Sandra Paños (Alicante, 1992) nos recibe en el lobby del impresionante Mirasierra Suites donde acordamos la entrevista la mañana antes de partir de a México, su nuevo hogar. Tras un mes de vacaciones en Madrid, Sandra ha podido reencontrarse con familiares y amigos antes de pasar sus primeras Navidades lejos de su familia. Por eso entendimos que una de las personas más importantes de su vida, su madre, Gema, quisiese acompañarla en lo que acabó siendo una entrevista a dos voces.
Los recuerdos comenzaron a brotar según iba fluyendo la conversación. La infancia, esa que marcó tanto a una de las porteras más legendarias que ha tenido el fútbol femenino español, protagonizó los primeros momentos de charla. “Ella desde pequeña siempre quiso fútbol, pero en el Colegio Jesuitas donde ella iba en Alicante, no podían jugar las chicas”, nos cuenta Gema, quien también dedicó su vida al deporte, al atletismo en el que llegó a ser campeona de España. Pero eso no frenó a una niña de cinco años que no entendía de desigualdades.
“Se coló en el entrenamiento de los chicos sin que nadie la viese, todos estábamos buscándola hasta que la encontramos allí. La coordinadora de actividades extraescolares le dejó estar tres días. Pero una vez que el entrenador vio que tenía tanta calidad, acabó quedándose”, recuerda.
Sandra y su madre Gema durante la sesión de fotos de Artículo14
Hasta los 11 años Sandra vivió feliz en el primer equipo de sus amores. “Me pusieron de portera porque era la que más les ordenaba, daba instrucciones a los otros niños” confiesa Paños. Y ahí su carácter dentro del campo, bajo palos, comenzó a forjarse.
Llegó al Levante con 17 años y todos los sueños por cumplir. Allí permaneció cinco temporadas donde fue ya llamada por la Selección Española. Una etapa, la de la Roja, que le ha dado algunos de los mejores momentos de su carrera, también los más amargos. En el momento en el que Jorge Vilda preparaba la lista de convocadas para el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, quince jugadoras renunciaron en una carta privada que no esperaban que fuese a saltar a los medios.
La carta de las 15
A partir de ahí, comenzó una etapa en la que el dolor deportivo se sumó al personal cuando no todas secundaron la carta. “Fue muy duro. Al principio éramos 23. En el día a día, en la Euro y Mundial anterior todas pensábamos igual, pero algunas tuvimos esa valentía de plantarnos, y otras vieron la oportunidad de decir si las que se plantas son las que están jugando, pues querían un Mundial y les valía cualquier cosa. A la hora de la verdad dieron un paso a un lado”.
Sandra Paños durante la entrevista junto a Mariona Molera de su equipo jurídico (Bellver Sport)
A pesar de que su figura deportiva quedó apartada, la parte personal le pesó más. “Yo soy emocional, me siento compañera, tengo mucho sentimiento de equipo. Yo estaba siendo la portera titular, yo sabía que me podía perjudicar. Cuando te encuentras en la situación de que las que tienen que hablar agachen la cabeza, es muy duro. Fue una decepción total”, confiesa Paños.
“Tú eres generosa y hay otras más egoístas”, apunta Gema su hija, “fue un año muy duro para ti”, afirma una madre que vivió desde un segundo plano “estaba muy descolocada, ellas sólo querían construir algo mejor” dice Gema, “pero no supieron ni valorarlas ni escucharlas. A mi faltaron que los dirigentes hubiesen querido recibirlas”.
Sin ver los partidos de la Selección
Al quedar al margen de la lista de Vilda para la Copa del Mundo de Australia y Nueva Zelanda, sandra decidió que no seguir los partidos era la mejor opción. “Ni vi los partidos, ni los veo ahora. En el Mundial yo no los miraba, pero no paraban de salirme cosas en Twitter, era imposible no enterarse de lo que estaba pasando”.
Tras el beso de Jenni Hermoso el mundo entero se volvió de nuevo a mirarlas, “me dio bastante pena que eso fuese lo que detonase, si el antiguo presidente hubiese pedido perdón aquello hubiese quedado en nada. Pero por suerte, eso hizo que se consiguiesen más cambios” afirma Paños.
La portera Sandra Paños durante la entrevista con Artículo14
Sandra cree que a pesar de todo, la Selección femenina de fútbol es hoy un lugar mejor. “A la hora que implantas herramientas, se nota en los resultados, se ha demostrado y lo estamos viendo ahora”, afirma en relación a todas las mejoras que las futbolsitas pedían para sus concentraciones buscando mejorar su nutrición, su descanso y su forma física.
La Federación Española vive en estos días un cambio con la nueva era de Rafa Lauzán recién estrenada. En relación al nuevo presidente de la RFEF, Paños también se posiciona. “Veremos a ver que pasa con el nuevo presidente de la Federación, pero sabemos cómo es la situación. a mi me da pena que no haya la posibilidad de hacer un cambio total de toda la Institución” señala.
Volver con La Roja
En un verano donde España tiene por delante una Eurocopa, el horizonte sería para Sandra el idóneo para el regreso. “Yo sufrí mucho, evidentemente lo que hicimos en su día fue una decisión para mí bien tomada, porque al final ha habido consecuencias positivas. Yo ahora mismo me he ido a un país diferente y quiero disfrutar de las cosas por las que he peleado”, comenta cuando le preguntamos si volvería a la Roja si Montse Tomé la llamase.
Y precisamente ese retorno con la Absoluta es lo que le pide al 2025 “al año nuevo le pido volver a la Selección y ganar el Clausura con mi nuevo equipo”, nos confirma Paños. El fútbol femenino, seguro, se alegraría de ambas.