Una vez más la polémica envuelve una enorme gesta del fútbol femenino.
La celebración de las campeonas de la Copa de Reina se ha visto ensombrecida tras haber tenido que ser las propias jugadoras las que o bien se han tenido que colgar las medallas o se las ha tenido que colgar su staff técnico. En imagen se pudo ver a una atónita Salma Paralluelo que respondía: “¿Es una broma?, ¿esto es enserio?” cuando un miembro de su equipo técnico se la entregaba.
Pero en directo apenas se mostró este momento puesto que coincidió con el de Alexia Putellas subiendo al palco de honor a recibir la copa de manos de la Reina Letizia. Sí se pudo ver a un miembro del staff técnico poniéndosela a Putellas antes de volver al campo con sus compañeras donde casi todas la llevaban ya puesta.
Previamente la Federación hacía entrega de dos bolsas de plástico con los metales al equipo técnico del Barça para que se lo autogestionasen. La indignación en redes sociales estaba servida, desde la plataforma X miles de usuarios hablaban de un nuevo episodio de ninguneo al fútbol femenino.
Artículo 14 se ha puesto en contacto con la Real Federación de Fútbol y ésta ha sido la respuesta: “Se ha seguido el mismo protocolo que en el masculino, pasó igual en la pasada Copa del Rey cuando el cuerpo técnico del Athletic entregó las medallas al equipo.”
Las propias jugadoras trataron en zona mixta de rebajar la tensión: “Justo me estaban comentando que se hizo igual en la final de chicos, aunque ahora mismo no sé muy bien qué decir, comentaba Mariona Caldentey. A la propia Paralluello, sin embargo, seguía sin convencerle el proceder del protocolo: “Supongo que es el protocolo y que va así en todos lados pero estaría guay que se cambiara el protocolo”.
Una controversia que empaña una vez más la gran gesta del fútbol femenino.
Porque se puede ganar una Copa de la Reina, y después está lo de este Barça. Un torrente de energía y fútbol de tiros infalibles de unas jugadoras que conforman una sociedad letal de la que pocos rivales a día de hoy pueden salir ilesos.
Ya han levantado la Supercopa, la Liga y la Copa. Un triplete nacional al que quieren poner la guinda al pastel con la UEFA Women’s Champions League. Porque en una semana, el sábado 25 de mayo, quieren abrir un nuevo capítulo en su historia y tocar la gloria europea.
Las azulgrana han hecho este sábado un auténtico acoso y derribo a la portería de la Real a lo largo de todo el encuentro sin flaquear ni un instante para demostrar al mundo entero que van a la caza de la temporada perfecta.
Sin tan siquiera tiempo añadido, las recientes campeonas de Liga, levantaban ahora su décima Copa de la Reina, 30 años después de la primera.
Las más de 25.000 personas que llenaban las gradas de la Romareda, sucumbían ante las campeonas. Pese a la goleada, la afición de las vascas no se cansó de aplaudir a las culés.
En el campo de juego, comenzaba antes de la polémica, la fiesta. Aunque más discretas de la habitual, las jugadoras se abrazaban y celebraban una gesta más, que aunque ya es algo que resulta habitual no deja de ser extraordinario.
Mariona Caldentey, MVP de la final, lo reconocía: “un 8-0 en una final es mérito nuestro. Nuestro objetivo es siempre marcar lo antes posible pero hoy hemos demostrado que estamos en un gran momento”.
Esta manera incontestable de jugar de las del Barça es fruto de la unión de todas las jugadoras “cuando jugamos bien, todas marcamos, todas asistimos” comentaba también la delantera.
Para Alexia Putellas, era la octava Copa de la Reina y la jugadora que más veces la ha levantado de la plantilla. A excepción de las finales de 1993/94 y de 2010/11, la de Mollet del Vallès ha estado en todas las ediciones que el Femenino ha ganado el título. Y por eso ha sido ella la elegida para subir al palco de honor a recoger con los ojos vidriosos, de manos de la Reina Letizia la Copa de reinas.
Sus compañeras la recibían con un pasillo y la catalana se la entregaba a Sandra Paños que este sábado ha disputado su última final junto al Barça y sin duda era un momento más que emotivo.
Giráldez no puede estar teniendo una despedida más dulce. El míster gallego ha logrado tres de las cuatro que ha dirigido junto al equipo. Y puede poner el broche de oro perfecto porque tal y como él mismo reconocía: “Veo ambición, ganas y concentración para poder ganar la Champions”.
En una semana nueva batalla, nueva oportunidad para seguir dando golpes de autoridad en el fútbol mundial a base de victorias y títulos con los que llenar las vitrinas y las páginas de su historia.
Hoy han demostrado que no bajan la guardia nunca. “La motivación no baja tenemos una Champions que ganar”, ha sido la declaración de intenciones de Ona Battle tras el partido.
El Barça se reencontrará con el Olympique de Lyon en la final. Un gran reto para las de Giráldez ya que son su único talón de Aquiles. Tienen que pelear por la revancha tras caer ante ellas en 2018/19 (4-1) y en 2021/22 (1-3).
Aunque las culés de hoy nada tienen que ver a las de entonces, y a día de hoy parecen no tener techo. Levantar la tercera Champions ante el único rival que se le resiste es un desafío que sin duda las alimenta.
La afición las acompañará como siempre. Hay Sould Out para el partido decisivo. De hecho a la media hora de ponerse a la venta las entradas estaban agotadas. Porque nunca antes en la historia del fútbol femenino unas jugadoras habían sido tan jefas y tan reinas. Por eso si hace falta se ponen las medallas aunque el deseo de todas es que nunca más una polémica desluzca su hazaña.