y alcanzando temperaturas de 38 grados bajo cero.Un gran reto de resistencia en condiciones extremas que pretendía visibilizar los beneficios de realizar ejercicio físico durante y después del tratamiento contra el cáncer.

Ni siquiera el COVID 19 detuvo al Reto Pelayo, que en 2020 diseñó un reto náutico consistente en dar la vuelta a España a vela, partiendo de Bilbao y llegando a Barcelona.

Cuatro años después el Reto Pelayo se embarcará en una travesía con destino la Antártida . Aquí en Artículo 14 Belén Zurita entrevista a las 5 mujeres que zarparán el próximo 22 de noviembre desde Ushuaia, y su testimonio es absolutamente inspirador.

Cada año 5 mujeres han demostrado que el cáncer ha cambiado sus cabezas, sus vidas y su relación con la incertidumbre, como también contaba Sara Carbonero, pero también les ha permitido saber hasta dónde llegaban sus fuerzas y sus ganas de abrazar el deporte como instrumento de motivación y superación personal.

El deporte es necesario en cualquier momento de la vida, pero es esencial en pacientes oncológicos para la recuperación y la supervivencia.

“Lo que queremos transmitir es que después del cáncer sigue habiendo vida, y es una responsabilidad para nosotras transmitirlo” Así se expresa Almudena, una de las expedicionarias de este año. Ella ha tenido que aprender a navegar desde cero, como tuvo que aprender a enfrentarse al cáncer desde el primer momento.

“La actitud que pones frente a la vida, frente a los problemas, es fundamental. Mantener una actitud proactiva, no conformarse con un no por respuesta, buscar la salida con todas tus fuerzas es algo fundamental .” Es la reflexión de Patricia, otra de las 5 participantes en el reto hacia la Antártida. Fue diagnosticada en plena pandemia, marzo de 2020 de cáncer de mama. Los cirujanos que debían operarla estaban de baja por COVID. Ella, inconformista, buscó alternativa con esas fuerzas que usará para atravesar el océano, y logró que la operasen el 26 de marzo de 2020. Esa actitud de buscar la salida, la salvó.

Las mujeres que han superado primero el cáncer y después el reto Pelayo en estos 10 años tienen un denominador común, nunca rendirse. No hay mensaje más importante e inspirador en un día como hoy. Gracias, Pelayo.

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