La guerra castiga a Rusia y Bielorrusia que volverán a vivir unos Juegos Olímpicos sin la representación de sus atletas. Si en la pasada edición de los JJOO de Tokio, la ausencia de Rusia como nación se debía a la sanción antidopaje, en esta ocasión la invasión de Rusia a Ucrania en 2022 les alargará la ausencia.
En esta ocasión y tras la reunión del Comité Olímpico Internacional en Lausanne hace unas semanas, se determinó el número de deportistas que acudirán a los Juegos de París. Serán en total 55 atletas rusos y 28 bielorrusos quienes participen, pero siempre de forma individual, ya que la participación por equipos está prohibida desde el pasado 28 de febrero de 2022.
Las imposiciones de la Carta Olímpica
A 50 días para que se celebren los Juegos, conocemos ya el número de atletas que formaran parte de los AIN (Atletas Individuales Neutrales), una cifra mucho menor respecto a la edición pasada, ya que a Tokio acudieron 336 rusos y 106 deportistas bielorrusos.
En esta ocasión todos los participantes en los próximos JJOO deberán haber pasado unas estrictas normas, que incluyen entre otras obligaciones la de no haberse pronunciado a favor de la guerra o haber sido contratado como personal de apoyo o de seguridad por Rusia y Bielorrusia. Además no podrán mostrar banderas, colores o cualquier símbolo de identificación con sus países durante los JJOO, tampoco podrá sonar su himno. La bandera que se ondeará será verde con un círculo blanco en medio con las siglas AIN. En cuanto al himno, estará compuesto por inteligencia artificial y será el que suene en el caso de que suban a lo más alto del podio. En cuanto a las autoridades invitadas con la delegación de estos atletas AIN tampoco estará permitida la presencia de ningún representante oficial el estado ruso o bielorruso para los Juegos Olímpicos 2024.
Tampoco se permitirá que el medallero conjunto sea contado en conjunto como sí ocurrirá con el resto de países participantes, en el tradicional ranking de preseas obtenidas por cada nación.
Estas normas se enduren en relación a los pasados Juegos de Tokio. Los uniformes por ejemplo sí mantenían los colores de las banderas de sus respectivos países y el himno sonaba ligeramente similar al de origen. Otra de las restricciones es que los AIN no podrán formar parte de la ceremonia de inauguración el próximo 26 de julio, prevista a lo largo del río Sena, por tratarse de una actividad prevista para las delegaciones de los países y no para los deportistas individuales.
Por su parte, el COI ha apoyado la financiación de los atletas ucranianos a través del CON. Hasta 3000 deportistas ucranianos han sido ayudados gracias al apoyo financiero y logístico (como ayuda para viajar, instalaciones para entrenar, alojamiento, equipamiento y uniformes) y su objetivo es garantizar que todos los atletas ucranianos puedan continuar entrenando y participando en competiciones deportivas.
La respuesta rusa
La postura de Rusia no se ha hecho esperar pero al contrario de lo que pueda parecer, no hay unanimidad. Porque la opinión de los rusos se divide entre quienes creen que deben acudir los deportistas clasificados y para quienes esta forma de participación sin himno ni bandera es una discriminación.
En la guerra civil rusa por el deporte olímpico, el ministro de Deportes, Oleg Matitsin, se muestra categóricamente en contra de “romper relaciones” con las organizaciones y federaciones deportivas internacionales. “Hay que seguir compitiendo, hay que ganar, hay que ganarse el derecho a competir, incluido en la Olimpiada. Sí, sin himno; sí, sin bandera, pero ya competimos así desde 2016 y todos saben quiénes somos”. Una opinión radicalmente contraria a la ex gimnasta y seleccionadora Irina Viner quien calificó de humillación y “vagabundos” a quienes participasen en París bajo las normas del COI.
Además, otro conflicto bélico surgido posteriormente a la invasión de Rusia a Ucrania ha hecho mella en este asunto. El Kremlin ha acusado al COI de “doble rasero” por no castigar a Israel en cuanto a su participación en los Juegos tras el conflicto iniciado el pasado octubre.
Estas medidas responden a la Resolución de Tregua Olímpica A/RES/78/10 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024, que apoya la autonomía del deporte y la neutralidad política del COI, consagradas en la Carta Olímpica, fue aprobado por una abrumadora mayoría de 118 Estados miembros, con la única abstención de dos países (Rusia y Siria) y ningún voto en contra.