Con la llegada de los Juegos Paralímpicos a París, llega también el turno de conocer a las atletas que van a competir durante los doce días que dura el torneo olímpico. En el caso de Sara Andrés le gusta especialmente subrayar el verbo competir.
Está en su mejor momento deportivo y estos JJPP representan la posibilidad de luchar por medalla en el salto de longitud. Quienes conocen a Sara la definen como entusiasta, luchadora y optimista. Es imposible no notarlo desde los primeros instantes de conversación. Así lo pudimos también comprobar en Artículo14 en los días previos a que viajase a París.
La historia de Sara
Sara Andrés Barrio (21 de agosto de 1986) era profesora de primaria cuando a los 25 años perdió sus pies tras un grave accidente de tráfico del que ella no recuerda nada. Pasados los días de UCI, ya en planta y cuando su vida ya no corría peligro, fue consciente de “jamás volvería a ser la persona que fui. Sentí mucha tristeza, mucha frustración y el duelo para poder aceptar mi nueva situación me llevó unos seis meses en los que fue fundamental la ayuda psicológica” relata. Volver a caminar y poder acostumbrarse a las prótesis fueron sus primeros retos. En cuatro meses, ya no usaba muletas.
A raíz de que sus pies fuesen amputados también decidió que su forma de vivir había cambiado, porque aprovecharía al máximo la vida, entre lo que se incluía “aprender a correr para poder practicar cualquier deporte”. Así lo narra en el documental `Detrás de la medalla´, en el que participó junto a otros atletas olímpicos como Ana Peleteiro o Hugo González. “Cuando me propusieron ir a una competición y se me dio bien, me di cuenta de que ese era mi deporte”, explica la atleta madrileña.
Un nuevo revés
La vida tenía reservado para ella un segundo golpe cuando en 2015 le detectaron un cáncer de tiroides por el que tuvo que ser operada. Unos meses en los que Sara tuvo que hacer frente a la incógnita de si habría metástasis y de si se curaría. “Tuve que afrontarlo, no quería morirme pero si tenía que morirme sabía que había amado y había sido amada, no tenía más que ofrecer”, reconoce.
Se curó. Y pudo cumplir su gran sueño de estar en los Juegos Paralímpicos de Río 2016 donde consiguió un milagroso quinto puesto en la prueba de los 400m lisos. Dos bronces en el Mundial de Londres revalidaron sus ganas de seguir, y así, volvió a ser olímpica en Tokio 2020.
Alguna de sus frases más representativas esta en la que confiesa, “prefiero no tener pies y saber dónde voy, a tenerlos y estar perdida”. Hoy, Sara Andrés es un referente y una fuente de inspiración, especialmente para los niños, con los que conecta de forma especial a través de su profesión, de charlas en colegios y con un libro que escribió en el año 2019. Ella resume su presente con un contundente “soy feliz con la vida que tengo”. Y a eso no se le puede añadir más.
De cara a París llega con las mejores sensaciones posibles luciendo su dorsal con la emoción de los primeros aunque en realidad es su tercera experiencia olímpica. Estos los afronta tras una plata en los 100 metros en el Mundial adaptado de la capital francesa celebrado el pasado verano. Apunten la cita, porque el 31 de agosto a las 11:00 será el turno de una vida dedicada a las ganas de exprimirla. Será el turno de competir para Sara Andrés Barrio.