Al acabar el encuentro que le daba a Elina Svitolina su pase a los cuartos de final de Wimbledon y atender la clásica entrevista a pie de pista rompió a llorar. La tensión y los nervios que había acumulado tenía poco que ver con el tenis. Sus lágrimas se implementaban al crespón negro (que le fue aprobado previamente por la organización, muy estricta en lo que se refiere a la indumentaria de los tenistas) que había portado durante todo el duelo frente a Xinyu Wang.
Los ataques de misiles rusos a Kiev en donde habían fallecido hasta diez personas y que alcanzaron un hospital infantil especializado en tratamientos de cáncer infantil, le hicieron jugar el partido más difícil de su carrera. Svitolina se llevaba una calurosa ovación de todo el público congregado.
Su dolor, sin embargo, no se notó en su tenis, ni en el marcador. La ucraniana doblegó a la china por un contundente 6-1 y 6-2 pero su sufrimiento iba por dentro. “Es un día muy difícil para la gente ucraniana. No ha sido nada fácil concentrarme en el partido de hoy. Salir a la pista se ha hecho muy duro”, confesó Svitolina entre lágrimas.
Una vez acabado el encuentro, en sus redes quiso también explicarlo “Hoy Wimbledon se ha teñido de negro. Todos mis pensamientos y todo mi amor están con el pueblo ucraniano” y compartió una página @u24.gov.ua en la que a través de donaciones se recauda para el Hospital de Niños “Okhmatdyt” alcanzado por el ataque ruso. “Este mal debe acabar” concluía su post.
El tenis como plataforma de ayuda
Svitolina es todo un icono en su país. Es la tenista más laureada (llegó a ser número 3 del ranking WTA) y con su bronce en Tokio 2002, la única de su país en ganar una medalla olímpica. Su repercusión mundial, quiso también profundizar sobre cómo a través del tenis puede ayudar a los suyos. “Cada ucraniano busca su manera de concienciar, recaudar dinero y ayudar de todas las maneras posibles. Mi camino es a través del tenis y eso es lo que me motivó a hacer algo. Traté de enfocarme en mi trabajo y en lo que puedo controlar” prosiguió la Elina.
“Obviamente estoy jugando en un torneo tan increíble como Wimbledon y también tengo que pensar cómo usar eso de alguna panera para la gente ucraniana. Al final, mi victoria ha sido una pequeña luz que trae un momento feliz para el pueblo ucraniano. He recibido muchos mensajes de agradecimiento por mi actuación y mi victoria y eso me da algo de alegría en este día tan triste”, reflexionaba Svitolina en rueda de prensa.
“Tan solo quería estar en mi habitación con mis emociones. Es muy complicado de explicar porque para nosotros es un tema muy cercano a nuestro corazón y muy delicado, son emociones muy sensibles que tenemos cada día”, proseguía la 21 del mundo.
Los esfuerzos de Elina Svitolina no tienen pensado parar. De hecho está activamente hablando con otros deportistas ucranianos para sumar más ayudas. “Es mucha presión y mucho peso sobre nuestros hombros, pero yo me siento honrada de ser una de las caras visibles de Ucrania. Trato de hacer lo mejor de mi todos los días para darle esto a mi gente”.
No es la primera vez que la ucraniana se ha significado sobre el conflicto bélico. El pasado año, durante Roland Garros Elina Svitolina se negó a dar la mano cuando concluyó su partido frente a la bielorrusa Aryna Sabalenka.