Este sábado Madrid vivirá una jornada de inclusión donde el deporte será el nexo de unión entre los objetivos de Special Olympics y ACNUR, la Agencia de la ONU que trabaja para los refugiados. La iniciativa `Unifed with Refugies´ se creó en 2016 y llega hasta la capital española donde el Colegio Arteia acoge los partidos de fútbol y baloncesto.
Charlamos con María Fusté, la directora en España de Special Olympics, “este evento busca derribar barreras y construir puentes entre comunidades diversas, promoviendo valores como el respeto mutuo, la empatía y el trabajo en equipo. Nuestra misión en España es promover la inclusión, la salud y el bienestar de las personas con discapacidad intelectual a través del deporte. Aspiramos a empoderar a nuestros atletas, fomentando su confianza y autoestima, al tiempo que sensibilizamos a la sociedad sobre sus capacidades y derechos “, nos cuenta.
“El deporte tiene la capacidad única de salvar diferencias y unir a personas de todas las condiciones sociales. Hemos creado espacios para que dos de las poblaciones más marginadas del mundo, refugiados y personas con discapacidad intelectual, pueden aprender unos de otros y experimentar la alegría de jugar juntos”, señala.
Aunque el fútbol o el baloncesto sean el canal, esta iniciativa va mucho más allá del deporte. “Nuestro impacto trasciende lo deportivo, trabajando para construir una sociedad donde las personas con discapacidad intelectual sean plenamente reconocidas, respetadas e incluidas en igualdad de condiciones”, afirma la directora.
Uno de sus principales retos es superar los prejuicios y la desinformación sobre las capacidades de las personas con discapacidad intelectual. “También enfrentamos barreras estructurales, como la falta de acceso a oportunidades laborales y servicios de salud adecuados. Para afrontarlas, trabajamos en campañas de sensibilización y fortalecemos alianzas estratégicas con instituciones públicas y privadas que comparten nuestro compromiso con la inclusión” afirma Fusté.
Los voluntarios, alma mater
Los voluntarios desempeñan roles esenciales como entrenadores, organizadores de eventos, oficiales técnicos, gestores y recaudadores de fondos. Algunos incluso participan como Unified partners, compitiendo junto a los atletas con discapacidad intelectual en los equipos unificados. “Su labor no solo garantiza el éxito de nuestras actividades, sino que también fomenta la inclusión y crea experiencias transformadoras para todos los involucrados”, comenta la directora.
Cada año, Special Olympics España organiza decenas de competiciones locales, regionales y nacionales, que reúnen a cientos de atletas. En 2023 los Juegos Mundiales de Berlín reunieron a 7.000 atletas de 190 delegaciones compitieron en 26 deportes, “reafirmando nuestro compromiso de brindar oportunidades continuas de desarrollo y superación”, explica.
En los Juegos Mundiales de Invierno Turin 2025, España participará con 35 atletas, 10 entrenadores y 3 delegados en los deportes de esquí alpino, esquí nórdico, raquetas de nieve y floorball.
El movimiento Special Olympics está ganando visibilidad en España. A través medios de comunicación y la creación de contenido digital, se ha conectado con audiencias más jóvenes y amplificado la misión de inclusión.
El papel de la mujer
Estamos comprometidos con empoderar a las mujeres con discapacidad intelectual. Organizamos talleres de liderazgo y fomentamos su participación en deportes históricamente dominados por hombres. Además, trabajamos para eliminar barreras culturales y sociales, asegurándonos de que todas las mujeres tengan igualdad de acceso a oportunidades deportivas, construyendo un entorno igualitario.
María Fusté tiene un mensaje muy claro para quienes puedan leernos y aún no se hayan atrevido a practicar deporte por su discapacidad. “Les animaría a dar el primer paso. El deporte es una herramienta maravillosa para descubrir sus capacidades, hacer amigos y sentirse parte de una comunidad inclusiva. En Special Olympics encontrarán un entorno seguro y motivador, donde podrán crecer, divertirse y superar sus propios límites. ¡El primer paso es el inicio de un camino lleno de oportunidades!”
Los retos de la próxima década, Fusté los tiene muy claros, “en diez años, soñamos con un país donde la inclusión sea una realidad en todos los ámbitos. Queremos ver a más personas con discapacidad intelectual practicando deporte, logrando sus metas y siendo reconocidas como iguales. Aspiramos a que el deporte actúe como un motor de cambio, facilitando el acceso a educación, salud y servicios esenciales para construir una sociedad más justa y equitativa”, afirma.