En los últimos años, el balonmano femenino ha experimentado un gran cambio con la llegada de más entrenadoras a los banquillos. Cada vez hay más mujeres dirigiendo equipos, rompiendo barreras y ayudando a lograr la igualdad en el deporte. Esta transformación es clave para el crecimiento y profesionalización del balonmano femenino, ya que permite una mayor diversidad de enfoques en la dirección técnica y táctica de los equipos.
Más entrenadoras en los banquillos
Antes, la mayoría de los equipos eran dirigidos por hombres, incluso en la categoría femenina. Sin embargo, esto está cambiando gracias a la formación y el apoyo a las entrenadoras. Ahora, nombres como Cristina Cabeza y Montse Puche son referentes en el balonmano femenino. Estas entrenadoras han demostrado su talento y han llevado a sus equipos a competir al más alto nivel, sirviendo de inspiración para nuevas generaciones de mujeres que desean seguir el mismo camino.
En 2019, en las selecciones nacionales femeninas, un total de 180 profesionales formaban parte de los cuerpos técnicos de 24 equipos, de los cuales 47 eran mujeres (26,11%). En la Liga Guerreras Iberdrola, desde 2021, el número de equipos dirigidos por entrenadoras se ha mantenido en 2 (12,5% del total). Sin embargo, en las categorías base, ya son 9 las mujeres que dirigen equipos femeninos en la División de Honor de Plata Femenina. Esto se debe a que cada vez más mujeres optan por realizar cursos de formación y obtener licencias para entrenar equipos en edades tempranas, fomentando así un entorno más inclusivo desde las primeras etapas del deporte.
Referentes
Cristina Cabeza ha destacado como entrenadora en diversas categorías del balonmano español, consolidando su carrera en equipos de la Liga Guerreras Iberdrola. Su capacidad para gestionar grupos y desarrollar estrategias de juego la han convertido en una de las técnicas más respetadas del país. Tras estar en el Club Balonmano La Calzada y Mecalia Atlético Guardés, desempeñó el rol de seleccionadora nacional juvenil de España. Bajo su dirección, el equipo se proclamó campeón del mundo en agosto de 2024, logrando un hito histórico para el balonmano español en categorías femeninas. Actualmente dirige al Handball Erice en Italia, donde continúa aportando su experiencia y liderazgo al balonmano femenino europeo.
Por su parte, Montse Puche, exjugadora de élite, ha trasladado su experiencia en la pista a los banquillos con gran éxito. Su liderazgo y conocimiento del juego han sido claves para el crecimiento del balonmano femenino, logrando hitos importantes en su trayectoria como entrenadora. En 2018, asumió la dirección técnica del Balonmano Castellón, equipo que competía en la División de Honor Femenina. Además, ha estado vinculada al Balonmano Morvedre, donde ha trabajado en el desarrollo y consolidación del equipo en la élite del balonmano español.
Ambas han sido piezas fundamentales en el avance del papel de la mujer en los banquillos y continúan abriendo camino para nuevas generaciones de entrenadoras.
Retos y obstáculos
A pesar de los avances, todavía hay desafíos. Las entrenadoras tienen menos oportunidades en equipos masculinos y en categorías de formación. Mientras que los hombres pueden dirigir equipos de ambos sexos, a las mujeres les cuesta más acceder a los banquillos de equipos masculinos. Esta barrera limita el crecimiento profesional de muchas entrenadoras y reduce sus oportunidades de progresar en su carrera.
Otro reto importante es el acceso a recursos y oportunidades de formación. Aunque se han implementado iniciativas para fomentar la participación de mujeres en la dirección técnica, aún queda mucho por hacer para garantizar que las entrenadoras tengan acceso a los mismos programas de desarrollo y a las mismas oportunidades que los entrenadores hombres.
Un futuro prometedor
El número de entrenadoras en el balonmano femenino ha ido en aumento, lo que indica una evolución en la estructura del deporte. Cada vez más mujeres están accediendo a puestos de dirección técnica en equipos profesionales y de formación, lo que supone una diversificación en la gestión de los equipos y estrategias de juego. La Federación Española de Balonmano ha implementado medidas para fortalecer la presencia de entrenadoras, como programas de capacitación y becas dirigidas específicamente a mujeres. Estas iniciativas buscan generar mayor equidad en el acceso a los banquillos y facilitar la progresión en sus carreras.
A pesar de los avances, todavía existen diferencias en el número de entrenadoras en comparación con los entrenadores hombres, especialmente en categorías superiores. Sin embargo, la tendencia actual sugiere que la presencia femenina seguirá aumentando en los próximos años, impulsada por el reconocimiento de su trabajo y el desarrollo de políticas que fomenten la igualdad de oportunidades. El balonmano femenino continúa evolucionando, y la incorporación de más entrenadoras refuerza la profesionalización de este deporte. Se espera que, con el tiempo, las barreras existentes se reduzcan y que el talento y la preparación sean los principales factores que determinen el acceso a los banquillos, independientemente del género del entrenador o entrenadora.